Nota publicada online
La muestra de Rosemarie Allers, se presenta en Estación Arte hasta el 13 de julio.
Rosemarie Allers dice que no puede ser una mujer dulce. Es de familia alemana, casada con un hombre marroquí, y asegura vivir, pintar y amar con la misma intensidad. En la muestra Picnic en el precipicio en Estación Arte, la artista camina y va describiendo sus pinturas en donde casi siempre aparecen representados hombres y mujeres. Rosemarie explica: "Acá está el hombre idiota", "Acá el imbécil", "Este es el hombre infeliz"… Todos ellos representados junto a mujeres en escenas que, con más o menos protagonismo de alguno de los dos géneros, siempre aparece algún guiño de crueldad o ironía.
El trabajo con óleo y carbonilla es directo, Allers asegura no realizar bocetos previos. Y sobre la tela entonces, aparece el gesto inmediato, la línea impulsiva y dinámica, en juego con la pincelada que por momentos acumula materia, para luego hacerse lisa y casi transparente.
La mayoría de las obras, expuestas en los dos espacios de Estación de Arte, giran en torno a un cierto antagonismo que Allers considera una lucha de sexos. Hay una excepción, y es un díptico, con una paleta más oscura que el resto de las pinturas. En esta obra hay una mujer agachada con pechos sangrantes, y, en la pintura que la acompaña, una abstracción figurativa en donde se reconocen figuras zoomorfas. "Tuve una etapa en donde trabajé con insectos, pájaros y seres alados, pero esa fase, tiene que ver con mi juventud, en donde uno es más tierno, idealista. Ahora, soy una mujer mala", explica Rosemarie mientras se ríe. ¿Por qué Picnic en el precipicio? Es una idea que se le ocurrió a la artista conversando con una amiga. El acto cotidiano, frugal, que sucede frente al precipicio, la inmensidad del mundo. Ese momento de abstracción, del picnic al aire libre, es ese tiempo de la pintura.
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Estación Arte - Perú 937, San Telmo, CABA.