En el libro En busca del eslabón perdido: arte y tecnología en la Argentina, la especialista argentina en arte y tecnología Jazmín Adler explica que Christiane Paul en Digital Art de 2008 “establece una diferencia entre las manifestaciones que hacen uso de las tecnologías digitales como herramienta (tool) para la realización de objetos tradicionales –como fotografías,printsy esculturas- y aquellas prácticas que adoptan las tecnologías como medio (medium), no solo durante el desarrollo de los proyectos, sino también en el almacenamiento de los datos que integran las obras y en su exhibición.” (Adler, 2020:208) Podríamos decir que en la exposiciónCruce de tiemposde la artista y curadora Patricia Hakim ocurren ambas cosas. Hasta el 15 de junio en El Obrador (Mitre 1670, CABA) se muestran los resultados de unwork in progressque, en los últimos años, tuvo diversas instancias de producción y exhibición en Argentina y el exterior: “QR: ENTRE LO ANCESTRAL Y EL FUTURO” (2016/2019) y “QR+COVID” (2020/2023).

En paredes y piso se exhiben obras textiles de distintos materiales con diseños de códigos QR que Hakim envió a artesanos para que reproduzcan en sus técnicas. A esto se suma la interacción del visitante que, al escanear cada código QR, accede al video en el que cada artesano explica cómo produjo su pieza. Esta plataforma de intercambio construida por la artista no solo visibiliza el trabajo de los artesanos, sino que da a conocer qué les significó producir según un diseño ajeno a sus tradiciones. El trabajo se completa con una pieza clave para la exposición: una pequeña escultura hecha mediante Impresión 3D, desarrollada por Hakim y el diseñador industrial Jorge Chernoff, que tiene apariencia futurista e iluminación propia, y lleva impresos los códigos QR de los textiles para ser escaneados por el espectador.

Por otra parte, se encuentra una instalación integrada por diez cabezas realizadas con Impresión 3D –réplicas de la de Hakim- por Tomás Chernoff, que sirven para exponer 7 tapabocas artesanales y 4 impresos en 3D. De manera performática, la artista intervino como modelo para encontrar la forma de mostrar estos tapabocas que simbolizan el cambio del contexto global que, luego de una pandemia, incorporó un elemento de anterior uso médico, o sanitario, para un uso cotidiano en todo el mundo.   

En esta exposición, siguiendo lo citado por Adler, las tecnologías como el QR, el video y la Impresión 3D son utilizadas como herramientas y medios para el desarrollo y la exhibición de un proyecto de una artista – curadora. Esta posibilidad, nos lleva a preguntar: ¿Cómo proporcionarle vigencia a lo ancestral en un presente donde el funcionamiento social diario está atravesado, casi en tu totalidad, por las tecnologías actuales puestas al servicio automatizado de las actividades cotidianas, incluido el arte? La permanencia de las prácticas textiles en el ámbito del arte contemporáneo de la última década apuntan al rescate de técnicas artesanales casi perdidas y autores que se ven en la disyuntiva de intercambiar, con artistas visuales, aquellos conocimientos que les fueron trasmitidos de generación en generación por la oralidad y el quehacer mismo. Los artistas, por su parte, aprenden tales técnicas, las adaptan y actualizan según sus estilos, materiales y conceptos, con el fin de emplearlas en obras actuales. Desde un enfoque curatorial y pensando en el espectador, estos cruces entre artesanos y artistas, y entre el pasado y el presente, como coordenadas de tiempos y espacios, nos llevan a lo que señaló Rancière sobre la experiencia estética del arte reciente: “es una reconfiguración de los espacios-tiempos de una sociedad.” (2005:69) Por esta razón, consideramos que lo planteado por Hakim compone una obra multidisciplinar, que se agencia de varias tecnologías en un trabajo procesual que necesita de la Internet para ser efectuado. Este no es un dato menor, debido a que por los años de duración de la propuesta y las distintas ubicaciones geográficas de los involucrados, la obra conlleva, a la vez, la realización de una performance múltiple en la que jugaron un papel preponderante muchos colaboradores. Pero, sobre todo, hubo una artista que ideó una proposición diferente sobre la posibilidad de dotar al textil de una característica “permeable” de ser expuesto de un modo actual pero como una tecnología del pasado. Esto le permite al espectador, de manera inédita, interactuar mediante dispositivos electrónicos con múltiples obras textiles gracias al escaneo de códigos QR, una oportunidad que lo incorpora en la obra, o en la performance múltiple de forma activa. Una gran acierto de Patricia Hakim.