Nota publicada online
Atormentada y mordaz es el título del libro publicado por Manuela López Anaya -a modo de homenaje- con ensayo de Victoria Verlichak
La talentosa y audaz Mildred Burton creó un mundo artístico de leyenda y libertad, con una imaginería fantástica y detalles salvajes, sagaces asociaciones y ocasionales apropiaciones. Lo real maravilloso se halla, mayormente, en todo su trabajo de apariencia tan sosegada como revulsiva; delicada y siniestra.
En esta obra “ La hija del torturador”, la delicada cara femenina e inocente contrasta con el impacto que produce al detenernos en el detalle de su briche: Una falange de un posible torturado.
Desde 1998, era un lugar común mencionar que la inagotable Mildred había realizado más de cuatrocientas cincuenta exhibiciones colectivas e individuales; al momento de morir, en 2008, la suma había ascendido a por lo menos quinientas. Su avidez por presentarse a todos los certámenes y por responder positiva e indiscriminadamente a todas las invitaciones a exhibir, ¿era una revancha o una justificación de sus inicios rebeldes? Asimismo, obtuvo innumerables premios y distinciones. Su gran talento la hizo brillar pero su trayectoria también fue alumbrada por su constancia, concentración y capacidad de trabajo. Fue creativa y meticulosa; muchas de sus bellas y, a la vez, sombrías obras se encuentran en los principales museos del país e integran colecciones privadas de la Argentina y del exterior.
El libro, tratado desde el diseño como un libro de cuentos, es un homenaje de la editora a una artista que conoció y admiró a través de su padre. ¡Impecable e imperdible!