Nota publicada online
En el 2009, con el profesor Billy Whitelow, mi querido primo recientemente fallecido, recorrimos, en Miami, las Galerias del Design District y Wynwood, las de Coral Gables y calle Ocho, para terminar visitando algunos estudios de artistas.
Entre comentarios y caminatas, comenzamos a asociar escuelas, a cotejar la opinión de los artistas y a verificar el impacto que las ferias de Arte provocaron en Miami. Muy interesado en este proceso, Whitelow, me dijo: “Esto ya podría comparase con la Escuela de Paris, pocas veces se concentran tantos artistas, galerias, museos y coleccionistas en un lugar y crean un gran movimiento cultural y artístico aunque no haya “vanguardias”, como se generaron en Paris, porque estamos en un época de multi-tendencias, pluralidad temática y diversidad de técnicas; hay una intención artística y un fuerte agrupamiento, y una necesidad de compartir y de difundir todas estas nuevas ideas”- y añadió, con su proverbial humor,- “salvando las distancias, se podría hablar de una “Escuela de Miami”.”
Si recordamos, se denominó “Escuela de Paris”, aquel movimiento de artistas provenientes de diversos países, que llegaron a la capital francesa entre las dos guerras (1915-1940), con distintos credos estéticos y diversas técnicas y estilos, ansiosos de intercambio de ideas y difusión de sus obras, todos motivados por la efervescencia artística de Paris.
Sin duda, algo similar ha sucedido en Miami, con la concentración de artistas y galerías, por el intercambio de ideas, propuestas y visiones; aunque no existan determinadas vanguardias ni manifiestos, hay, sin duda, un actitud creativa, un interés por difundir las obras, una actividad artística fomentada por museos y ferias y una interacción de todos esos factores.
Verificando datos, se puede fijar una fecha de inicio de este fenómeno, que se puso claramente en evidencia: fue en los comienzos de diciembre del 2001, con la inauguración de Art Basel Miami Beach.
A partir de esta prestigiosa feria de arte, Miami se colocó en el mapa internacional de las artes visuales, un gran flujo de artistas latinoamericanos, europeos, rusos y orientales, fijaron residencia en el Sur de la Florida. Es verdad, que llegaron en etapas escalonadas, a través de la década, pero convirtieron el lugar en un centro artístico con sus estudios y la exhibición de sus obras. Con los artistas surgieron nuevas galerías que intensificaron la promoción del arte. Se invirtió en un barrio marginal- Wynwood-, en relación al evento, y esto tuvo un fuerte impacto social y comercial que activó económicamente la región y creó un nuevo gran foco de arte.
Hay antecedentes a este auge artístico en torno a ABMB, hasta podríamos hablar de dos fase, la primera en los 90 y luego, en el 2000. Recuerdo que a fines de los 80, principio de los 90, cuando venía para los inviernos a Miami, solo había unas pocas galerías en la zona de Coral Gables (Boulevard Ponce de León) y otras aisladas en la calle ocho y Lincoln Road. Casi nadie exponía arte latinoamericano.
Entre los precursores en introducir el arte latinoamericano en el sur de la Florida, podemos nombrar a la galerista Virginia Miller, quien al entrevistarla me confesó; “Cuando viaje a Latinoamérica me interesé por el arte latinoamericano y fui la primera en exponerlo en Miami, hacia los 80”.
El galerista cubano Jorge Martínez Canas, fue también uno de los primeros en estimular el arte latinoamericano, en su Elite Art Gallery presentó artistas argentinos y maestros latinoamericanos como Guillermo Trujillo, Morales, Rojas, y artista cubanos que llegaban a Miami. The Americas Collection, dirigida por Dora Valle de Fauli, era otro centro de arte latinoamericano en Coral Gables. Unas pocas galerías de arte cubano existían en la Little Havana. Los argentinos M. Oyuela y Martha Beillard crearon una asociación: Museo Americas, que funcionó en Coral Gables, luego se trasladó a Design District y actualmente se encuentra en el Doral, un espacio para exposiciones de artistas latinoamericanos e internacionales.
Perez Celis fue otro de los precursores, primero con su estudio en el sur, en la avenida 75 y luego en su gran estudio de Miami Garden. Su atelier fue, siempre, centro de reunión de pintores, intelectuales y gente interesada en el arte.
El galerista dominicano Gary Nader abrió un espacio donde mostraba maestros como Botero, Lam. Matta, junto a artistas emergentes, impulsó subastas de arte y publicaciones, actualmente ofrece una gran colección, un verdadero Museo de arte latinoamericano, en su espacio de Wynwood. Cernuda inauguró una galería dedicada al arte cubano, en Coral Gables, que es también un museo por su importante colección y, en la misma zona abrieron el galerista venezolano Segnini, que se focalizó en el Arte Abstracto y la argentina Diana Lowenstein que luego se mudo a Wynwood.
La actividad cultural se motivó aún más con la llegada de una feria precursora: Art Miami, dirigida por Ann y David Lester.
