Nota publicada online
A 40 años del último golpe de Estado, el Museo Nacional de Bellas Artes conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con la exhibición, del 22 al 27 de marzo, en su hall de entrada, de una pieza emblemática de su patrimonio: la escultura “Sin título”, de Norberto Gómez.
Realizada entre 1978 y 1979, la obra está trabajada en resina poliéster y forma parte de la colección permanente del Museo, donde habitualmente se exhibe en la sala 40, que alberga arte argentino de los años 80. La escultura muestra un cuerpo humano, aunque no completamente identificable, que se fusiona con estructuras geométricas. Articulaciones imaginarias, pero intensamente verosímiles, que imbrican huesos, tendones y ligamentos, conforman las líneas de tensión que resuelven su composición. Asimismo, la superficie irregular lograda por el modelado directo del material y la pigmentación terrosa enfatizan la idea del fragmento orgánico.
Hacia fines de la década del 70, la obra de Gómez evidenció un cambio fundamental: el desplazamiento desde la representación de estructuras geométricas e inorgánicas hacia las formas internas del cuerpo, sin descuidar su interés por la inestabilidad de la materia, sus estados y transformaciones. Cuerpos seccionados y desmembrados, que en algunas oportunidades habían perdido la distinción entre su interior y exterior, o en otras, la distinción entre lo humano y lo bestial. La producción de estas provocadoras imágenes en coincidencia con la última dictadura militar las convirtió en testimonio de una realidad siniestra. Los estados de transición/descomposición, híbridos, inestables, connotaban el contexto de violencia y aniquilamiento que signó a la Argentina de los 70.
En 1983, cuando Norberto Gómez cerraba este ciclo de su producción, que había comenzado cinco años antes, Luis Felipe Noé escribió: “Tuve la sensación de que Gómez será uno de los muy pocos artistas que dejará vivo y elocuente testimonio de esta era de muerte que nos tocó vivir”.