La muestra El agua que no se detiene que Teresa Pereda presenta en Sextante reúne una serie de obras correspondientes a sus últimos siete años de trabajo en soporte papel y metal consistentes en la puesta en relación de los elementos agua- tierra-hombre.

A modo de diversos ejercicios geológicos, Teresa Pereda ha experimentado con escurrimientos de agua mezclada con tierra y carbón sobre papeles en los que el agua dibuja espacios en su discurrir.

Rumor incesante de la molécula esencial para la existencia de los seres vivos. Me propongo retratar su natural movimiento. Dejo que fluya. Hago posible, en pequeña escala, desbordes, tsunamis, maremotos,  erupciones, remociones de mazas. El agua agita minúsculas partículas. Carbones, tierras, cenizas que flotan, se desplazan, reposan… para luego decantar, lentamente, cuando la aquieto. Perdura el sedimento, pluralidad del tiempo geológico y singularidad de la Tierra y del Hombre.

Sublime ámbito de encuentro y desencuentro. Naturaleza y vida cotidiana, ambas pulsan, ninguna calla. Elijoel centro, el cruce, donde estamos todos. Donde nos mezclamos con los caminos de las cosas. Bajo el nombre del Agua y de la Tierra, con la ilusión de poder compartir deseos, voluntades, paz. Y con la convicción de creer que el arte es capaz de transformar conciencias.

Dos decenios atrás, Teresa Pereda inició un giro en su programa de trabajo al incluir el material tierra en la realización de sus obras. Partiendo de un conjunto de acontecimientos particularmente generados, emprendió una serie de viajes e itinerarios a lo largo de Argentina y el territorio americano solicitando, recolectando e intercambiando tierras e historias de vida. Iniciaría así un nuevo período en su búsqueda de lo originario y del ser americano.

A partir del 2006 comenzó a experimentar con el elemento agua que se convertiría en parte central de su reflexión y producción artística. El rasgo generativo que viabiliza su trabajo es la puesta en vínculo de elementos que suscitan encuentros.

Para entender la profundidad de su gesto es necesario detenerse y observar el acuerdo que discurre secretamente cuando el hombre pone en dialogo al agua y a la tierra. En ese proceso de intercambio espontáneo, surgen figuraciones escurridas, drenadas y rastros irregulares. Todo es movido por el agua y los elementos transmutan en imágenes alquímicas. En ese acontecer, su obra se constituye como una metáfora extendida de transformación continua que permanentemente transita desde el acto subjetivo al de construcción del sentido de comunidad.

Teresa Pereda

El agua resulta un componente axial en la producción de Teresa Pereda y su reflexión sobre el Hombre, el medio ambiente en constante riesgo, la consciencia de los límites y los conceptos en puja de naturaleza y cultura. La artista delinea una sumatoria de espacios poéticos en los que pone en diálogo al agua y a la tierra, que en sincronía transmutan en imágenes alquímicas, mientras operan simbiótica y conciliatoriamente.

El rasgo generativo que viabiliza su trabajo es la puesta en vínculo de elementos que suscitan encuentros. En su acontecer, su obra se constituye como una metáfora extendida de transformación continua, en permanente transición entre el acto subjetivo y el de construcción de sentido de comunidad.

Teresa Pereda convoca y concilia sustancias distintas en un ámbito de cohabitación en armonía. Para entender la profundidad de su gesto es necesario detenerse y observar el acuerdo que discurre secretamente cuando el hombre pone en dialogo al agua y a la tierra. Estas manifestaciones alquímicas se corporizan en imágenes sincréticas que operan en un mismo tiempo simbiótica y conciliatoriamente.

Inmersa en esta realidad, la existencia de Teresa Pereda no podría pensarse ya sin una mirada antropológica, una raíz esotérica y un hacer relacional. La constante en su trabajo está signada por la presencia del vínculo al poner en contacto elementos esenciales; puntos geográficos, a partir del trazado de itinerarios; personas, en la recolección de tierra e identidades, en los gestos de entregar y restituir.

 Lucas Beccar

ENTREVERO de Jorge Sarsale

Entrevero: Acción de entreverarse. Confusión, desorden. Mezclarse desordenadamente. Dar variedad a una cosa entremezclando con ella o intercalando otra diferente. Mezcla desordenada entre personas, animales, o cosas.  (Definición tomada desde el Diccionario del uso del español de María Moliner). 

Mi  trabajo como artista se nutre de los contextos más que de la historia del arte.

Conlleva y se beneficia del pensamiento arquitectónico que se fue construyendo a partir del ejercicio profesional.

Fue en la propia práctica artística donde la investigación, apropiación, y desarrollo del uso del papel para la producción de las piezas, lo consolidó como el material fundamental.

Paralelamente a esta conclusión se abrieron otras cuestiones fundamentales en mi trabajo: la definición de la superficie del plano, como área total de intervención, como recorte arbitrario de una situación puntual, donde no existe fondo figura, donde el tratamiento de esa superficie a través del papel triturado y controladamente aplicado sobre el plano, adquiere su apariencia pictórica.

Trabajo sobre la idea de lo que no tiene visibilidad, aquello que de tanta presencia se invisibiliza, lo que esta debajo de la superficie, considerando a la superficie como esa membrana que habilita a ir mas allá de la apariencia.

Desde allí se desarrolla mi obra, resolviéndose sobre las superficies planas de telas sobre bastidor, trabajando sobre la pared misma u otras veces apropiándome del espacio con intervenciones que intentan resignificarlos.

La profundización de la investigación de la materialidad fue en paralelo con la búsqueda de la propia voz, de una propia manera de decir.

Jorge Sarsale

Entrevero

En las obras de las series Mar de fondo y Lineal trabajo con la materialidad que el papel brinda, estableciendo un diálogo fundamental con el vacío, cada una con su vibración autónoma como una microscópica miniatura abstracta.

El vacío teje y desteje, remitiéndonos a aquello que habitualmente no somos capaces de ver, o que de tan visto pierde visibilidad.

Desde el sutil entrelazamiento entre espacios ocupados y espacios vacíos, entre orgánico y artificial, interrogo los posibles mundos que nos habitan y por el mundo que habitamos.

En una intensiva y minuciosa operatoria de corte, entreverado y pegado de este material tan dúctil y liviano como esquivo y descartable, se genera una compleja estructuración del plano según, la consonancia y disonancia de estructuras marcadas por los límites de los fragmentos y no por ninguna línea trazada como tal. De este modo, las variaciones apenas detectables, minúsculas, aunque notorias en la atmósfera global de cada obra, hacen visible el intento por lograr la mayor diversidad a partir de la más imperceptible diferencia.

Para ir agendando…. El próximo sábado 29 y domingo 30 de agosto de 2015, a las 19 hs.Teresa Pereda presenta su Video ópera prima “TE NOMBRO AZUL” con música de Luciano Azzigotti y cámares de Charly Nijensohn y Juan Pablo Ferlat