Yo trabajé en esta feria y recuerdo la asistencia de galerías latinoamericanas, de Estados Unidos y Europa, la presencia de artistas importantes como los chilenos Roberto Matta y Claudio Bravo, junto con artistas americanos y europeos. Esta feria abrió un espacio para los artistas latinoamericanos, dándoles la posibilidad de ingreso al Mercado de arte norteamericano y una ventana de promoción. Recuerdo que la feria era un acontecimiento, asistía numeroso público y la prensa hacia una cobertura muy amplia. Fue un despertar de las potencialidades que ofrecía la región.
Esa visión de potencialidad la aprovecho Suiza, que desde hace mas de 32 años preside el movimiento de artes visuales en Europa, con su feria ArtBasel. En el 2001 inauguraron Art Basel en Miami Beach.
Cuando lo entrevisté a su Director, Sammy Keller, me explicó las razones por las cuales se había elegido Miami como sede de Art Basel en Estados Unidos: “Es un punto estratégico entre Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Existen artistas locales, han llegado artistas latinoamericanos, europeos y asiáticos, hay un público y un gran interés por el arte. Art Basel Miami Beach (ABMB) ayudará al desarrollo cultural porque es una feria de excelencia. Por otra parte, las autoridades americanas nos han dado grandes facilidades y podemos operar con el mayor nivel artístico y de infraestructura.”
Esta ABMB movilizó la región estimulando a artistas, galerías y museos, entusiasmando a inversionistas y sacudiendo el sector inmobiliario. Es un fenómeno de la sociología del arte y de la antropología cultural, característico de esta etapa de globalización.
Art Basel Miami Beach es un polo de atracción al que convergen más de 3000 personas: coleccionistas, dealers de arte, artistas, galeristas, curadores, profesores de arte y críticos. Es una verdadera fiesta cultural durante el mes de diciembre. En torno a ella han surgido una serie de ferias de arte satélites: ArtMiami, NADA, PULSE, SCOPE, Ink Fair Art, Asia Fair Art, Red Dot, Photo-Miami, Sea Art Fair, Geisai Miami, Artphotoexpo, Aqua Art Mami Fair, Art Now Fair, Design Miami , MIA, entre otras. Cabe destacar la presencia de Arte Americas focalizada exclusivamente en el arte latinoamericano. .
Actualmente hay mas de 200 galerias de arte en el Condado de Miami-Dade, hay varios focos importantes de arte: Design District, Wynwood, Lincoln Road, Calle Ocho, Coral Gables, Coconut Grove con una galería dedicada al arte latinoamericano Cristina Chacon Gallery, Estudios de artistas de de la 72-75, El Doral, y en la periferia las áreas de Aventura y la zona del MOCA.
“No solo se ha creado un gran movimiento cultural, se ha estimulado la economía regional y nos ha dado una gran proyección internacional.”-dice Matti Herrera, alcaldesa de Miami Beach.
Sin duda, el movimiento artístico de Miami es distinto a lo que aconteció en Paris porque no se han creado movimientos de vanguardias, pero se ha generado otro movimiento igualmente valido, un movimiento integrativo artístico-social-cultural y económico. Se ha generado un aglutinamiento de artistas de diversas tendencias y estilos, con innovación de materiales y técnicas y con criterios multidisciplinarios. Se han abierto nuevas galerías y espacios, especialmente en Wynwood, entre ellas, la galerista argentina Alejandra von Hartz, enfocada en propuestas contemporáneas. Se ha impulsado el mejoramiento de áreas deprimidas, como Wynwood, promoviendo la actividad comercial e intensificando las inversiones inmobiliarias, a partir de esta movilización artística. Por supuesto, toda esta dinámica ha generado un gran espacio para el Mercado del arte, con focos en varias partes del condado y con relacionamientos internacionales.
Los museos regionales han sentido este impacto. Algunos se han expandido con nuevas salas o remodelaciones, el Museo DE Arte de Miami (MAM) ha construido una nueva sede. Todos los museos ofrecen exposiciones permanentes e itinerantes, creando un circuito museográfico que comprende: MAM, MOCA, BASS, FROST, LOWE, The Wolfsonian FIU, Miami Botanical Garden, Tropical Garden Fairchild y otros centros culturales como el Centro Cultural Español, el Instituto Cultural Mexicano, la Alliance Francaise y Art Center South Florida. Se suman las grandes colecciones privadas y las fundaciones de arte que muestran obras de su patrimonio y realizan conferencias y programas especiales. Una de las primeras colecciones fue CIFO (Cisneros Fontanals Art Foundation), cuya presidenta Ella Fontanals de Cisneros me comentaba: “Este espacio exhibe mi colección pero también promueve talentos emergentes a través de programas y exhibiciones, alentando las nuevas propuestas.”
Rubell Familly Collection esta activa desde 1993, The Margulies Collection ofrece su colección desde su Warehouse, y de la Cruz Collection Contemporany Art Space ha inaugurado en 2009, un amplio edificio para albergar y exhibir la colección de Carlos y Rosa de la Cruz.
