Este nuevo epifenómeno cultural y esta hiperactividad están planificadas y tienen su razón en la dinámica que genera su director, Alejandro Dávila. Estar presente en esas ocasiones, ha sido una experiencia renovadora, algo así como sentirse parte de una cruzada de "locos por el arte" en la que todos los invitados fuimos a ofrecer el corazón. También aporta a esto, el hecho de que el antiguo edificio del Museo Caraffa fue correctamente renovado, convirtiéndose en un excelente ejemplo de intervención arquitectónica, conservando un sector histórico al que se le han sumado amplios volúmenes de diseño contemporáneo ejecutados con una muy estudiada relación con los espacios exteriores.

En un mundo en que todo parece conectarse a través de las redes de Internet, los vínculos personales y las relaciones humanas resultan una necesidad y un desafío también en lo institucional. En ese sentido, la iniciativa de llevar al Museo Caraffa la exposición inspirada en el puente de Leonardo Da Vinci, organizada por Niko Gulland en el Museo de Arte de Tigre (MAT) resultó el primer paso para construir un verdadero lazo cultural entre ambos museos. Y hubo en todo esto una palabra clave: "Puentes", que era también, el título de la muestra. Siguiendo con estos enriquecedores intercambios, desde el 15 de abril, las esculturas que durante el último verano estuvieron en Tigre, circundan con elegancia el Museo cordobés, enfatizando los desniveles naturales del terreno perimetral. Allí resaltan las obras de Cristina Piceda, Edgardo Madanes, Baston Díaz y Raúl Farco, que gracias a la colaboración de las Galerías Daniel Maman y Elsi del Río, de Buenos Aires, estas obras se aprecian junto a otras de la colección del museo.

La noche de las inauguraciones escultóricas era también ocasión de la apertura de otras cuatro muestras: la de objetos e instalaciones de León Ferrari, la de pinturas de Daniel García, la de Pedro Roth y la de Fraticelli. Cientos de jóvenes estudiantes de arte y público de todas las generaciones que apreciaron la música en vivo muy bien ejecutada por un grupo que, sin ensordecer, acompañaba a la multitud que colmaba el patio.
A esta emoción se sumó la visita en La Cumbre del Taller Museo del pintor Miguel Ocampo: un espacio diáfano y luminoso, discreto pero rotundo que el artista construyó con excelente buen gusto en los fondos de su casa. Una exposición de dicho artista junto a obras de su amigo, Alfredo Hlito se presenta en el mes de octubre en el MAT ¡y así continuaremos!

El Caraffa, ubicado en una colina del barrio Nueva Córdoba, sugiere, a lo lejos, la presencia de las sierras, de los arroyos y los ríos. Así como el MAT está muy determinado por la inmediatez del Río Luján y las lanchas que lo navegan, esta referencia a nuestras realidades geográficas nos impulsan e inspiran a compartir proyectos. Ambos museos están transitando nuevas experiencias. Prueba de ello es el haber sido seleccionados recientemente para el programa de adquisiciones promovido por ArteBA para 2010.

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Más info
Museo de Bellas Artes "Emilio Caraffa"
Av. Poeta Lugones 411, Plaza España, Córdoba