Nota publicada online
Dentro de las actividades para el Bicentenario, el Museo ha restaurado nuevas salas de exposición
Con objeto de celebrar el Bicentenario de nuestra República, el MNAD se propuso terminar con las obras de recuperación del diseño de la decoración original del dormitorio y la sala de baño del Sr. Matías Errázuriz Ortúzar, a fin de que el público interesado pueda acceder a la ambientación ideada en 1916 por André Carlhian y el propio Errázuriz. Este proyecto refuerza la misión central de nuestra Institución, ya que el conjunto integrado por el edificio y el acervo del Museo Nacional de Arte Decorativo, es un claro exponente de la tipología museológica de Casas-Museos.
Cabe destacar que el edificio del MNAD fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 1997.
Los señores Errázuriz Alvear representan el arquetipo de una generación, cuyo aporte privado contribuyó a la definitiva transformación estética y edilicia de la ciudad de Buenos Aires y al progreso de sus principales instituciones culturales. De esta forma tuvo una participación importante en la conformación del gusto de la sociedad porteña de esa época, y que aún hoy, actúa como referente estilístico de la historia de principios del siglo XX.
El Museo Nacional de Arte Decorativo funciona en la mansión donde vivió la familia Errázuriz Alvear. Su arquitectura es un ejemplo del eclecticismo francés de moda en la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX.
El edificio con los muebles de época, pinturas, esculturas y objetos de arte decorativo, justificaron su adquisición por parte del Estado, en 1937, para brindar a la comunidad un nuevo museo. A este patrimonio proveniente de la flia. Errázuriz Alvear se le agregaron adquisiciones y donaciones hechas por distintas personas e Instituciones desde su inauguración como Museo.
DORMITORIO LUSOBRASILEÑO DE MATÍAS ERRÁZURIZ ORTÚZAR
La propuesta curatorial para la restitución de la fisonomía inicial de este sector del edificio está proyectada en base a la investigación de piezas de la colección permanente del Museo y registros documentales muy precisos. Hacia 1936, el Poder Ejecutivo Nacional, nombró una comisión tasadora para la adquisición de la residencia Errázuriz Alvear con el propósito de fundar el MNAD. Dicha comisión realizó un exhaustivo inventario de los bienes muebles existentes en cada uno de salones de la casa, todavía habitada por la familia. En dicho inventario, figura bajo el título “Dormitorio del Señor” y “Antichambre del Señor”, un listado detallado del equipamiento completo del dormitorio del Señor Errázuriz. A mediados del año 1937, el Dr. Ignacio Pirovano, primer Director del MNAD firma un nuevo listado detallado del contenido del salón que confirma y completa el inventario del año anterior.
El equipamiento original del dormitorio de Errázuriz, adquirido por el Estado Nacional en 1937, está compuesto por: una cama, una cómoda-escribanía, dos mesas de arrimo y un par de camoncillos de madera de jacarandá tallada y lustrada, estilo Don José I de Portugal, realizados en el Río de la Plata, durante la segunda mitad del siglo XVIII, emulando los diseños de la corte portuguesa. Siete sillas de madera de jacarandá tallada y lustrada, estilo Don Juan V de Portugal, también rioplatenses de mediados del siglo XVIII; un sillón y una mesa para escribir estilo Luis XV. Los muebles correspondientes a la época del rey Don José I de Portugal (1750-1777), son la expresión lusitana, es decir, la versión portuguesa del rococó francés. Estos muebles se complementan estilísticamente con el diseño arquitectónico Luis XV del dormitorio Errázuriz, proyectado tomándolos como referente. André Carlhian diseñó la boiserie de roble tallado, moldurado y lustrado, con reservas enteladas y cortinados en damasco de seda color carmesí.
A mediados del siglo XVIII, los muebles luso-brasileños o luso-rioplatenses, elaborados simultáneamente en Portugal, los dominios de Brasil o del Río de la Plata; fueron muy utilizados en las moradas de las principales familias porteñas de la época colonial. Asimismo, es interesante mencionar que hacia 1900, ciertas figuras de la clase dirigente argentina, poseían conjuntos de mobiliario luso-brasileño, cabe citar al Presidente Julio A. Roca, y a las familias González Garaño, Fernández Blanco y Lezica, entre otras. Posiblemente, estos muebles fueron preservados en algunos sectores de las casas de principios del siglo XX; como testimonio tangible de los lazos que unieron el devenir de determinadas familias argentinas con el período colonial.
