Nota publicada online
Con motivo de la visita a Buenos Aires del Ministro de Cultura Gennaro Sangiuliano y una delegación del Ministerio de Cultura de Italia, el Embajador de Italia en Argentina Fabrizio Lucentini y la Directora del Instituto Cultural Italiano de Buenos Aires Livia Raponi se presentó la exposición fotográfica: “L’influenza italiana nel patrimonio architettonico di Buenos Aires”.
El Colón, el Barolo, la Biblioteca Nacional son algunos de los edificios emblemáticos que podemos admirar recorriendo la exposición como si camináramos por la ciudad gracias al original montaje de su curador, Enrico Fantoni quien cuenta en su texto cuenta su propio proceso “Llegué a la Argentina a final de los años '90. De los primeros tiempos pasados en Buenos Aires recuerdo muy claramente algo que luego, con el pasar de los años y de las décadas, siempre me pareció extraño: a pesar de estar tan lejos de casa, de la Toscana desde donde me había marchado, casi nunca sentía nostalgia de mi tierra natal. Y ojo, eran épocas esas en las cuales no existía todavía ningún artilugio tecnológico capaz de aliviar las penas del emigrante, que debía recurrir a un sobre repleto de estampillas o a costosísimos llamados telefónicos para sentir de nuevo el calor de su casa. En realidad, no tenía nostalgia de mi tierra porque vivía en la ilusión que fuera suficiente tomar un tren y viajar durante algunas horas - dos o tres, máximo - para poder abrazar a mis seres queridos, ver la plaza de mi pueblo, tomarme un café en mi bar preferido, con los amigos de siempre. Que Italia estaba ahí nomás, al alcance de la mano - y no a más de diez mil kilómetros de distancia.
Cuando por primera vez tuve en mis manos el libro producido por la Embajada de Italia e del cual provienen la inspiración, el material y la razón de ser de esta muestra, entendí de inmediato la razón de esa primitiva sensación que tanto me había intrigado. Ningún italiano, sin importar de qué lugar, se siente un extranjero, en Buenos Aires. Porque Buenos Aires se parece a casa - se parece a Turín, a Génova; o quizás a Roma, o a Nápoles. A veces un poco a Florencia, también. Y lo que la hace tan parecida a una ciudad italiana, más allá del origen genético de gran parte de su población, son sus edificios. Muchos de los cuales - los más icónicos, en realidad - fueron diseñados por arquitectos italianos. Para esta muestra elegimos 10 de ellos (sin embargo, en el libro hay muchos más, la Casa Rosada, el Cabildo, la Usina del Arte y otros). Y basándonos en estos diez notables edificios armamos un recorrido que los invitamos a descubrir. En el camino, encontrarán imágenes e informaciones sobre las obras y las vidas de sus creadores. Esperamos que puedan mirar estos diez emblemáticos edificios bajo una nueva luz en búsqueda de las muchas, muchísimas huellas de Italia que dieron a las calles de Buenos Aires su estilo y su forma, ambas únicas.”
Una interesante manera de caminar por nuestra ciudad!