Nota publicada online
La edición de este año se destacó por los importantes cambios en cuanto al contenido, las propuestas y la calidad de lo expuesto. Se registraron 30% más de ventas en relación con 2016 y los espacios institucionales que se suman a BAphoto año a año, contaron con actividades que se fueron desarrollando a lo largo de los tres días de la feria.
Buenos Aires PHOTO, la feria de fotografía más importante de la región culminó el domingo con una de sus mejores ediciones en diez años. Con la dirección artística de Francisco Medail, propuso varios sectores sobre los que transitar que se abrían al público desde el pasillo principal pero que mostraban, en definitiva, una de las características fundamentales del acto fotográfico: la relación del fotógrafo con su técnica.
Tal es así que la fotógrafa invitada fue Cándida Höfer, discípula de Bernd e Hilla Becher y representante acérrima de la Escuela de Düsseldorf, cuyas fotografías de espacios vacíos están realizadas capturando la luz en diferentes tomas y tiempos pero ajustándose a las exigencias técnicas de la fotografía tradicional.
En contraposición temporal, el artista homenajeado fue Frans van Riel (pionero en abrir una galería de arte en Buenos Aires) que a principios del siglo XX realizó, con gran destreza técnica, retratos de la bailarina rusa Ana Pavlova. Se rescataron un conjunto de cincuenta y cuatro fotografías en gelatina de plata que dejaban admirar su maestría en el uso del espacio, la influencia de la escultura en la toma de los cuerpos y el perfecto equilibrio de los claroscuros en la composición.
La relación del fotógrafo con la técnica puede ir desde el perfeccionamiento obsesivo al experimento inaudito que le permita abrir otro campo de posibilidades. En esta línea, el maestro Aldo Sessa presentó la serie Testigos urbanos: fotografías tomadas en contrapicado de los cables que atraviesan el cielo de Buenos Aires donde trabajó digitalmente los plenos del cielo dando como resultado obras cercanas al minimalismo.
La galería Cosmocosa exhibió undream teamintegrado por los fotógrafos Alberto Goldestein, Ignacio Iasparra y Guillermo Ueno. En diálogo, los dos últimos, mostraron fotografías realizadas en las cocinas de sus casas: objetos cotidianos como bolsas de residuos, palas para juntar la basura o vasos y jarras de agua aparentaban naturalezas muertas renacentistas por la calidad de la luz a la que estaban expuestas.
La fotografía conceptual y el experimento se dieron cita en los sectores Fuera de foco, curado por Federico Curutchet, y en Links Proyect, curado por Ariel Authier. En Fuera de foco el objetivo era “trazar un breve recorrido histórico sobre los nuevos modos de producción, configuración y consumo de las imágenes en el siglo XXI”. Entre las galerías convocadas, cabe destacar la propuesta de Isla Flotante que cubrió el stand con fotografías de diferentes tamaños y calidad buscadas por el artista Nicolás Martella durante el año 2008 en las computadoras de cybers y locutorios, específicamente en la carpeta “Mis archivos recibidos” y “Mis imágenes”. A su vez, Links Proyect mostró obras de Marcela Astorga, Raúl Flores, Carlos Herrera, Francisco Medail y Lucia von Sprecher (ver No importala fotografía importa) que traían algunos de los objetos fotografiados al espacio real.
El material fotográfico se hizo objeto en el stand de Arte Online con las cajas de Zulema Maza, Viviana Zargón, Inés White, Stella Benvenuto, Mariano Costa Peuser, Eric Markowski y Mercedes Sierra, que condujeron la calidad de su perfección técnica a un tamaño reducido para hacer accesible su colección. Así, se dieron el lujo de abrir el campo a otros tipos de ideas para una feria que permite transitar la fotografía por diferentes caminos.