Nota publicada online
Llueve torrencialmente en Buenos Aires y es un día especial para visitar el taller de Jorge Estomba, ubicado en Parque Patricios, el “glorioso” barrio que lo vio nacer y crecer. A Jorge Estomba le gustan las historias largas y así comienza esta visita; con el recuerdo de Jujuy angosta y del Aguaribay bajo el cual el Perito Moreno confeccionaba sus mapas cuando volvía de sus estudios en el sur del país. Desde que tiene memoria, Jorge siempre dibujó y estudió arte desde muy temprano en el tradicional colegio de barrio al que concurrió -el Bernasconi- cuya sala de dibujo estaba equipada como la del Bellas Artes. A la edad de siete años ya había leído las cartas de Van Gogh a su hermano Theo y pintaba a la par de estudiosos de Cezanne. Si bien a él le interesaba la historia y las orientaciones humanísticas, fue monaguillo y pensó en convertirse en cura; su madre costurera logró, con gran esfuerzo, que ingresara al colegio industrial Otto Krause. Allí eligió “la mas espiritual de las carreras”-según el arista- y se recibió de técnico químico.
Supo que su vida cambiaría cuando se subió a un tren rumbo a Santiago del Estero, con una pequeña valija de cuero y su traje para “la milonga”. Así llegó a Salta, conoció a Ramiro Dávalos, se involucró en el mundo bohemio y fantástico de la música y el arte. Enrique Policastro lo inició en el oficio de pintor; pintaron un mural en la calle Sarmiento y Libertad – en frente a la pinturería Villalba- con la siguiente combinación: idea de Ramiro Dávalos, color de Enrique Policastro y el trabajo de “Jorgito”. Los estudios para el mural los hicieron nada menos que en el taller de Antonio Berni…Corría el año 1961. Policastro lo deriva al maestro Urruchúa y así comienza esta larga historia de Jorge Estomba pintor.
La obra de Estomba es síntesis pura, resume la esencia de su ser: fuerza, convicción y espiritualidad. A lo largo de su trayectoria expuso en Argentina, Holanda, Bélgica y Austria. Hoy sigue trabajando desde su taller en Parque Patricios y las obras hablan por sí solas.