Nota publicada online

miércoles 14 de abril, 2021
Premio Itaú en "Google Arts & Culture"
Premio Fundación Itaú Argentina undécima edición
Catellani, Vanesa
por Vanesa Catellani
Primer Premio a la videoinstalación "Instancias de lucha" de Gabriela Golder
Primer Premio a la videoinstalación "Instancias de lucha" de Gabriela Golder

Conversamos con Adriana Lauria curadora del Premio Itaú (2017-2020) sobre las particularidades de realizar una curaduría virtual en la onceava edición del premio, con la novedad de implementar un montaje dentro de la plataforma "Google Arts & Culture"

La pandemia nos llevó a repensar y crear nuevas formas para visualizar y seguir disfrutando de todas las maravillas que nos ofrece el arte. En esta edición del premio, Fundación Itaú, decidió que la exposición se desarrollara en forma virtual dentro de la plataforma "Google Arts & Culture" además del desarrollo de su catálogo virtual.

Link al catálogo virtual Premio Itaú Artes Visuales 2019-2020

Link al Premio Itaú 2019-2020 en Google Arts & Culture

Esto obligó  a la curadora a repensar sobre una nueva forma de presencialidad en la exposición virtual. Mantuvimos un diálogo sustancioso con Adriana Lauria sobre los  desafíos y ella nos brindó su cultivadora mirada. Aquí compartimos parte de la entrevista y desplegamos una reseña sobre nuestra conversación:

 

La plataforma de Google plantea una serie de dificultades para subir la información "es una plataforma abierta a la que uno debe adecuarse, no podés poner énfasis en ningún texto. No hay tipos de letras como bastardillas o negritas, ni formatos para títulos y, además, restringe mucho la extensión de los textos. En este caso es imprescindible el catálogo, funciona como una exposición más y están todos los links a los videos. Cómo se demoraba la implementación dentro de la plataforma de Google, nos apuramos en desarrollar el catálogo lo más completo posible.

En un principio la muestra se pensó y se trabajó con el equipo curatorial sobre el desarrollo de una exposición presencial como en las anteriores ediciones, y así lo explica en su texto curatorial “Organizar un premio de arte tiene varios momentos. Etapas que se planifican como un todo, que tienen un cronograma a cumplir. En esta ocasión ese itinerario fue abruptamente interrumpido por una pandemia que trastocó nuestras existencias. La preservación de la salud requirió de medidas sanitarias estrictas, cancelando todo acontecimiento que requiriera contacto con los otros. Y una exposición en salas se hizo inviable.” 

Esta edición comenzó en octubre del 2019 con la inscripción de 2784 aplicaciones, de las que se seleccionaron 64 piezas, y resalta en su texto “Recordemos que este certamen ha instrumentado desde sus inicios, hace 11 años, plataformas de inscripción de artistas y obras en Internet, lo que garantiza la participación de creadores de provincias, dándole un verdadero carácter federal. Los jurados de selección también usan este recurso, lo que permite convocar a especialistas de distintas zonas del país, diversificando miradas y aportando perspectivas regionales.” En nuestro diálogo remarcó “Fundación Itaú se ocupa del traslado de los trabajos finalistas desde provincias para acompañar a los artistas y que el premio se desarrolle con verdadero sentido federal."

Puse énfasis en la entrega de los premios, y la Fundación me secundó. La preocupación era realizar la premiación lo antes posible ya que se veían las consecuencias de la pandemia que atacaron la salud primero, y luego las economías de muchos y las particulares de cultura y de los artistas que, en general, se encuentran en situaciones muy lábiles.”  

 

El trabajo curatorial tomó forma editorial para poder generar un sentido a través de los textos que fundamentan cada núcleo y analizan los trabajos de los artistas. “En este caso analizo obra por obra, dentro de su núcleo de referencia, precedido por un texto introductorio que lo fundamenta. También se agregaron los escritos de argumentación del jurado y Eugenia Garay Basualdo elaboró las biografías de los seleccionados.” Para que esta curaduría cobrara sentido y se estableciera el diálogo entre los trabajos, se tuvo que conceptualizar explícitamente en algunos casos para ayudar a la percepción de la de la obra, lo que implicó un trabajo extra para algunos artista, quienes tuvieron que desarrollar videos para mostrar y hacer explícitos la materialidad y el funcionamientos de sus piezas “Por ejemplo Arturo Aguiar explicó el procedimiento de su trabajo, que consiste en una fotografía de toma directa y que no es el resultado de manipulación alguna, ni de laboratorio ni a través de un procesador digital, sino una performance que realiza con la luz, muy bien introducido en el breve video que acompaña su obra.”

Los núcleos están basados en las preocupaciones que pusieron en evidencia las obras de los artistas: preocupaciones ecológicas, socioeconómicas, por el uso de los materiales, por la teatralidad de lagunas expresiones, por la diversidad cultural, por la memoria y la historia, y por las distintas perspectivas de género como la gay-trans del video de Lolo y Lauti, o la valoración del trabajo de las artistas mujeres, muy presente en una serie de retratos desarrollados por Majo Arrigoni y Laura Bettini, que representan la mirada feminista.

 

En el texto curatorial, Adriana Lauria remarca cierta preocupación por la pérdida de la experiencia presencial tanto en obras realizadas con técnicas tradicionales de la artes plásticas, como en piezas fotográficas, videos y sus variantes como la video instalación “Estas manifestaciones de las artes visuales tienen una dimensión háptica que las define desde el punto de vista perceptual y hace a la construcción de significados.” En ese sentido conversamos sobre esa dimensión “es una preocupación a la hora del montaje presencial, desde la tecnología con la que debe contar el espacio de exhibición, sobre todo cuando los artistas trabajan con las últimas tecnologías y uno en sala a veces cuenta con un aparato reproductor  antiguo. Por ejemplo, el video de Juan Sorrentino “Los vuelos de la muerte”, que tiene un énfasis en el sonido que responde a la especialidad del artista en arte sonoro, pero que en esta muestra virtual ya no depende tanto ni de él ni del curador y la infraestructura con la que cuente para reproducirlo en sala.”

 

Agradecemos las palabras de Adriana Lauria y su trabajo curatorial, en el que hace hincapié en respetar la visibilidad de las obras, tratando de interpretar lo más fielmente posible las creaciones de los artistas. No se pierdan el navegar por el catálogo y la exposición en la plataforma Google Arts & Culture.

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