Nota publicada online
Reconocido internacionalmente como muralista y realizador de frescos para espacios públicos y privados, este artista rosarino, radicado en Londres desde 1973, inaugura la temporada del Palais de Glace. Recientemente expuso sus Nocturnos en el Palacio Ferreyra de la ciudad de Córdoba
Suspendidos en el firmamento, los Nocturnos de Cinalli cabalgan el espacio como verdaderas metáforas contemporáneas del amor, del deseo, del dolor y del abandono, sentimientos que atañen al hombre desde el principio de los tiempos. Y es que enfrentarnos a la obra de Ricardo Cinalli es entrar de lleno en el teatro de la vida, donde el nudo de la trama está focalizado en la esencia misma del hombre.
La actual muestra de Ricardo Cinalli, curada por Patricia Rizzo, está escenográficamente concebida. Toda la planta baja del Palais de Glace modificó su arquitectura bajo una capa de azul profundo donde, a modo de firmamento, flotan literalmente las enormes pinturas en dos círculos concéntricos.
En el centro de la sala, justo bajo la cúpula, tres cabezas de centauro emergen de una montaña de sal rodeadas por los Nocturnos: Cuatro soberbios óleos en los que el artista combina dos estilos muy diferentes: El realismo clásico de sus centauros -figuras gigantescas cuyos volúmenes aluden a las esculturas renacentistas-, y un fondo expresivo de pinceladas cortas, al modo de Van Gogh.
El círculo exterior, compuesto por doce enormes dibujos monocromáticos, hacen foco en detalles de la obra principal. Un velo flota por delante de cada pieza, logrando un efecto sugestivamente etéreo y, a medida que se recorre la escena, surgen pequeños destellos que brillan en el espacio como estrellas.
El broche de oro es un majestuoso mural de cinco metros -concebido especialmente para esta muestra-, que cierra el círculo místico. Allí, tres grupos de centauros, pintados sobre un fondo dorado que sugiere la luz del amanecer, auguran las mañanas que están por llegar.
Cinalli es un artista al que le interesa el hombre y la figura humana. Su absoluto dominio de las técnicas clásicas del dibujo, su aguda observación y conocimiento de la anatomía, nos presenta una versión actualizada del Manierismo y del Barroco Los cambios de escala en su obra nos desconciertan y nos invitan a sumergirnos en los mundos imaginarios, propios de los sueños y las pesadillas.
La muestra, curada por Patricia Rizzo, contó con la producción integral de Maximiliano Turri y Patricia Lago, directores de Untitled, Contemporary Art. La invitación de Oscar Smoje, director del Palais de Glace, estaba prevista para mitad de año, pero se adelantó por que el espacio cerrará un tiempo para su restauración. "Creo fehacientemente en los accidentes" afirma Cinalli "y que esta sea una de las últimas muestras nos permitió que se pudieran pintar todas las paredes de la planta de color azul oscuro algo importantísimo para lograr esta puesta."