Matías Errázuriz Ortúzar, arquetipo de una clase:
Matías Errázuriz nació el 23 de diciembre de 1866 en Santiago de Chile y fue el menor de los hijos de Agustín Errázuriz Salas y Cornelia Ortúzar Gandarillas. Los Errázuriz, de origen vasco, eran por aquellos años una de las más influyentes familias chilenas; presidentes de la Nación, personalidades eclesiásticas, diplomáticos, artistas, mecenas y damas relacionadas con actividades benéficas, pertenecían a esta destacada familia transandina.
Educado en el Colegio de San Ignacio, Errázuriz ingresó muy joven en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. En 1888 fue designado Segundo Oficial de Legación, ante el Gobierno del Emperador Don Pedro II del Brasil. Posteriormente desempeñó el mismo cargo diplomático ante el Vaticano, España, Uruguay y Argentina, siendo posteriormente primer Secretario y Encargado de Negocios en varios de estos estados. En 1912 fue designado Ministro Plenipotenciario en Bélgica. Asimismo, fue Ministro Confidencial en Argentina ante Hipólito Irigoyen, y por último coronó su carrera como Embajador de Chile en la República Argentina.
El 12 de abril de 1897, siendo Encargado de Negocios de Chile en Buenos Aires, Matías Errázuriz contrajo matrimonio con Josefina de Alvear, de familia argentina, nieta paterna del General Carlos María de Alvear, prima hermana del Presidente Marcelo T. de Alvear y cuñada del Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Ernesto Bosch. El matrimonio tuvo dos hijos; Matías Errázuriz Alvear, casado con Franca Antinori y Josefina Errázuriz Alvear, casada con Jaime Indalecio Gómez.
La nueva residencia palaciega de los Errázuriz Alvear en Buenos Aires, diseñada dentro de los cánones del academicismo francés, fue concebida con el propósito de albergar y exhibir la colección de obras de arte de la familia. Inaugurada en 1918, la casa fue uno de los epicentros del devenir cultural y social de aquel Buenos Aires legendario. Luego del fallecimiento de la señora de Errázuriz, acaecido el 3 de julio de 1935, la sucesión resolvió vender el edificio junto con la colección, siendo adquiridos en 1936 por iniciativa del gobierno del General Agustín P. Justo, con el propósito de fundar el Museo Nacional de Arte Decorativo.
Como contrapunto a su palacio porteño, cabe destacar que Matías Errázuriz Ortúzar encargó en 1929 a Le Corbusier (1887-1965) el proyecto para una austera casa de verano en Zapallar, exclusivo balneario de la costa central chilena. La construcción estaba proyectada en un terreno escarpado sobre la playa. El programa incluía solamente una gran sala de estar con chimenea y una rampa hacia el dormitorio principal. Un segundo volumen anexaba el sector de servicio. Los materiales propuestos eran piedra, madera y tejas de la zona, combinados con muros blancos. Aunque finalmente no se materializó, diversos especialistas internacionales consideran fundamental este proyecto dentro de la producción de Le Corbusier. Se lo señala como la transición de la arquitectura abstracta y pura de volúmenes blancos, hacia una arquitectura vernácula, más localista, con sistemas constructivos propios de cada región. El propio Le Corbusier dio gran importancia a la denominada Casa Errázuriz, difundiendo este proyecto en diversas publicaciones y ponencias sobre su obra.
Matías Errázuriz Ortúzar murió en Buenos Aires el 11 de agosto de 1953 y fue sepultado en la bóveda de Diego de Alvear, junto a su mujer y su hijo, en el cementerio de la Recoleta.
El Palacio Errázuriz Alvear:
El proyecto fue encargado hacia 1911 por Matías Errázuriz y Josefina de Alvear al arquitecto francés René Sergent (1865-1927), uno de los más renombrados profesionales de la época, especialista en la reinterpretación de la arquitectura francesa del siglo XVIII. La fachada principal del edificio, sobre la Avenida del Libertador recrea la del Ministerio de Marina frente a la Place de la Concorde en París y la fachada sobre el jardín evoca el Petit Trianon de Versailles, obras ambas del arquitecto Jacques Ange Gabriel (1698-1782). El jardín francés que rodea la casa fue trazado por el paisajista Achille Duchêne (1866-1947), planteándolo como complemento de los salones de recepción. Duchêne también diseñó los jardines del hôtel Camondo y restauró los parques de Vaux-le-Vicomte, Sassy, Champs y Blenheim. El portón monumental de acceso a la casa, estilo Luis XVI, forjado en hierro y bronce, fue diseñado por Sergent inspirado en el del Ministerio de Guerra de París.
