ArteBA es uno de los grandes eventos del campo artístico en donde, durante cinco días, miles de personas asisten a la feria para ver y compartir qué es lo que ocurre en el arte argentino.

Además del recorrido por las galerías, los premios otorgados y las adquisiciones de empresas, museos y particulares, en todos los años de arteBA sobresalen obras o acontecimientos que, en cierto sentido, dotan de personalidad a cada edición de la feria.
    Este año, resaltó la figura del artista argentino Julio Le Parc, referente del arte geométrico y cinético de la década del sesenta. Desde hace más de cincuenta años, que en su obra trabaja con la luz, el movimiento y la participación activa del espectador estableciéndose como un referente artístico internacional. Por un lado, la obra del artista estuvo en el espacio de Aeropuertos Argentina 2000 en donde se le rindió un homenaje con la exhibición de dos de sus obras más importantes. Por otro lado, la galería Del Infinito, presentó el móvil Sphere Rouge 1 que fue una de las obras más visitadas y fotografiadas de la feria.  En el mismo stand, también resaltaron las obras de Martha Boto inscriptas, al igual que las de Le Parc, en el movimiento del arte cinético.
    Otras obras que también destacaron entre el rumoreo de los pasillos de arteBA fueron los grafismos de Eduardo Stupía en la galería Jorge Mara. El artista, que será uno de los representantes nacionales en la Bienal de San Pablo en septiembre, vendió varias obras, entre cuyos compradores estuvieron el empresario Eduardo Costantini y el Chairman del Museum of Fine Arts de Houston.
    En la galería Ruth Benzacar, se exhibió Mis estudios del argentino Sebastián Gordín. El artista, que trabaja desde fines de los ochenta con miniaturas, presentó una pequeña biblioteca tamaño maqueta en la que se entrelazan cadenitas colgantes.
    En un mismo sector, sobresalieron esculturas de dos grandes artistas uruguayos.  La galería Sur, de Uruguay, exhibió obra del artista constructivista José Gurvich con sus piezas de cerámica que produjo desde fines de los sesenta. En frente, la galería Van Eyck mostró una de las esculturas blancas de Pablo Atchugarry que generaba un juego de líneas y curvas con una pintura del porteño Manuel Espinosa. Otra de las obras escultóricas que más repercusión tuvo en la feria, fue Libertad  del argentino Marcos Figueroa en Espacio La Punta. Se trata del clásico busto femenino realizado en alambre de púas, material que la encuadra sin lugar a dudas dentro del arte contemporáneo.
    Entre las artistas mujeres más destacadas de la feria, además de la obra y figura de Marta Minujín, estuvieron Viviana Zargón con su fotografía digital presentada en Gachi Prieto; y Carola Zach. Esta última, con varias obras en la galería GC, presentó unos platillos verdes suspendidos en el aire a través de la utilización del campo magnético.
    Como en todas las ediciones de arteBA, el Barrio Joven es una visita obligada para ver la producción más emergente. Además de los artistas y galerías destacados con el Premio en obra, este año, tuvo repercusión el robo en Perfecta Galería en donde, el fin de semana, desapareció la caja con la recaudación de lo vendido en el stand. Los artistas y galeristas del stand, pegaron carteles a modo de protesta y anunciaron la venta de cupones para una rifa con intención de recuperar algo del dinero.
    ArteBA 2012 cerró las puertas el martes 22 de mayo con resultados exitosos en convocatoria y ventas. Habrá que esperar a la próxima edición para volver a recorrer los stands de la Rural con sus obras y personajes.