Nota publicada online
Arquitecto, coleccionista, pionero del land-art y recordado por colorear el Gran canal en 1968, durante la Bienal de Venecia, falleció a los 78 años en Buenos Aires.
Humanista, utópico y soñador, Nicolas García Uriburu, a través de su arte denunció la contaminación, los antagonismos entre la naturaleza y la civilización y, desde muy temprano, adhirió a las causas ecológicas. Pintó la naturaleza y los animales en vías de extinción y fue un pionero del “land art”.
En 1968 Nicolás García Uriburu intervino el gran Canal en la Bienal de Venecia y, en 2010, en el marco de la celebración del Bicentenario, de verde las aguas del Riachuelo. Con estas acciones buscó generar una toma de conciencia mediante una denuncia simbólica a través de un acto estético. Trabajó junto a Joseph Beuys en distintas oportunidades, la Coloración del Rin en 1981 y la plantación de 7000 robles durante la Documenta 7 de 1981.
Reconocido con varios premios internacionales; en 1998, obtiene el Gran Premio de Pintura Nacional y, en 2000, el Premio a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes.
Fue miembro de la Academia de Bellas Artes y presidente de la Fundación que lleva su nombre en Buenos Aires, dedicada al estudio del arte de los pueblos originarios de América. En Uruguay fue curador vitalicio del museo que lleva su nombre en la ciudad de Maldonado, en donde se exhibe la Colección de Pintura y Escultura Nacional, que el artista donó al estado uruguayo.
Recordaremos siempre su verde esperanza, que ya es una marca registrada.