Nota publicada online
Hoy viernes 12 de abril, a las 18, 30 hs, el Museo Nacional de Bellas Artes reabrirá sus puertas con espacios renovados, salas de exposición permanente de arte prehispánico y colonial, y tres importantes muestras temporarias
El Museo Nacional de Bellas Artes reabrirá sus puertas al público el 12 de abril próximo, a las 18, con la presentación de las nuevas salas de exposición permanente que albergarán las colecciones de arte prehispánico y colonial, y tres muestras temporarias: “Carlos Alonso. Pintura y memoria”, “Diana Dowek. Paisajes insumisos” y “Ninfas, serpientes, constelaciones. La teoría artística de Aby Warburg”, realizada junto con la Biblioteca Nacional, como parte del Simposio Internacional Warburg 2019.
La renovación de la planta baja concretada entre febrero y abril de 2019 responde a un plan de optimización de los espacios del Bellas Artes iniciado en 2016 con las obras de accesibilidad y recuperación del diseño original de Alejandro Bustillo.
Para facilitar el recorrido del público por la planta baja se diseñó un esquema de circulación más eficiente, que organiza de forma cronológica los sectores de exposición, siguiendo un eje de distribución central de las salas. A ello se suman la puesta en valor de la fachada y la apertura de nuevo espacio dedicado a la tienda del museo, ubicado en un lugar privilegiado del hall de ingreso.
En la planta baja, podrá iniciarse un recorrido cronológico latinoamericano a partir de la exhibición permanente de arte prehispánico, siguiendo por el arte colonial, hasta el arte argentino del siglo XIX. En el nuevo guión de arte nacional de este período, se incluye la obra “Soldado de la guardia de Rosas” (1842), del artista francés Raymond Quinsac Monvoisin, cedido en préstamo, proveniente de una colección particular. Esta iniciativa tiene por objetivo generar un diálogo entre obras invitadas con el acervo del Bellas Artes.
En total, habrá seis salas dedicadas al arte americano, desde la época prehispánica hasta el Centenario.
“La decisión de honrar esa memoria visual –explica Andrés Duprat, director del Bellas Artes– obedece tanto a una intención de reparación, de justicia histórica, como, ante todo, de justicia poética: recuperar en la escena del Museo la potencia de una producción que suele permanecer oculta a nuestros ojos. A la vez, permite releer la historia visual del territorio, pues es posible construir series con las vertientes plásticas que dialogaron con ella”.
En la sala de arte prehispánico, se reunirán las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y de la Cancillería argentina. Con curaduría de María Alba Bovisio, podrán verse cerca de 380 piezas de las diversas culturas del Noroeste Argentino –entre ellas, Ciénaga, Aguada, Condorhuasi, Alamito, Tafí, Santamariana y Candelaria–, datadas entre los siglos V a. C. y XV. En tanto, del período colonial, se exhibirán las Tablas de la Conquista de México, realizadas por Miguel Gonzales entre 1696 y 1715.
Además, en la planta baja se exhibirá el dibujo del artista italiano del siglo XVII Luca Giordano, adquirido en 2017 por la Asociación Amigos del Bellas Artes. Se trata de un boceto preparatorio del óleo “Presentación de Jacob a Isaac”, perteneciente a la colección del Museo.
El 12 abril, también se iniciará el calendario anual de exhibiciones con tres muestras temporarias, dos de ellas, de artistas argentinos: “Carlos Alonso. Pintura y memoria” y “Diana Dowek. Paisajes insumisos”. A ellas se suma “Ninfas, serpientes, constelaciones. La teoría artística de Aby Warburg”, la exhibición curada por José Emilio Burucúa que recoge las principales ideas del historiador de las imágenes alemán Aby Warburg (1866-1929).