Nota publicada online
La NAVE, es un nuevo espacio ubicado Escobar, un punto de encuentro para el pensamiento y la conversación; se proyecta como plataforma de intercambio entre artistas contemporáneos a través de una serie de programas de invitados nacionales e internacionales, residencias y activaciones interdisciplinarias.
Un parque frondoso, Rosas blancas por todas partes, el perfume de los Jazmines, cactus y suculentas en algunos rincones, Glicinas y un par de Santa Ritas jóvenes, una huerta orgánica, una casa con su acogedora galería que nos traslada a la toscana y, por supuesto, el arte: esculturas conviviendo con la naturaleza y un gran estudio al que apodaron LA NAVE.
LA NAVE tiene nombre y apellido: Gachi Prieto y Andrés Waissman. Esta pareja emprendedora - gestora cultural ella y artista plástico él - hicieron su sueño realidad y lo convirtieron en un proyecto de vida que incluye a su familia y a su quehacer de varias décadas.
Ubicada a una hora de la Ciudad de Buenos Aires, en Belén de Escobar, LA NAVE no es sólo una casa-taller, sino un centro de discusión artística creado con el propósito de involucrarse activamente dentro del nuevo ecosistema cultural que está surgiendo en el norte de Buenos Aires para generar alianzas con actores e instituciones claves en el desarrollo, trabajando sobre el contexto local y fortaleciendo vínculos nacionales e internacionales.
La infraestructura del emprendimiento se completa con 13 habitaciones y espacios comunes que se distribuyen en una casa de huéspedes y un quincho, por lo que, entre las actividades se destaca un programa de residencias, tanto para artistas y curadores invitados como para aquellos partícipes de convocatorias abiertas y activaciones interdisciplinarias.
En este punto, desde LA NAVE se proponen diversas alianzas con espacios e instituciones para ampliar el alcance y red de colaboraciones: Oxígeno (Paraguay), QUINCHO (red de residencias de arte de Argentina), Proyecto PAC (Galería Gachi Prieto, Buenos Aires, Argentina), ICE América (Canadá); entre otras.
La inauguración resultó una gran celebración de la que participaron artistas, gestores, periodistas y, como no podía ser de otra manera, con música, alegría, cena y baile.
¡Bienvenida LA NAVE!