Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado. La luz, definida como ese “agente físico que hace visibles los objetos”, es el componente superior que comanda la aparición de cada uno de estos fragmentos. Juntos conforman, en su ambigüedad, visiones que provocan, tal como lo expresa Lena Szankay “un tipo de existencia que tiene la capacidad de enviarte a otra parte…”.
Una “falsa tranquilidad” gobierna el espacio de la galería, un silencio que potencia el estado de latencia en el que se muestran las arquitecturas (monumentales a veces, precarias otras), los paisajes y los niños.
Alguien escribió: “Los singulares no existen, son meras ficciones de nuestras mentes apegadas a las cosas, nombres, carteles y nomenclaturas.” Nada más abierto al devenir que la imagen de un niño de espaldas incluido en el paisaje, absorto en alguna acción que la imagen no revela. Lejos de provocar la melancolía del “esto ha sido”, los niños parecen fabricantes de un eterno presente, con todo por des-cubrir, por des-velar… nada se cierra a una interpretación sellada. No son retratos, no reflejan la psicología ni el modo de ser de estos pequeños personajes. Cada espectador podrá acercarse a cada una de estas ventanas cuadradas y crear a voluntad el ocurrir de la fábula.
Sumergida en los ritmos que le ofrecía su entorno a cada paso, en Santa Fe, en Olavarría o en Washington, Lena Szankay captó estas tajadas de espacio-tiempo sintiendo que, “es cada vez más atractivo distanciarse de la construcción de un discurso previo al trabajo y poder relacionarnos en blanco ante la experiencia y la sorpresa que ese trabajo nos puede ofrecer.” De ese mismo modo nos es propuesto el viaje como espectadores: sólo al final arribaremos al encuentro de los rótulos que nos aportan (apropiadamente tarde) tiempos, lugares y títulos.

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Galería Arte x Arte, Lavalleja 1062
De martes a viernes de 13:30 a 20 hs.
Sábados de 11:30 a 15 hs.
Del 21 de octubre al 26 de noviembre