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Arbórea Magna, implantada en el Parque de la Innovación, un novedoso predio de 12 hectáreas de la Ciudad que promueve y facilita la colaboración entre emprendedores, estudiantes e investigadores, es el símbolo de un futuro promisorio.
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, es algo que al ser humano le reafirma el sentido de trascendencia. También habla de cuidar nuestro entorno buscando mejorar el bienestar mientras que se reducen de forma significativa los riesgos medioambientales.
Pero este árbol es diferente a todos; se trata de una escultura monumental que mide 34 metros y 16 de diámetro con aplicaciones de cerámica y luces led en cada una de sus 764 hojas, programadas para ofrecer un espectáculo maravilloso por las noches.
Arbórea Magna de Nicola Costantino (Rosario, 1964), está implantada en el Parque de la Innovación ubicado en el barrio de Núñez, una iniciativa público-privada de la que participan Universidades y un edificio de co-working dentro de un predio de 12 hectáreas de la Ciudad de Buenos Aires donde funcionaba el Tiro Federal. Un nuevo espacio donde se potencian las actividades de emprendedores, estudiantes e investigadores, facilitando el encuentro entre ellos y generando sinergias con instituciones innovadoras públicas y privadas de la Argentina y del mundo, con especial foco en educación, salud y tecnologías de frontera.
Arbórea Magna es el resultado de un concurso abierto, en 2022, para artistas visuales que quisieran postular ideas para la creación de una obra de arte público e inédita concebida especialmente para el Parque de Innovación y en el que Nicola Costantino obtuvo el primer premio.
Su árbol cuenta con un sistema de iluminación, desarrollado ad hoc por la arquitecta y especialista en diseño de iluminación Eli Sirlin, en conjunto con la empresa Signify. Está implantado en una isla, con agua a su alrededor, totalmente cubierta de mosaicos con diseños de la artista y unas rampas pasarelas para que el público pueda acercarse y apreciar los delicados diseños de la cerámica. Así la obra ha sido concebida para ser vista de lejos y de cerca.
Su corteza presenta un total de 17.055 piezas de cerámica realizadas con la técnica nerikomi, una técnica tradicional japonesa para crear patrones con arcilla coloreada antes de ser cocida. La cerámica en los rosetones presenta un total de 10.920 piezas individuales con un diseño vegetal y floral, de estructura concéntrica y perímetro irregular. Y, otro dato de color: el proceso creativo del arte cerámico de Arbórea Magna fue realizado de manera colaborativa.
Nicola Costantino al plantar este enorme árbol, su Arbórea Magna nos muestra, una vez más, su enorme capacidad de creación. Este año fue, sin dudas, de una actividad fuera de lo común, en el mes de marzo inauguró PaRDes, el jardín del tiempo suspendido, en Fundación Santander, una muestra que puede visitarse hasta fin de mes y en la que se exhiben espectaculares ramos de flores realizados con la técnica nerikomi. Flores en las que Nicola “rescata la finitud y la fragilidad de la vida y la belleza, porque siento que, antes del siglo XX, en el arte había un gran valor poético que vale la pena rescatar para la contemporaneidad.” Y una iniciativa que además tiene una implicación social, ya que fue realizado junto con integrantes de la Fundación Todavía es Tiempo.
Recientemente presentó Artista Ex Machina en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC). Una fantástica propuesta escénica que, como otros proyectos recientes, implicó colaboraciones múltiples e interdisciplinarias, desde lo musical a la dirección escénica como la realización de cada una de las piezas de la escenografía y el vestuario ideado y realizado por la propia artista. A modo de recorrido, el espectador atraviesa por distintas situaciones -que de alguna manera hacen un recorrido por sus fotografías, videos e instalaciones- hasta llegar a un exuberante paraíso habitado por sus flores de cerámica y donde ella misma emerge postulando el arte como salvación.
La espectacular puesta, de la que participaron gran cantidad de performers y músicos, contó con música original compuesta especialmente por Esteban Insinger y la dirección escénica de Martín Antuña y Victoria Roland. Una puesta que merecería repetirse.
Nicola Costantino es una artista multidiciplinaria formada en escultura, sus piezas combinan una aguda belleza con una incomodidad difícil de resolver. “La belleza es una de mis preocupaciones y en todas mis obras estuve dándole vueltas, peleándome con ella. Ahora es mi momento de producir belleza. Crear belleza es mi antídoto para el terror que me produce el fin de la humanidad.”
Esta monumental escultura, Arbórea Magna, rinde homenaje a todos los árboles del universo y nos hace reflexionar sobre la interacción entre la tecnología y la naturaleza.
Visitas guiadas
Los visitantes podrán disfrutar recorridos gratuitos orientados al público general. Una propuesta a cargo de Evelyn Marquez, Docente y Lic. en Gestión de Arte y Cultura. Desde el 25 de noviembre, todos los días sábados a las 17h, no requiere inscripción previa, presentarse 15 minutos previos al horario indicado.