Nota publicada online
La muestra explora la idea de un “surrealismo a la argentina” logrando un elenco interesante de obras agrupadas en un montaje donde se clarifica el talento de todos los involucrados
Historias que ya conocemos y que fueron incorporadas por las narrativas que se divulgan en los espacios académicos están un poco lejos de esta propuesta curatorial que intercambia guiños creativos entre el curador Santiago Villanueva, el diseñador de montaje Osías Yanov y la profusa investigación de Juan Cruz Pedroni, autor de uno de los textos junto al otro, iluminado en detalles, de Claudio Iglesias. Es un trabajo notable de equipo donde se analiza el espacio de validación y continuidad de una de las corrientes de principios del siglo XX que rápidamente se hizo global tanto como presente en la historia argentina. Tal vez porque el universo de los sueños, de las relaciones azarosas y personales con las cosas cotidianas, es un común denominador de la mente humana que no caduca como las vanguardias.
La muestra abarca generaciones diversas, consideradas en el interesante texto de Iglesias “La familia surrealista: puntos de acceso a un arte aficionado, travesti y barrial” que se puede leer en el catálogo online. Allí analiza algunas pistas claves de esta propuesta que innova el sistema de presentación de la obra distribuyendo incluso espacios vacíos para que el espectador pueda ponerle cuerpo a su propia surrealidad. El amplio abanico de artistas argentinos, algunos conocidos, otros postergados precisamente por eso que Iglesias adjetiva como “barrial” entre otras causas, impacta por la modulación de universos amenazantes o reveladores de sueños incomprensibles, de enunciaciones curiosas e imaginarios siniestros o cautivantes.
Un Juan del Prete de 1931 “Metamorfismo” parece inaugurar un recorrido que permanece aislado para poder bucear la falta de espacio que la composición llena con personajes que se entrelazan y conectan. Desde ahí pasa a una secuencia de tamaños y marcos parecidos, que conjugan la maravillosa paleta de tonos medios con sus figuras tan características de Zdravko Ducmelic, de montañas acechantes con personajes lánguidos e inmóviles como en “Mujer joven del pasado” de 1977, pasando por la inmanencia del paisaje de Orlando Pierri para finalizar con una Mildred Burton a lápiz que evoca “El primer dolor de Jean Jarrow” de 1992.
Una repetición de motivos cuasi gráficos van intercalando y ofreciéndose como pasajes articulantes en piso y pared, dan continuidad a un conjunto que, como venimos enumerando, va desde posiciones históricas a recientes llegando a la actualidad con artistas de recursos no pictóricos como la instalación “Bosques” (2013) de Mariana Tellería o los dibujos de Tobías Dirty, todos de 2016. Ese recurso que articula hace de pase a historias más conocidas como las obras de Roberto Aizenberg siempre tan enigmáticas junto a algunas piezas muy poco vistas de con su “Paseo nocturno con la creatura” (2011) de una colección particular.
En la exploración de tendencias se marca con acento particular a algunos artistas de los noventa que Iglesias en su texto argumenta que parecen decir no, para citar al surrealismo:
“No al conceptualismo, no a la seriedad, no a la prolijidad, no a la gacetilla de prensa, no, no, no. Laguna pinta ovnis, Harte moldea ojos, aquel de más allá encuentra una verga con alas a la que se aferra un jovencito soñador, este de más acá cree que el arte es un asunto mejor comprendido por las tías que miran la novela que por los expertos. Tal era, aproximadamente, la moral de los surrealistas porteños hacia 1992.”
Piezas de Fernanda Laguna como “Rescate” (1994) o la sugestiva “Huevojos” (1990) de Miguel Harte, parecen atestiguarlo muy bien.
La serie de Leónidas Gambartes es un hallazgo, procede de una colección particular y deja ver la calidad de sus procesos para construir imágenes de una época poco conocida. El aporte de la Colección Jorge Federico Klemm con Mildred Burton en “La indiferencia de Blonda Bug” (1981) de maravillosa factura y el aporte de la colección del artista Jacques Bedel en “Hipótesis para una prisión” (1971) son otros tantos indicios de que esta muestra es para no dejar pasar.
Artistas Exhibidos:
Roberto Aizenberg, Jacques Bedel, Emilio Bianchic, Mildred Burton, Vito Campanella, Laura Códega, Juan Del Prete, Jorge Diciervo, Tobías Dirty, Zdravko Ducmelic, Fermín Eguía, Leónidas Gambartes, Mónica Giron, Miguel Harte, Naum Knop, Fernanda Laguna, Mariette Lydis, Adriana Minolitti, Noé Nojechowicz, Orlando Pierri y Mariana Telleria.
Próxima actividad:
Jueves 20 de abril a las 18
Presentación del número 0 de la revista El suelo
¿Existe el surrealismo del siglo XXI?
La revista El Suelo interpreta y continúa algo de lo que había sucedido en la revista El Cielo, publicación de corte surrealista que en los años sesenta editaron César Aira y Arturo Carrera.
Participan: Pablo Katchadjian (escritor), Margarita Martínez (doctora en Ciencias Sociales y traductora), Nicolás Moguilevsky (artista plástico, músico y poeta).