Nota publicada online

El Museo de Bellas Artes Lola Mora de Salta presenta una singular muestra de esta artista wichi; con curaduría de Silvina Pirola. Las pinturas de Litania, identificadas con el arte naif, describen los trabajos de cada día: la búsqueda de chaguar, leña o miel en el monte, la pesca en el río y el tejido de las yicas.

"No puedo caminar ni hacer nada por mi misma y, sin embargo, estoy volando en las nubes.’’
Litania Prado
Un velo de luna y estrellas baña de esperanza el monte.
Duerme Litania en un relato infinito de colores, luces y sombras.
Su historia sucede, grita, no calla.
¿Cuál será la fuerza interior que la eleva
Traza caminos en la intimidad de sus imágenes como relato de subsistencia.
Juego y protesta, gozo y duelo.
Dibuja futuro y presente. La línea se vuelve existencia y pertenencia.
Abandonados en el murmullo del viento nos transporta a un tiempo sin tiempo.
Duerme Litania en la soledad del monte.
Duerme Litania.
Silvina Pirola
Litania Prado nació el 1 de septiembre de 1956, en el pueblo wichí de Misión Chaqueña, en el departamento San Martín de la provincia de Salta. Creció en una época de cambios, en que el estilo de vida de cazadores-recolectores de su comunidad estaba siendo modificado por la introducción de animales de pastoreo y los desmontes que daban paso a la agricultura en la región.
A los 6 años empezó la escuela, siendo una alumna destacada. Completó su educación primaria a los 12 años, sabiendo leer y escribir en wichí y en español. Era una de las jóvenes más prometedoras de la aldea, pero justo cuando parecían abrirse oportunidades para ella comenzaron los primeros síntomas de la artritis reumatoide. A los 28 años ya no podía caminar y era totalmente dependiente. Gradualmente fue perdiendo la vista hasta que en 1994 la operaron de cataratas y volvió a ver.
Con el apoyo de la Fundación Siwok, a través de Alejandro Deane, Litania decidió intentar con la pintura. El artista Jorge Marino la introdujo en algunas técnicas simples. Sus obras fueron expuestas en Salta y Buenos Aires. Falleció en Misión Chaqueña en 2006.

Litania nos invita a ver su mundo como ella lo ve: maravillarse con los trabajos de cada día, la búsqueda de leña, de miel o de plantas en el monte; descubrir cientos de pájaros, flores o nubes pasajeras; apreciar cada árbol, cada planta y el río… Pero también fue una artista comprometida con la realidad que le tocó vivir.
Así, ella deja huella en quienes tomarán su posta.
Sala 3
Como parte de la muestra de Litania Prado en la sala 3 del Museo se exhiben las obras que sus familiares continúan esta maravillosa tradición. Ellos son: Reinaldo Prado, Sara Díaz y Emilia Ferreyra.
Ellos pintan con colores vibrantes, alegres; pintan flores cuando en realidad el monte chaqueño es seco, ventoso y no hay flores, es más bien marrón. De alguna manera ellos recrean con la pintura el lugar donde viven. Un grito de esperanza que nos llega de las entrañas de nuestra cultura.