La dirección de la obra en Buenos Aires, estuvo a cargo de los arquitectos-ingenieros Eduardo Lanús y Pablo Hary, en base a los planos enviados por Sergent. La mayoría de los materiales de la construcción fueron importados desde Francia.
El edificio responde cabalmente a la tipología francesa del Grand Hôtel Particulier y presenta cuatro plantas con funciones precisas, características propias y niveles de ornamentación diferenciados. El subsuelo disponía de garaje, bodegas, calderas, guardamuebles, cuartos de servicio y una sala de esgrima y billar, ésta última con acceso desde el Hall Renacimiento. En la planta de recepción la decoración interior de los salones fue confiada a los más célebres decoradores de aquellos años. El arquitecto Sergent diseño el Vestíbulo Luis XVI, una virtual extensión de las fachadas al interior del edificio. André Carlhian (1887-1963) proyectó una serie de ambientes estilo Luis XVI; la Gran Antecámara, el Escritorio del Señor, el Jardín de Invierno o Fumoir y el Salón de Madame con su boiserie de fines del siglo XVIII, trasladada desde la residencia Lettelier (11, rue Royale, París). Carlhian también diseñó el Salón de Baile estilo Regencia, inspirado en el salón oval del príncipe de Soubise, en París, actual sede de los Archivos Nacionales. Georges Nelson diseñó el Gran Hall Renacimiento, eje del edificio, condicionado por tres grandes tapices flamencos del siglo XVI. Auguste Rodin proyectó especialmente para el Hall un frente de chimenea –denominado La muerte del poeta- cuya construcción nunca llegó a concretarse, aunque Errázuriz conservó el modelo en bronce del diseño rodiniano, una pieza única. El Comedor Luis XIV, revestido en diversos mármoles franceses, fue proyectado por Georges Hoentschel (1855-1915), tomando como referente el Salón de Hércules del Palacio de Versailles. Un elegante ascensor estilo Luis XVI, creado por Carlhian, comunica los diferentes niveles de la casa, conjuntamente con la escalera principal, replegada sobre la medianera.
El equipamiento de estos salones de recibo, consistía en una ecléctica combinación de innumerables objetos de arte europeo y oriental; procedentes de los anticuarios Bernheim, Madame Langweil o Seligmann; combinados con mobiliario de época y de estilo adquirido en Jansen, Leys, Fournier y Carlhian de París. Los salones estaban presididos por retratos de familia, pintados por Sorolla, Sargent, Zorn, Boldini, Carolus Durán, Beristayn o esculpidos por Drivier y Troubetzkoy.
El piso alto estaba destinado a la vida íntima de los Errázuriz. La planta aún se encuentra articulada en sus cuatro departamentos originales -uno para cada miembro de la familia- compuestos por dormitorio planteado con antecámara, boudoir, sala de baño y walking closets. Las decoraciones interiores correspondientes a estos cuartos fueron diseñadas por Carlhian-Beaumetz en estilo Luis XV, Luis XVI y Directorio. Asimismo, esta planta contaba con un gran Salón de Familia, donde actualmente se exhibe la colección Zubov. Cabe destacar el antiguo recibo de Matías Errázuriz Alvear, diseñado hacia 1919 por el catalán José María Sert (1876-1945), cuya estética denota influencias del art déco. La mansarda albergaba los cuartos del personal de servicio, guardarropas y la cocina, comunicada con el office del comedor principal por medio de un montaplatos, la escalera y el ascensor de servicio.
Curiosamente, el arquitecto Sergent nunca viajó a la Argentina; sin embargo elaboró para nuestra ciudad varios proyectos, además del palacio Errázuriz Alvear, el palacio Bosch Alvear (actual Embajada de E.E.U.U.); la residencia Sans Souci de Carlos de Alvear, en San Fernando (actualmente destinada a recepciones), la bóveda de la familia Atucha en el Cementerio de la Recoleta, la casa Atucha (Cerrito esquina Arroyo), el Hogar Luis María Saavedra (Av. del Tejar y Donado) y por último las residencias de María Unzué de Alvear (Av. Alvear esq. Libertad) y la de Saturnino J. Unzué (Cerrito 967) lamentablemente demolidas. René Sergent proyectó en 1916 la casa principal de la estancia Ancalú para la familia Errázuriz Alvear en Santa Fé, aunque nunca fue construida.
La información fue proporcionada por el Jefe de Departamento de Museología del MNAD,
Lic. Hugo Pontoriero
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Museo Nacional de Arte Decorativo
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