Nota publicada online
Una exposición superadora que convocó 4400 postulantes. El 1er. Premio Adquisición de $ 100.000 fue para Juan Reos por su obra “ANTES / un mundo sin reliquias”.
La nueva edición del Premio Itaú a las Artes Visuales se presenta como una exposición superadora y es que, por decisión de la curadora Adriana Lauría y de la coordinadora Eugenia Garay Basualdo, este año se exhiben trabajos de 97 artistas, casi el doble que en ediciones pasadas. La selección (realizada sobre una base de 4.400 postulantes) está dividida por las tradicionales disciplinas de pintura, fotografía, escultura, grabado y dibujo y las más contemporáneas de objetos, videos e instalaciones, a las que se suma la categoría de “Arte con Realidad Aumentada” que apuesta a la valorización de la conexión arte y tecnología.
“Deslimitación disciplinar, exploración de temáticas apremiantes, búsqueda expresiva con nuevos medios sin olvidar los consagrados –con frecuencia combinados para alcanzar resultados inéditos- parecen ser algunos de los perfiles salientes del arte contemporáneo que, en la era de las comunicaciones instantáneas y universales, son también las del arte argentino actual”, señala el texto que introduce a las salas de la Casa Nacional del Bicentenario. Y, todo parece indicar, que responderá a la pregunta: ¿qué elementos se tienen en cuenta al premiar una obra?
Originalidad, presentación y reflexión sobre el proceso de trabajo parecen ser las premisas sobre las que se basaron Valeria González, Eduardo Stupía y Mariano Sardón, integrantes del jurado de premiación. Juan Reos se llevó el primer premio por Antes/un mundo sin reliquias, una suerte de inventario de grabados y textos que recrean historias mitológicas del arte argentino de los años sesenta que nunca fueron documentadas, como la performance (si es válida la palabra para el momento histórico) “Bonino aclara ciertas dudas” que, mediante un idioma de su propia invención, realizó Jorge Bonino en Córdoba o el ya popular “Greco Puto” que el artista Alberto Greco escribía en las paredes de los baños de Paris y Buenos Aires.
Tanto el segundo como el tercer premio se entregaron a artistas mujeres y a obras inscriptas dentro de la categoría de fotografía pero, a juzgar por la presentación, ambos trabajos trascienden el límite impuesto por la disciplina para realizar un comentario sobre su formato. Marea negra de Florencia Levy hace espejo en dos fotografías colgadas como libro que ilustran el campo objetivo y subjetivo de la inusitada violencia al medioambiente.
Moonlight #1 de Erica Bohm (tercer premio) indaga las posibilidades de la fotografía estenopeica (exponiéndolas en una vitrina a la manera de un museo de ciencias) siguiendo el curso de la luz de la luna en su ya conocidas exploraciones de lo lejano y desconocido.
Además, se entregaron menciones de honor a María Lorena Fernández Núñez por Heroína (estudio) un políptico que rescata de retratos y gestos clásicos de la historia del arte y, al dúo Los Picoletos integrado por Dante Litvak y Fabro Tranchida, quienes presentaron una nueva versión del Carro Nº 6, una suerte de altar a la cultura skater y punk con fotografías, fanzines, frases y dibujos con guiños queer.
A su vez, los dos instalaciones de la categoría Arte con Realidad Aumentada que merecieron un premio especial (deberíamos decir un impulso más que gratificante para un arte de difícil producción) del jurado integrado por Alejandro Schianchi, Mariela Yeregui y Patricia Rizzo son:Efímera, la flor en el eclipse de Yasmín Reguero y Magalí Matilla Santoro y Hombres de piedra de Flavio Bevilacqua (Neuquén).
Contra todos los hábitos de no señalamiento del arte contemporáneo la exhibición del Premio Itaú a las Artes Visuales presenta los trabajos de los artistas con la descripción que adjuntaron al momento de la convocatoria. Una inclusión más que acertada pues no solo vemos las obras sino también oímos la voz de los artistas.
Sobre los premiados:
1º PREMIO - Juan Reos
Antes/un mundo sin reliquias, 2017
Grabados y textos s/papel
130 x 150 cm
Antes de la invención de la fotografía se creaban reproducciones de obras de arte de manera manual, con grabados en aguafuerte y aguatinta. Para el proyecto Antes tomé este atávico método de registro para recrear en grabado muchas obras y episodios del arte argentino de los años ‘60 que nunca fueron documentados y de los que solo tenemos sus relatos, siempre ambiguos y cambiantes. Un juego imaginario con los límites de la representación y nuestro imaginario histórico.
2º PREMIO - Florencia Levy (Buenos Aires)
Marea negra, 2017
Dos fotografías –toma directa impresa s/papel de algodón– colocadas en ángulo con bisagras
Total instalado: 60 x 120 x 30 cm
Un hombre solo es iluminado por la luz de una pantalla. Un pequeño derrame de gasolina en el suelo húmedo queda flotando producto de lo inmiscible del hidrocarburo. En otra escala, lo mismo sucede cuando existe un derrame de petróleo en el mar debido a un accidente o una práctica inadecuada que contamina el medioambiente, afectando el ecosistema y generando catástrofes naturales, muchas veces irreversibles.
3º PREMIO - Érica Bohm
Moonlight #1, 2017
Fotografías estenopeicas y mesa-vitrina
80 x 150 x 80 cm
Esta serie de fotografías fueron realizadas con cámaras estenopeicas que han sido construidas especialmente para capturar el tránsito de la luna y el movimiento de la tierra sobre un papel fotosensible. A cada noche pasada, calculando cuidadosamente los tiempos, corresponde una imagen única: un negativo de la luz del sol reflejada por la superficie lunar muestra el camino de la luna en forma de líneas más o menos espesas y largas. Los tiempos de exposición registrados van de 30 minutos a 9 horas.
1º PREMIO Premio especial Arte con Realidad Aumentada
Yasmín Reguero y Magalí Matilla Satoro (Buenos Aires)
Efímera, la flor del eclipse, 2017-2018
Instalación con Realidad aumentada
100 x 100 x 50 cm
Es una pieza instalativa de realidad aumentada locativa. La interactividad permite contemplar el florecimiento de una especie durante el eclipse. Inspirado en la tradición japonesa Hanami (ver la belleza de las flores), es una pausa para observar un maravilloso devenir. Comprende inmaterialidad, temporalidad cíclica, sutileza y belleza. Las flores fueron creadas con libertad poética como una síntesis conceptual y morfológica.
Mención de honor, Premio especial Arte con Realidad Aumentada
Flavio Bevilacqua
Hombres de piedra, 2018
Instalación con Realidad aumentada
80 x 90 x 90 cm
De aspecto lúdico, se trata de una obra en la cual los espectadores pueden acomodar, a su gusto, a unos personajes que corren y arrojan piedras. Estos personajes no tienen cabeza. No sabemos si esto es así porque nunca la han tenido o porque se las han quitado. De robustos brazos y piernas, no tienen ojos, pero ostentan una buena puntería cuando se arrojan piedras unos contra otros. Lúdico y patético a la vez, se juega sobre una mesa con seres que se matan unos a otros. Es un juego triste.
La muestra se puede recorrer hasta el 1º de julio en la Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985, Ciudad de Buenos Aires. Pasen, vean y hagan su propia premiación.