Nota publicada online

lunes 30 de mayo, 2022
Nora Aslán
Su Calidoscopio gira en Gachi Prieto
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Nora Aslán

La muestra presenta una serie de trabajos recientes e inéditos realizados por Nora Aslan en pleno confinamiento. Una obra que despliega un nuevo repertorio de sentidos, que sigue trabajando sobre el fragmento pero lanzada a explorar y releer su propio archivo, y a indagar en la incertidumbre del entorno.
Caleidoscopio es un recorrido a través de tesoros escondidos, hallazgos imposibles, testigos, e imágenes que cambian de sentido y generan relaciones sorpresivas.

Sorpresa, magia, explosión de formas y colores, arte y ciencia. Todo está contenido en un calidoscopio, ese instrumento óptico sencillo pero que al mismo tiempo produce un efecto visual muy atractivo. Compuesto por tres espejos enfrentados que forman un prisma triangular, su resultado da lugar a fascinantes posibilidades. Cada giro es un mundo nuevo que nos abre a la libertad y éste es el sentido que Nora Asán quiso darle a su muestra.

Recordemos que Nora Aslan fue la única artista argentina invitada por el MUMOK de Viena a participar de la muestra “Prosperous Poison”, en 2016, junto a artistas como Cándida Hofer, Louise Bourgeois y Sophie Calle. Una exhibición planteaba un reordenamiento de los conceptos y movimientos que subyacen la discusión sobre el arte después de 1945, entre la experiencia de la posguerra y el realismo capitalista. Con la esperanza de que tal reestructuración genere las condiciones en las que algo puedan surgir, aceptando el riesgo de que no suceda. Curiosamente similar a lo que nos sucede hoy con la pandemia.

Como afirma María Alejandra Gatti, autora del y texto, “Caleidoscopio parte de un proceso atravesado por acciones encadenadas. Acciones que fueron respuestas a un contexto plagado del NO se puede. Un contexto limitante, que pese a su densidad, fue el marco de una serie de hallazgos inesperados. La muestra presenta una serie de trabajos recientes e inéditos realizados por Nora Aslan en pleno confinamiento. Una obra que despliega un nuevo repertorio de sentidos, que trabaja una vez más sobre el fragmento, pero lanzada a explorar y releer su propio archivo, y a sumergirse en la incertidumbre del entorno. Caleidoscopio es un recorrido a través de tesoros escondidos, hallazgos imposibles, testigos e imágenes que cambian de sentido y generan relaciones sorpresivas."

Para la artista, “En pandemia todos miramos hacia adentro, rememoramos nuestras historias a  través de álbumes de familia. La primera parte de ella la pasé encerrada sin poder ir a trabajar a mi taller con la dramática y cercana sensación de que el mundo puede terminarse y es ahora”. Este límite, el encierro, los espacios reducidos y el cuidado desde lo prohibitivo: NO salir, NO tocar, NO compartir, dieron lugar a obra que nos recibe el hall de acceso a la galería. La serie del NO, a partir de publicaciones de su propio Instagram en el que subía entre 3 y 6 imágenes por día, relacionadas a las sensaciones que la invadían.

En una segunda etapa, en la que gracias a un permiso pudo trasladarse a trabajar en su taller, realizó las cuatro grandes obras que son el núcleo central de la muestra. Un gran plano vacío, “el plano de la incertidumbre en la que todos estuvimos inmersos” y otro más chico donde están todos los señalamientos con figuras y fotos encontradas, de trabajos anteriores "porque en ese momento no podía salir a hacerlas". El origen del mundo, la naturaleza, la historia, la cultura están presentes en estas obras. Pájaros con alas de plástico, pájaros ciegos, libros incunables, la biblia, lenguas de fuego, un Yocai que huye, animales que se refugian en el bosque y más tarde avanzan dentro de las ciudades vacías.

La pared que enfrenta a estas cuatro grandes obras Nora la convierte en un gran calidoscopio. Planos de color habitados por sueños y fantasías. Se trata de inimaginables objetos, muñecos, juguetes, pequeñas porcelanas, plumas, incluso antiguas fotos, muchos comprados en el Mercado de Dorrego, entre los que se establecen infinitos vínculos que hablan de situaciones cotidianas, unas y sorprendentes, otras; festivas, algunas y dramáticas, otras. Todo aquello que puede ser parte de una realidad, bajo su mirada sagaz, llena de humor e ironía. Entre ambas paredes una lujosa capa -una obra de los 80- flota en el espacio, coronada y representa al “rey que está desnudo”. Tal vez seamos nosotros mismos.

Una muestra para, hacer girar el calidoscopio de Nora Aslán, volver a mirar y dejarse perder para percibir las propias emociones que ésta nos produce.

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