Nota publicada online
En el Museo Emilio Caraffa de Córdoba se exhibe una exposición antológica de Joaquín Ezequiel Linares (1927-2001), un justo homenaje a un artista de prodigiosa creatividad y fecunda producción.
De colores oscuros, tonos profundamente sombríos y líneas sensibles, los trabajos de Joaquín Ezequiel Linares expuestos en el Caraffa, proponen un recorrido por las diferentes temáticas que transitó este artista, que inició su camino creativo en Buenos Aires, para continuarlo en Tucumán, donde fijó su residencia, y "siempre supo adoptar a su tarea, una perspectiva cultural continental."
Con el título “Crónica de una pasión americana”, la muestra es la mayor exposición antológica dedicada al artista realizada hasta ahora en nuestro país, y tras ser presentada inicialmente en el Museo Sivori de Buenos Aires, el año pasado, la exposición llega a hora a la ciudad de Córdoba.
Decrépitas virreinas enfundadas en ostentosos vestidos con enormes cuellos por los que asoman sus cabezas calvas, rodean al espectador, desde sombríos escenarios palaciegos. Bufones, sirvientes, enanos y perros completan la corte de personajes que protagonizan la serie del virreinato del río de la Plata. Tenebrosos, crueles y viciosos, estos seres goyescos se multiplican en las paredes de la sala y constituyen uno de los ejes temáticos, en torno a los que se organiza la muestra.
Al núcleo narrativo del Neovirreinato, se le suman otras series como la del Tango, Las termas, Casas de la Turca, que permiten reconstruir la larga y fecunda trayectoria de Linares y conocer los diversos períodos de su vasta producción, a través de un heterogéneo conjunto de obras provenientes de colecciones privadas y de los museos que participan en la organización de la muestra, la mayor que se haya dedicado al artista.
"Joaquín Ezequiel Linares ocupa un espacio de excepción dentro del horizonte del arte argentino y latinoamericano del siglo XX, espacio determinado por varios y gravitantes factores. El don de una creatividad prodigiosa, una definida conciencia de pertenencia y una obra de sostenido nivel y fecunda extensión", ha señalado Alberto Petrina, uno de los curadores de la muestra. Sin embargo, a pesar de esta suma de virtudes, el artista y su producción han quedado relegados y algo ausentes de los circuitos tradicionales de exhibición en los últimos años. Y es a partir de esa situación, que el museo Sívori, de Buenos Aires, en consonancia con las máximas jerarquías culturales de las provincias que participan en el proyecto (Córdoba, Jujuy, Salta y Tucumán), presenta esta exposición que da a conocer a las nuevas generaciones, la obra de un artista de trascendencia americana y universal.
La organización conjunta y federal de la muestra, que se evidencia en una curaduría mixta a cargo del Director Nacional de Patrimonio y Museos, arquitecto Alberto Petrina, y de la Directora de Artes Visuales del Ente Cultural de Tucumán, Claudia Epstein, da cuenta también de las etapas creativas que se sucedieron en la vida de este artista y su significativo cambio de residencia.
"Aunque nacido en Buenos Aires”, ¬señala la Directora del Museo Sívori, María Isabel de Larrañaga en el catálogo de la muestra¬, “Linares eligió como sede de su destino vital a ese tumultuoso corazón cultural de nuestro Noroeste, imaginando y produciendo allí su obra sustantiva. La dimensión de su impulso creativo venía así a afianzar el prestigio del polo tucumano dentro del ámbito de las artes visuales latinoamericanas, y la luz encendida por Spilimbergo y sus compañeros de ruta durante los años 40 y 50 era magníficamente renovada por un artista que unía la grandeza de su lenguaje a la fuerza de un discurso de inusual originalidad. Agreguemos que en Ezequiel Linares recordamos, además, al hombre de sentimiento nacional y americano que supo dotar a su tarea de una perspectiva cultural continenta."
Sobre el artista
Linares nació en Buenos Aires (1927), y fue fundador e integrante del Grupo Sur (1957-1961). En 1960 viajó a Europa becado por el Fondo Nacional de las Artes y en 1962 se radicó en la Provincia de Tucumán, donde también ejerció una labor docente brillante. Entre 1980 y 1984 residió en Madrid. Trabajó series, entre las que se destacan "Virreinato del Río de La Plata", "Neovirreinato", "Tango", "Termas", "Casas de la Turca", "El Jardín de la República" y "La larga noche latinoamericana."
Obtuvo innumerables distinciones, entre las que se destacan el Primer Premio del Salón Nacional de Artes Plásticas (1966), el Gran Premio del
Departamento de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (1970), el Primer Premio del Salón Nacional de Tucumán (1971), el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Artes Plásticas (1973) y el Gran Premio de Honor del Salón de Rosario (1979).
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Hasta el 24 de febrero
MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES EMILIO A. CARAFFA, Av. Poeta Lugones 411 - Córdoba
Mar a Vie 10 a 20 hs. Sáb y Dom 10.30 a 19 hs.