Nota publicada online
El sábado 7 de marzo se inauguró en el Centro Cultural Oca, de San Pablo, Brasil, la exposición "Intemperies – El Fin del Tiempo", un nuevo anticipo de la 2ª edición de la bienal
El artista belga-mexicano Francis Alÿs, el alemán Michael Sailstorfer, el americano Reynold Reynolds, los brasileños Caio Reisewitz, Thiago Rocha Pitta y Laura Vinci y los argentinos Mika Rottenberg y Diana Lebenson son algunos de los artistas que participan del tercer capítulo previo de la Bienal del Fin del Mundo, en el Centro Cultural Oca, en el famoso edificio que construyó Niemeyer para las grandes muestras en Brasil.
La muestra reúne obras de 29 artistas, de 16 nacionalidades, presentadas en grandes proyecciones de videos y fotografías, que expresa el distanciamiento de hombres ante transformaciones climáticas que asolan al mundo.
Con la curaduría internacional de Alfons Hug y nacional de Alberto Saraiva, esta exposición en Brasil está estructurada a partir de los cuatro elementos - fuego, agua, aire y tierra - que dividen los 7 mil metros cuadrados en las cuatro plantas de Oca, célebre edificio de Oscar Nieymeyer, el legendario constructor de Brasilia.
"Antiguamente, el tiempo era simplemente tiempo. Era como una segunda piel para las personas, y, a pesar de sus ocasionales inclemencias, hacia como si nos sintiésemos parte de algo mayor de la naturaleza. Pero, ahora, el tiempo llegó a su fin y se transformó en clima, una entidad física, anónima y amedrentadora que, en cualquier momento, es capaz de desatar una catástrofe", explica Alfons Hug.
Con las transformaciones climáticas que vienen ocurriendo en los últimos años y la transformación del tiempo en clima, lo que era de todos pasó al terreno de los especialistas. Entretanto, afirma el curador, las cualidades metafísicas y simbólicas del tiempo no pueden ser aprendidas en gráficos y recuentos estadísticos. "Las transformaciones climáticas, ya sean causadas por el hombre o por la naturaleza, siempre vienen acompañadas de transformaciones culturales: transforma la aptitud que tenemos en relación a nosotros mismos y al prójimo; el cuerpo y los sentidos se ven expuestos a nuevas experiencias", dice el curador.
Intempéries – El Fin del Tiempo reúne a los siguientes artistas: Caio Reisewitz (Brasil); Laura Vinci (Brasil); Botner e Pedro (Brasil); Marcos Abreu (Brasil); Paulo Climachauska (Brasil); Thiago Rocha Pitta (Brasil); Tina Velho (Brasil); Vicente de Mello (Brasil); Zalinda Cartaxo (Brasil); Michael Sailstorfer/Jürgen Heinert (Alemania); Lutz Fritsch (Alemania); Kalle Laar (Alemania); Yang Shaobin (China); Reynold Reynolds (EUA); Shin Kiwoun (Corea); Mika Rottenberg (Argentina/EUA); Alexander Nikolayev (Uzbequistão); Simon Faithfull (Inglaterra); George Osodi (Nigéria); Guido van der Werve (Holanda); Eugenio Ampudia (España); Francis Alÿs (México); Ann Veronica Janssens (Bélgica); Andrej Zdravic (Eslovenia); Diana Lebensohn (Argentina); Phil Dadson (Nueva Zelanda); y Thomas Mulcaire (Sudáfrica).
La Bienal del Fin del Mundo
Creada por la Fundación Patagonia Arte & Desafío, en el marco de su Proyecto Polo Turístico Cultural Fin del Mundo, con el padrinazgo de la Fundación Memorial del Parlamento Latinoamericano, de San Pablo, la Bienal de Arte Contemporáneo del Fin del Mundo tuvo su primera manifestación en marzo y abril de 2007, en la ciudad de Ushuaia, con el objetivo de generar, a través del arte, un espacio de reflexión sobre las distintas manifestaciones de la contemporaneidad.
