Nota publicada online
La excelente retrospectiva del artista suizo curada por la especialista Véronique Wiesinger puede visitarse en Fundación Proa hasta el 9 de enero.
La muestra reúne 148 obras realizadas entre las décadas de 1910 y 1960, provenientes en su mayoría de la Colección de la Fundación Alberto y Annette Giacometti, París, y un conjunto de piezas pertenecientes a colecciones privadas de la Argentina y al Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro y cuenta con el auspicio de Tenaris – Organización Techint.
Considerado uno de los artistas más destacados del siglo XX, Alberto Giacometti nació en Borgonovo, Suiza en 1901. Desde muy joven se trasladó a París (1922), ciudad que por entonces albergaba a los artistas que vivían la efervescencia cultural de las primeras vanguardias.
La exhibición aborda los principales temas de su reflexión creativa: la formación con Cézanne, la influencia del cubismo, el descubrimiento del arte africano en los años 20, la marca perdurable del pensamiento mágico y del surrealismo, la invención de una nueva representación del ser humano. La búsqueda intelectual de Giacometti lo acercó a los grandes pensadores de su época: André Breton, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Jean Genet, muchos de ellos retratados en sus cuadros y esculturas. Comienza con la presentación de sus primeras pinturas, dibujos y esculturas, disciplinas que practica a lo largo de toda su vida, y culmina con sus obras monumentales de los años 60.
El descubrimiento del arte primitivo, la cuestión de la cabeza humana, los objetos, las jaulas y marcos, las dimensiones de la representación, las figuras, bustos y monumentos son los núcleos seleccionados por la curadora. En cada uno de ellos se observan las preocupaciones estéticas del artista, que también quedaron reflejadas en sus escritos y entrevistas.
La presencia de Giacometti en Sudamérica es fruto de la relación del artista con el decorador Jean-Michel Frank para el diseño de piezas de arte decorativo. En 1939 coleccionistas argentinos adquieren varias de ellas, hoy presentes en la exhibición, junto a la escultura "Tête qui regarde" (Cabeza que mira), la primera obra que vendió Giacometti en París (1929), comprada por una coleccionista argentina, Elvira de Alvear.
El catálogo de la exhibición, editado conjuntamente con la Fundación Alberto y Annette Giacometti, reúne los textos de la curadora, escritos de Giacometti, su biografía, un cuerpo de reproducciones de obras y una inédita investigación sobre los vínculos del artista con Sudamérica, convirtiendo esta publicación en un material indispensable en español.
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