El sábado, bajo el radiante sol del mediodía, ambos cortaron la cinta inaugural junto a María José Herrera, directora artística del flamante museo, Joe Houston, curador invitado responsable de la muestra y a muchísimos invitados especiales y artistas que disfrutaron del evento. El moderno edificio de estilo brutalista, combina las paredes de concreto y la calidez de la madera de los pisos con la trasparencia del vidrio de sus amplios ventanales que lo integran al entorno y hacen de caja contenedora de estas verdaderas joyas del arte geométrico. La muestra, organizada en cuatro núcleos, ocupa las cuatro plantas del museo destinadas a exhibición, de 300 metros cuadrados cada una: Orden e inestabilidad, Efectos del color, Formas en Expansión y Nuevas trayectorias. Los artistas que participan representan una amplia variedad de enfoques personales y tendencias del arte de la últimas seis décadas.
Un magnífico Vasarely abre el recorrido, casualmente la primer obra geométrica adquirida por el coleccionista fundador del museo quien eligió su Buenos Aires natal para anclar su sueño de hacer del arte y la cultura un puente para la inclusión social. Tomasello, Juan Melé, Mac Entyre y Antonio Asís, comparten cartel en este primer núcleo con Manuel Alvarez, Toni Costa y Walter Leblanc, entre otros.
El color despliega todo su esplendor en las obras de Cruz Diez, el japonés Tadasaky, junto a las de Le Parc, Polesello, Kazuya Sakai y Manuel Espinosa. La planta dedicada a las formas en expansión nos recibe con una impactante obra de Alejandro Puente; una bellísima obra histórica de Carmelo Arden Quin, una obra concreta de Raúl Lozza y un Cesar Paternostro dialogan maravillosamente con piezas de otros artistas internacionales que incursionaron estos caminos: Ilia Bolotowski, con su Eclipse vertical, León Polk Smith con su Constelación con formas circulares.
La sala dedicada a los nuevos trayectos nos sorprende con una maravillosa obra de la inglesa Sarah Morris, de enorme formato y realizada con pinturas industriales, el tríptico de la española Rosa Brum, también de gran formato y otra impactante de Günter Forg; obras dialogan con las de nuestros artistas Kuitca, Burgos, y el Freaking on Fluo de Marta Minujín y un magnífico mural de Graciela Gasper, pintado en New York en el 2000 y que hoy, en el 2012, curiosamente vuelve a Buenos Aires como parte de esta valiosa apuesta por el arte en momentos de incertidumbre.
¡Bienvenido MACBA!

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Hasta el viernes se puede visitar de manera gratuita.

Horario general: De miércoles a lunes y feriados de 11:00 a 19:00. Martes cerrado.

Entrada: 15 pesos. Miércoles: 10 pesos.

Todos los días: Estudiantes, docentes y jubilados con acreditación: 5 pesos. Menores de 12 y personas con discapacidad: sin cargo.