Nota publicada online
A partir del 3 de febrero inaugura en el Museo Tecnológico de México la muestra Sur Polar. Arte en Antártida.
Integrada por obras de numerosos artistas, esta exposición fue exhibida en 2008, en el museo de la Universidad de Tres de Febrero, con curaduría de Andrea Juan, en el marco del Año Polar internacional 2007-2009.
A partir del 3 de febrero Sur Polar. Arte en Antártida puede verse en el Museo Tecnológico de México. Se trata de una extraordinaria muestra interdisciplinaria que convocó a artistas argentinos y extranjeros, en un intento por acercar sus experiencias y generar un diálogo a través de sus propuestas estéticas.
A continuación reproducimos la nota que salió publicada en marzo de 2008, en nuestro periódico, a propósito de esta muestra
Otro punto de vista. “Sur polar” en el MUNTREF
por Jorge Zuzulich
Tal como señala Annick Bureaud en su ensayo dentro del catálogo, “uno de los elementos de la transformación de un espacio en un lugar es la demarcación humana del territorio; es decir, el dejar una marca o una construcción que oficie de “ arteficialidad” (arte + artificialidad) simbólica”, en cierto sentido, esta sentencia puede ser aplicada a la totalidad de producciones que conforman la muestra “Sur Polar”, curada por Andrea Juan.
Esto puede ser tomado en un sentido literal, de lo cual dan cuenta los videos de Lucy y Jorge Orta “Aldea antártica: sin fronteras, Marambio, Antártida”, en el cual la presencia se vuelve sinónimo de apropiación. El trabajo de Groisman/Stefan dispara la construcción imaginaria desplegada por un chico de trece años en viaje junto a su madre en el rompehielos Almirante Ir’zar. En la instalación de Phil Dadson la reconstrucción, intimista de la espacialidad antártica implica marcar el paisaje desde la subjetividad del artista. Por otra parte, la producción de la española Mireya Masó refleja el trabajo conjunto desplegado con la ecóloga marina Mercedes Masó.
En las fotografias del canadiense Philippe Boissonnet, esa impronta, esa marca simbólica no aparece exenta de remisiones al universo mítico en donde el cuerpo tiene una presencia central. En tanto que el fotógrafo Marcelo Gurruchaga libera al espacio de toda marca humana, la sublimidad del paisaje helado alcanza, de esta manera, ribetes románticos. Ausencia que también cruza las producciones de Alberto Morales y Mariana Curci en acrílico y acuarela, respectivamente.
Dentro de las variadas disciplinas que confluyen en la muestra los objetos/joyas de Karin Beaumont parecen apropiarse de las formas naturales que el entorno les ofrenda, en tanto que las impresiones fluorescentes de la australiana Lisa Roberts establecen una convergencia entre la mirada art’stica y la cient’fica. La propuesta de Lorraine Beualieu plasma en sus impresiones “Banderas en la Ant‡rtida” la necesidad de unión planetaria.
“Sonogramas: crack de hielo, viento polar“, instalaci—n sonora en ocho canales, nos ubica en frente a “la imponencia y el caos producido por la Antártida en repuesta a la irresponsabilidad del hombre frente a la naturaleza”, tal el sentido de la obra de Jorge Chikiar y Andrea Juan. Esta œltima presenta además una videoinstalación en donde el color de los destellos se inscriben en la blancura del paisaje.
Las marcas sensibles del viaje son fijadas con humo sobre diversos soportes por Pamen Pereira. Su obra tensiona las certezas cartográficas con la percepción personal.
La muestra se completa con una jornada en donde se debatieron cuestiones relativas a las experiencias de los artistas en Antártida y a problemáticas científicas no siempre accesibles al pœblico medio.
En definitiva, “Sur Polar”, una propuesta que nos permite experimentar una apropiación de la Antártida desde un lugar diferente y enriquecedor: el del arte.