El título que Carlos Scaglione eligió para su actual exposición en Galería El Puente, "Zagala", remite a un mundo idílico donde el amor, como en las novelas de caballería, lo despiertan bellas y jóvenes pastoras.
Alejado de su anterior producción paisajística, Scaglione recorre el cuerpo femenino, no para narrarlo sino para expresar una sugerida interioridad. Lo hace de una manera sensible y serena, buscando el desafío de alcanzar un nuevo punto de vista en un género difícil en el que otros ya no encuentran casi nada nuevo por expresar. Su pintura plantea, a manera de sustratos, diferentes situaciones plásticas que bordean con amplitud vertientes de carga surreal. Siempre hay una segunda lectura para el contemplador que se detiene en cada obra. Así emergen planos de atmósfera sólida, goteados espontáneos y turbulencias plásticas donde, por debajo de lo que se observa, se manifiesta lo oculto. La obra se resuelve por la exacerbación de un clima enigmático. Las figuras delicadamente recostadas sobre el plano inferior, liberan el espacio provocando planos de silenciosa insinuación. Así, "María" reposa curvando su cuerpo extendido a lo largo de la tela, en una especial torsión. ¿Querrá decirnos el artista que lo pintado no es la realidad sino su inesperada trascendencia?, ¿desalienta a toda aquella mirada fáctica que necesita contar en la modelo, los dedos de la mano o la cantidad de vértebras en la espalda? La pintura figurativa mantiene viva su existencia, la bella presencia del hecho estético nos detiene ante su contemplación. Carlos Scaglione dibuja y pinta figurativo; de acuerdo con las palabras de Albino Dieguez Videla, "le pese a quien le pese", reafirmando de este modo, la viva existencia de la pintura figurativa, aunque después no sea invitado a ninguna feria modernista. Hasta el 21 de abril en El Puente Galería de Arte, Arenales 834.
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