Nota publicada online
Laura San Martín es arquitecta y fotógrafa. Fundadora y directora de OdA Oficinas de Arte desde 2015, generando nuevos proyectos permanentemente con sus artistas. Como fotógrafa fue seleccionada para participar con obra en Art Basel Cities Buenos Aires -2018-, muestra Eternity curada por Mauricio Cattelan.
Desde Arte Online la convocamos para conocer cómo está atravesando este momento y qué esperar para cuando volvamos a cierta “normalidad”.
¿Cómo nace el proyecto de la galería? ¿Qué perfil o tipo de proyectos llevan adelante?
- OdA Oficinas de Arte nace como un proyecto de co-working pensado para artistas en donde cada uno cuenta con un espacio propio para la producción, un estudio, taller u oficina, y a la vez se comparten lugares en común como, por ejemplo, la biblioteca. Luego se encuentra el espacio destinado exclusivamente a la galería de arte donde se hacen las exposiciones tanto de los artistas del staff como invitados, generalmente de la mano de un curador. Elegimos propuestas con fuerte carga emocional y estética desde un enfoque ya sea conceptual o narrativo que impacte en el espectador. El espacio nos permite realizar instalaciones y performances en donde el visitante puede involucrarse en forma directa. También se promueven distintas actividades como ser charlas acerca de coleccionismo, arte contemporáneo, bienales, etc, talleres teóricos, algunos talleres prácticos de fotografía, de lecturas dramatizadas, convocatorias y becas. Pasa de todo en OdA!
A partir de esta pandemia ¿cómo debería modificarse el trabajo de las galerías? ¿Qué estrategias están implementando? ¿Qué rescatas como positivo del aprendizaje de esta cuarentena?
- Creo que las galerías deberán sumar la plataforma digital de ahora en más, de forma obligada, pero como un complemento.
Las exposiciones en las galerías van a volver y me parece fundamental. El contacto directo con la obra de arte es una experiencia y esa experiencia, en la mayoría de los casos, no se refleja en lo virtual. Las galerías ya están abiertas al público y la gente se está animando y piden su cita como indica el protocolo. De a poco volveremos a convocar a las inauguraciones que es el momento más esperado de cualquier muestra. El contacto físico... eso no lo podemos resignar, tanto entre personas como entre el público y la obra.
Destaco todo lo positivo que trajo la pandemia: la introspección tanto personal como laboral, la solidaridad entre colegas y hacia los artistas, aprender el manejo de lo virtual de manera profesional, pensar nuevos proyectos, leer, estudiar… que más te puedo decir...¡fue muy productiva!
¿Cómo resultó la experiencia de participar en ferias online?
- Muy positiva. No sólo por la concreción de las ventas sino por el alcance que tiene. Llega a todo el mundo y todas las galerías están en las mismas condiciones de participación. Lo encuentro muy democrático y global. Pero - siempre hay un pero - en la mayoría de los casos para concretar la venta necesitan ver la obra en vivo y en directo. Es decir que las ferias on line son muy buenos disparadores para dar a conocer obras, artistas y galerías.
¿Cómo ves el mercado del arte a corto y mediano plazo?
- Si tuviera la bola de cristal… un buen pronóstico sería que siga como hasta el momento. Nunca paró. Las ventas siguieron su curso tanto en forma particular a través de las galerías como en las ferias y subastas on line. Hasta noté bastante más interés incluso en el público que no está habituado a comprar. No deja de ser una inversión y a veces los momentos de crisis parecen ser los mejores promotores de esas inversiones. Muchos lo ven como una oportunidad.
¿Qué muestras están preparando o prontas a inaugurar?
- En este momento tenemos en exposición dibujos de Josefina Robirosa, desde los años 50 hasta los 90. Todo un recorrido dentro de su carrera artística haciendo foco en la línea tanto de lápiz y tinta sobre papel como en óleos y pastel, con una impecable curaduría de Mercedes Casanegra, quien conoce a la perfección toda la trayectoria artística de Josefina.
Luego tenemos un programa muy extendido de muestras que se irán sucediendo en la medida que puedan llevarse a cabo de manera presencial. Esperaremos lo que haya que esperar, por suerte con muy buena voluntad y paciencia de los artistas y curadores. Entre ellos Adriana Kogoi con esgrafiados sobre papel con curaduría de Sergio Bazan, Fabiana Barreda con instalaciones, fotografía, video y performance, las artistas seleccionadas en la convocatoria Proyecto 321 con curaduría de Eduardo Stupía y Verónica Gómez, y… sigue la lista….