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Museo de Arte Tigre (MAT) es una Casa-Museo cuyo estilo arquitectónico data del fines del siglo XIX y fue construido entre 1910 y 1912. Bajo la mirada atenta de María José Herrera, su flamante directora, comenzaron las obras que tienen por objetivo mostrar en todo su esplendor las salas del que fuera el Tigre Club, símbolo de toda una época y, desde allí, generar muestras convocantes para un público mas amplio.
En los últimos años y a nivel mundial se advierte un giro en la misión de los museos, si bien su objetivo es coleccionar, investigar, difundir y trasmitir el patrimonio de una sociedad, buscan también instituirse como un nuevo punto de encuentro. Así es como se piensan muestras que amplían el universo de espectadores para lograr mayor convocatoria. Para María José Herrera la experiencia internacional y de los museos argentinos indica que además de valorar el arte, hoy hay que hacer del museo una experiencia social y de conocimiento.
AOL: En base tu amplia experiencia como investigadora y gestora y a las particularidades históricas de esta casa-museo ¿cuál es tu propuesta para el MAT?
MJH: Hoy estamos asistiendo a un fenómeno mundial de la “puesta en valor del patrimonio” cuyo objetivo final es la conservación y presentación “in situ” del patrimonio cultural y natural para que pueda ser comprendido y disfrutado por un público cada día más amplio. Son exposiciones muy atractivas que relacionan los sitios patrimoniales con su entorno, con su comunidad directa y ampliada.
El Museo de Arte Tigre (MAT) es una casa-museo con una arquitectura historicista de fines del siglo XIX y comienzos del XX y una rica historia. El edificio comenzó a construirse en 1910, la época del Centenario y se completó entre 1912 y 1913, cuando abrió sus puertas como Tigre Club. Creado para la práctica del tenis, regatas y juegos, y la nueva sociabilidad propia de la vida moderna, a fines de los 20s funcionó allí un casino que se desmanteló en 1933. El arquitecto francés Paul Pater quien proyectó la embajada de Francia y otros palacios en BA y su socio Louis Dubois, dieron el estilo francés, Beaux Arts a este “pequeño Versalles en el Delta”. Sin embargo, tuvo distintos destinos ya que fue sede de la Gendarmería Nacional en los 50s y del Concejo deliberante en los 80. En 1974 Néstor Pozzi lo expropia y se declara patrimonio nacional en 1979; desde 1998, el entonces intendente Ricardo Ubieto dio impulso al proyecto de reconstruir y restaurar el edificio, dotarlo de una colección y convertirlo en un museo de arte argentino. El ambicioso proyecto culminó con la inauguración en año 2006 y, desde entonces, el MAT es un ícono turístico del Tigre, sede de exposiciones de arte y eventos culturales.
Entre 2008 y 2012, la Arq. Diana Saiegh lo dirigió dándole impulso a numerosas exposiciones temporarias que ampliaron la audiencia y convocaron diversos públicos.
AOL: Según tu perspectiva, ¿cuál debería ser la función social de este museo que reúne 100 años de historia del Municipio de Tigre?
MJH: Sin lugar a dudas, su función es la de servir a la comunidad en la que está inserto y proyectarse ya que es un lugar con atractivo cultural y turístico a nivel nacional e internacional. El edificio, la colección, el emplazamiento están cargados de historia, sentidos y vivencias que nos pueden ayudar a mirar desde otras perspectivas, conocer y apreciar el arte, la cultura visual, la naturaleza. Hay otras casa-museos en la zona norte y Tigre pero no específicamente de arte. Así que creo que tenemos la posibilidad de seguir posicionando al MAT con una oferta de arte de primer nivel que apueste al museo como un productor de conocimiento. Que sea un lugar permanente en la agenda cultural de Buenos Aires.
AOL: ¿Cuál es el programa de gestión que estás pensando en lo inmediato?
MJH: Mi intención es actuar sobre lo institucional para dar continuidad y eficacia a la gestión del equipo: profesionalismo, formación permanente, trabajo y comunicación, son las claves. Hacia afuera, las exposiciones y la extensión cultural tienen que crecer en contenidos y, a partir de la breve historia que el MAT ya tiene, hay que desarrollar más ciertas áreas como la de la investigación, la curaduría, la producción y la educación.
AOL: Hablemos de la muestra inaugural que coincide con el centenario de la construcción del edificio?
MJH: El MAT es una casa-museo por eso es que quiero poner el foco en esta primera muestra en la historia de la casa y todo lo que ella implicó. Para esto estoy invitando a un trabajo conjunto con otros museos de Tigre que tienen documentación, objetos y memoria para construir ese guión. El Centenario es el contexto histórico de la creación del Tigre Club y su edificio. Quiero destacarlo mostrando la arquitectura y, en general la cultura visual de la época expresada en la pintura, la música, la moda, la gráfica, el cine y la fotografía.
Con las obras de la colección como base, los paisajes y artistas en torno al Centenario se ofrecen como evidencia de la “identidad nacional”. Partimos entonces, de todo lo que el museo tiene y nos proponemos narrarlo desde una perspectiva amplia y atractiva que todos quieran ver: los visitantes casuales y los especialistas.
La muestra sumará también obras de cuatro artistas contemporáneos -Delia Cancela, Jorge Gamarra, Nora Correas y Horacio Zabala- que vinculan la casa con su historia y contexto. Esta primera exposición Escenas de 1900, que inaugura el 24 de mayo, reunirá las obras históricas con las contemporáneas y explorará un formato más escenográfico para contar una historia. La “gran escenografía” la aporta la casa, es el estilo, las formas y la historia. La comunidad de Tigre tendrá también participación en la modalidad de ecomuseo, es decir introduciendo sus opiniones, vivencias y objetos como parte del guión de la expo. Estamos haciendo una acción de “guerrilla cultural” (volanteada en el centro de Tigre, spots radiales) para reunir esos materiales entre los mismos vecinos.
¡Una guerrilla que ya comenzó! Bajo el lema "¿Sos parte de la historia?” el MAT salió a la calle para encontrar historias de Tigre.