Nota publicada online
Alejandro Bovo Theiler desde su casa-taller La Dicha en la ciudad de La Falda, nos brinda su trabajo y el proceso de la última obra textil en exclusiva para Arte Online. Un agradecimiento enorme para nuestro artista Licenciado en Escultura de la Universidad Nacional de Córdoba ya que nos confesó que casi nunca muestra sus obras sin finalizar.
Les compartimos sus reflexiones en estos tiempos de introspección obligada.
"Disfruto mucho mi casa-taller La Dicha el espacio en el que vivo y trabajo hace 25 años y que he ido transformando según mi criterio constructivo apropiándola a partir de mis necesidades prácticas y estéticas. El estar habitándola en escucha a su identidad implica el correlato del cuerpo de obra plástico/visual desde el que me manifiesto e investigo. La mayor parte de esa productividad tiene a ´La Dicha´ como locación y matriz. Por lo cual para mi ella es también una interlocutora anímica y espiritual, un disco duro de los ciclos vitales que voy atravesando. Me gusta cuando puedo pasar tiempo aquí conectado con los momentos cotidianos, el deseo, los aprendizajes, las sanaciones. Es aquí donde puedo volver a observar los propios descubrimientos, los miedos, las fragilidades y las fortalezas. Mi hogar es para mi el devenir de la alquimia arte/vida.
Para quienes habitamos esta época la cuarentena es un proceso colectivo inédito. Ante la obligada restricción de nuestra libertad de andar, trabajar y demás impedimentos en mi caso yo prefiero resignificarla como un ejercicio de contención más que de una experiencia de encierro. Es un fenómeno que implica una experiencia traumática que pone en tensión el devenir naturalizado del tiempo y el espacio que habitamos y que nos atraviesa.
En este contexto referido quiero agradecer el compartir con mis amados animales que son compañerxs tan especiales. Agradecer además el gozar del entorno de un breve y exuberante jardín. Valorizar el vivir en una ciudad serrana como La Falda y el lograr suplir las necesidades básicas incluyendo hacer lo que se ama. Pero es inevitable que no surja la preocupación y estemos de ánimo oscilante ya que además somos parte de la dolorosa desigualdad social que abarca todo el planeta y que hoy es más indisimulable que nunca. En lo personal apuesto a las herramientas de la micro y la macro política para torsionar hacia la concreción de una mayor equidad y cuidado colectivo.
¿Qué extraño? Extraño el calor de los abrazos, las charlas y el afecto compartido con mi familia biológica y de amigues. Me faltan además las idas y vueltas hasta la ciudad y los recorridos en el valle de Punilla donde vivo. Extraño también los viajes, cortos o largos, que surgen casi siempre por trabajo con los encuentros y desafíos que exige concretarlos. Dinámicas de movimientos y distancias que permiten también la agradecida vuelta a casa, a mi querido barrio que es la comunidad adonde eche raíces.
La agenda prevista para 2020 con hermosos proyectos y curadurías para Argentina y el exterior quedó en suspensión para cuando sea posible replanificar. Esta emergencia me permite constatar una vez más que la base desde donde fluye el camino artístico es la agenda propia, esa que erotiza el propio hacer a sabiendas de la otredad, que retroalimenta las ganas y el amor por el oficio a pesar que como ahora las condiciones y los desafíos laborales se complejizan aún más.
Obras: A principio de marzo unas semanas antes del inicio oficial de la cuarentena (aislamiento social preventivo y obligatorio en nuestro país) ya había comenzado a trabajar en “La profecía del ciempiés” un políptico de seis partes con la lógica de un rompecabezas cuyas medidas son de 1,10 x 2,10 metros. Esta es una nueva pieza para la serie ´Bidimensiones Textiles´, familia de tapices y relieves donde exploro la composición y la narrativa en el soporte textil montado sobre bastidor.
¨La profecía del ciempiés¨ surge del juego con los materiales y la técnica del ensamble textil mediante la costura y el bordado en dinámicas constructivas vinculadas al lenguaje del patchworck. No parto de un plan totalmente definido, sino que intento generar la apertura de un proceso incierto cargado de deseo y en conversación con los seres/personajes que se van manifestando y de lo cuales soy un atento interlocutor. Como en las anteriores piezas de esta serie la vivencia matérica y táctil permite el cultivo de la esencia narrativa de la escena resultante. Siendo ahora mediados de junio llevo tres meses y medio en este proyecto.
Orden: En simultáneo y en relación a disponer de más tiempo aproveché a seguir organizando el depósito de obras y el taller. Sobretodo continuar la sistematización de materiales y herramientas. Los insumos textiles en particular las telas son complejos de mantener al alcance a razón de ser tantas y estar en permanentemente incremento ya sea por adquisición, por donaciones como por reciclaje de ropa de la familia y telas que encuentro del modo más insólito.
Logré una disposición más práctica a partir de la variedad, el tamaño y la características de cada elemento: textura, grosor, color, paleta, tipo, estado, etc. Lo mismo para los insumos y elementos cerámicos o los papeles y soportes para dibujos o pinturas. Con el tiempo cada vez doy más valor a la organización y a un orden coherente en mi taller lo que es para mi que soy bastante caótico es un trabajo de discernimiento y conciencia.
Escritura: en estos meses estuve escribiendo con más regularidad. Finalicé dos textos pendientes ambos son encargos de admirados y valiosos colegas. El primer escrito es ‘’Rhodea” para el proyecto homónimo de Miguel Ronsino en Galería Isabel Anchorena en ciudad de Buenos Aires. El segundo texto se trata de “Sobre coser y bordar” para un proyecto curado por David Brito y Federico Alonso que hace eje en la obra de jóvenes artistas que se interesan y producen desde el bordado, proyecto a realizarse en La Casa de la Cultura de la Ciudad de Río Cuarto. Ambos proyectos a reprogramarse para meses venideros.
La estrategia de aprovechar el tiempo es para mi poner máxima atención a lo que traen estos instantes. Atención a la micro acción como son el autocuidado y la solidaridad inmediata. Ello con más razón al observar como las variables geopolíticas son aún más complejas, emergen polarizaciones e hitos que resultarán bisagras rechinantes para los países y sociedades ¿Será un despertar? será un más doloroso letargo?
Ante este escenario global cuasi profético y confuso el contexto de esta pandemia brinda la posibilidad intrínseca de profundizar. Tiempo es la palabra transversal y reincidente que nos interpela de pronto me parecieran más cercanas y posibles otras performances humanas, intuyo la configuración de un nuevo presente que surja de los recursos imprevisibles de la capacidad humana y en alianza utópica con lo increíble.
Estamos por momentos con una un sentimiento interrogado y una mirada asombrada que requiere más apertura. Como diría Hypatia “ojos nuevos para ver” ya que nuevas geometrías emergen. Tras oscuros velos se cae la lógica de la normalidad precedente, nuevas inteligencias iluminan la opacidad de lo impuesto. Quizás esto nos permita registrar y conectar con un sentido de realidad que marca y señala nuestra Madre la Tierra."
Alejandro Bovo Theiler. La Falda, 2020 -©2020BovoTheiler/SAVA , Buenos Aires-