Nota publicada online

miércoles 21 de agosto, 2013
Los mutantes
Proyectos de autogestión artística
por Sofía Dourrón
Los mutantes

Análisis del panorama de espacios artísticos emergentes en Argentina. Grupos de artistas jóvenes reunidos en torno a la gestión de proyectos culturales independientes.

Fragmento de la nota publicada en la edición nº3 de Art gentina

La figura del artista-gestor existe desde que el mundo del arte alcanzó su autonomía y los artistas comenzaron a generar sus propios espacios por fuera de los circuitos institucionales establecidos. Nuestro país no ha sido la excepción, de Alfredo Guttero (1882-1932) a Fernanda Laguna (1972), los artistas han gestado galerías, espacios independientes y demás híbridos artísticos. En los últimos tres años hemos visto aflorar un grupo de proyectos creados por artistas jóvenes que si bien nacieron a partir de las más diversas  motivaciones comparten objetivos y expectativas.  

La “necesidad” es un factor común,  necesidad de un espacio de taller, de generar alternativas en lugares donde las opciones escasean, e incluso la necesidad de un espacio para vivir funcionaron como catalizadores para Rayo Lázer, Isla Flotante y La Herrmana Favorita

Estos son sólo tres entre tantos proyectos de jóvenes artistas argentinos con el sólo objetivo de crear nuevos y diferentes espacios para el arte contemporáneo. Otros, con mayor o menor grado de actividad son: Proyecto Munguau (Argentina-Corea), Viña Roja Arte Contemporáneo (Salta), Costado Galería (Mendoza), El Rancho (Tucumán), Oficina de Estampas (Buenos Aires) y Rusia Galería (Tucumán). A todos los guía la intuición,  sus proyectos crecen orgánicamente, dando como resultado estructuras flexibles en las cuales las metas y objetivos se construyen y evolucionan a medida que pasa el tiempo y las actividades se multiplican. Ni galerías, ni centros culturales, ni talleres, ellos son mutantes del arte.    

Rayo Lázer, mutante de mutantes, nació en enero de 2009 cuando un grupo de artistas decidió alquilar una casa en el barrio de Colegiales. Después de haber participado juntos en varias muestras colectivas, y a partir de la necesidad de un espacio de taller de algunos y de vivienda de otros, nació el espacio que los albergaría hasta julio de este año.

Una vez que el espacio estuvo disponible comenzaron a surgir las ideas. Primero fue laGranja de rehabilitación para artistas, una clínica abierta a todo el que quisiera participar, y que produjo la primera muestra en abril de 2010:Colonia Pibes, de Juan Matías Killian, Toto Dirti y Brenda Puleston, con Marina Reyes Franco como curadora invitada. Así se sucedieron las exposiciones de amigos, de invitados, de extranjeros que se alojaban en la casa, como Paul Maulet. 

El grupo mutó varias veces hasta conformarse la actual tríada-gestora: Mario Scorzelli, Nicolás Sarmiento y Lucio Romano. Rayo Lázer fue y volvió a ArteBA, se fue a Puerto Madryn en auto para participar de Poéticas Móviles y armó una tormenta en Expotrastiendas. Pero como tantos otros proyectos este también podría terminarse, los contratos de alquiler caducan y las energías menguan. Las perspectivas no son claras, habrá una publicación, un documento de lo que fue, pero el futuro es todavía incierto

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