Dentro del marco de la globalización, este fenómeno artístico y cultural, con impacto social y económico, bien puede llamarse “Escuela de Miami”, considerando a los artistas que viven y trabajan en la región. En todo caso, estos esbozos históricos servirán para investigaciones futuras interdisciplinarias, o cuando se escriba la historia del arte de Miami y el sur de la Florida.
ARTISTAS ARGENTINOS EN MIAMI
“Para nosotros, Miami es una gran entrada a los Estados Unidos”- dice Susana Rodríguez, pintora y grabadora argentina premiada, que reside entre Buenos Aires y Miami.
Este sentimiento de apertura y proyección lo viven casi todos los artistas latinoamericanos que exponen en las ferias y galerías locales, desde el maestro Cruz Diez, hasta los artistas emergentes.
Los artistas argentinos ya son parte de este proceso histórico, algunos llegaron hace muchos años, como el pintor Sebastián Spreng que ha hecho un camino solitario con sus obras neo-simbólicas. Otros como Nicolás Leiva, que llegó en los 90, tuvo el apoyo del Galerista Gary Nader, pude ver la evolución de sus pinturas y sus exposiciones con telas de gran tamaño y cerámicas de fuerte línea y color. A Perez Celis, lo frecuentaba y lo veía trabajar para sus exposiciones en museos, galerías y universidades. Vivió en Miami, hasta poco antes de su muerte.
Conocí a Daniel Fiorda, en su taller de Lincoln Road, la famosa calle peatonal de Miami Beach. Trabajaba esculturas de hierro con materiales descartables de automóviles, hoy es director de arte de la Galeria Leila Mordach, y se ha abierto a la experimentación pictórica.
Daniel Botero, con sus obras semi-figurativas, abrió su estudio en Miami después de una estancia en Nueva York. En la vertiente abstracta, se encuentra la pintora Marta Estrems, que trabaja por series de delicado color y tiene su estudio en El Doral. Otro pintor abstracto de paleta alta y fuerte empaste es Pablo Contrisciane, presentado por la galleria ARCH, de la argentina Daniela Montana.
El artista Pablo Soria no abandona la nostalgia de su tierra natal, reflejando paisajes del campo e incorporando la fotografía a su mundo artístico. Ana Candioti, vivió largamente en Miami, impuso una pintura social-antropológica.
La grabadora Liliana Gerardi, se ha traslado a Broward, ha fundado, con 10 artistas, los talleres del centro de Arte de Lauderhill, donde los artistas locales y residentes realizan sus trabajos y exposiciones.
Entre los jóvenes, Karina Chechik indaga aspectos de la pintura metafísica, Cecilia Luenza explora el mundo femenino, igualmente Leda Almar, con su serie de retratos de mujeres y niños, en cambio Ingrid Kaufmann, dentro de un tendencia pop-ecológica, representa el caracol como símbolo del habitat y las translaciones del mundo actual. Muy parecido a nuestro querido Costa Peuser padre, su hijo Mariano Costa Peuser, se afilia al arte conceptual, exponiendo en diversas galerías.
A este grupo de artistas se suman escultores como Valeria Yamamoto, Beatriz Gerenstein, Andrea Botelli, y Alberto Carbi, con sus extrañas formas entubadas. Otros artistas indagan técnicas mixtas como Pancho Luna y Carolina Sardi, o el collage, usado por Malave Mendoza y el diseño gráfico interpretado por Alicia Muñoz.
En este breve registro de artistas argentinos, que espero ampliar y profundizar, no quiero dejar de mencionar a otros artistas cuya obra conozco muy poco, pero que también trabajan en la región: Elena Lasala, Mónica Fernández, Patricia Saidon, Virginia Casado, Laura Rozen, Juan Asnares, Jorge Jrisinco y Miriam Costanza, Cari Cohen, Jorge Carrasco, Graciela Shalev, Cecilia Cormark, Florencia Lopez Diez.
Hay también un grupo de fotógrafos que trabajan fotografía con técnicas mixtas y criterios plásticos: Juan Pablo Cheret, Marina Font, Kike San Martin, Yanina Monti, Diana Maguire.
Cabe destacar que el Cónsul Miguel Talento ha promovido unas agendas y calendarios (2010-2011-2012) con pinturas y obras de artistas argentinos, incluyendo fotógrafos, residentes en la Florida, realizando una tarea de difusión del arte argentino. Para Talento, estos calendarios son “ producto de la virtuosa combinación de la generosidad de los artistas argentinos residentes en Miami y de la vocación institucional de tener una presencia apropiada a través de iniciativas culturales en el espacio complejo y múltiple del Sur de La Florida.”
Estos artistas argentinos radicados en el Sur de la Florida, formarían parte de esta “Escuela de Miami”, marcando la presencia Argentina en la región, junto a otros artistas latinoamericanos, especialmente colombianos, venezolanos y recientemente mexicanos, además de europeos, rusos y asiáticos, que trabajan, crean y exponen en las Galerías locales, configurando en enorme espectro artístico multicultural que ya forman parte de la historia del arte del sur de la Florida.