Aquella edición inaugural tuvo la curaduría general de la brasileña Leonor Amarante, acompañada por la curadora de la Bienal de la Habana , Ibis Hernandez, y de la crítica argentina Corinne Sacca Abadi y su irrupción despertó una inesperada y fulminante adhesión internacional que la ubicó en un lugar de privilegio en el poblado calendario internacional de bienales de arte contemporáneo.
Su lema fundacional es: "Pensar en el Fin del Mundo, qué otro mundo es posible". Concepto éste, el de "fin del mundo", que involucra, como se dijo, al vasto universo social, histórico y cultural del cono sur de América. El tema de la segunda edición será "Intemperie" –que da nombre a la muestra de Río de Janeiro-, alusión al aire libre, a los grandes espacios desiertos como la Antártida , a la fragilidad de la vida ante una Naturaleza cada vez más amenazante como consecuencia del cambio climático, pero también metáfora de un mundo regido por la transitoriedad, la incertidumbre, y en el cual fortalezas que parecían eternas, indestructibles, se derrumban en un instante como castillos de naipes.
El curador general será esta vez el crítico de arte alemán Alfons Hug, uno de los curadores más prestigiosos del mundo, quien fue el primer especialista no brasileño en dirigir en dos oportunidades la Bienal de San Pablo. La curaduría por Argentina y de Proyectos Especiales está a cargo del reconocido crítico y curador Fernando Farina, mientras Karina Maddonni asumirá, como en la primera edición, la responsabilidad del Proyecto Pedagógico de la Bienal.
La muestra que se inaugura el lunes 19 de enero en Río de Janeiro no es la única actividad de la segunda edición de la Bienal del Fin del Mundo que ha dado comienzo. En la base sudafricana Sanae, de la Antártida , ya se encuentran tres artistas internacionales desarrollando sus obras y esta semana Fernando Farina viajó a Calafate y a Ushuaia, junto a los artistas Graciela Sacco -que participó de las bienales de Venecia y Shangai-, Ana Gallardo, Adriana Bustos, Verónica Gómez, Adrián Villa Rojas y Esteban Álvarez, quienes buscarán lugares y motivos inspiradores para sus obras. En la capital fueguina expondrá unos 35 artistas, entre ellos Jorge Macchi.
Participarán de la Bienal alrededor de 60 creadores nacidos en 16 países, algunos de los cuales son verdaderos pesos pesados del arte contemporáneo internacional, como el fotógrafo y videasta chino Cai Gou Qiang, el escultor alemán Michael Sailstorfer, el cineasta alemán Thomas Demand, los fotógrafos brasileños Thiago Rocha Pitta y Caio Reisewitz, la video artista y performer afganistana Lida Abdul y el cineasta norteamericano Reynold Reynolds.
Todo este esfuerzo comenzará a mostrar sus resultados en la muestra de Brasil y cristalizará a partir del 24 de abril próximo, cuando se inaugure en Ushuaia la segunda edición. El núcleo central consistirá en "un bosque de videos de 5.000 metros cuadrados", según la gráfica definición del curador general, y también se intervendrán, entre otros espacios, el ex-Presidio y el edificio de la vieja usina de la ciudad. En los días posteriores, se agregarán las exhibiciones de las obras instaladas en Calafate, Punta Arenas y la Antártida y se abrirán al público espacios expositivos en el Centro Cultural Parque España y en el MACRO, en Rosario.
En palabras de su director, Alberto Grottesi, "la Bienal de Arte Contemporáneo del Fin del Mundo es un verdadero desafío federal, iniciado a más de 3000 km de Buenos Aires, con un original concepto que integra el Arte, la Tecnología y las problemáticas de la contemporaneidad, en un proyecto que ha logrado importantísima repercusión internacional y que ya se ha ganado el reconocimiento como la Bienal de Arte Contemporáneo de Argentina". Cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Ushuaia y de los gobiernos de Tierra del Fuego y de la Nación. La exhibición en Brasil está organizada por el Centro Cultural Oi Futuro, con la coordinación del Instituto Goethe, el patrocinio del Gobierno del Estado de Río de Janeiro y el auspicio del Ministerio de Cultura de Brasil.