Nota publicada online
Carola Zech presentó en la última edición de Arco, en el stand de Jorge Mara obra reciente. Se trata de formas geométricas simples de acero, casi minimalistas, pintadas pintura bicapa negra. El toque de color es imperceptible de frente aparece cuando se miran de costado
Carola Zech se zambulle de manera contundente en la tradición de la abstracción geométrica; prefiere el impacto visual del color y la forma constructiva a la expresividad del trazo. Las formas elegidas son el punto y la línea. El proyecto del Recoleta está pensado desde la dinámica del espacio como un sistema, el punto y la repetición de ellos en distintos tamaños y colores salpican la pared de la sala a modo de estallido. Por su parte, las líneas, organizadas por grupos de colores fríos y cálidos, con espacios entre ellas, componen una sinfinía musical.
La obra de Zech es absolútamente original y una de sus principales características es el carácter industrial de los materiales; utiliza como soporte el metal que colorea con pintura bicapa para autos; ella misma prepara los colores y es justamente allí, donde la obra se vuelve sensible. Explícitamente busca la iridiscencia para representar lo magnético de una sensación. Un magnetismo que permite infinitas interacciones y relaciones.