Nota publicada online
La artista británica presenta una selección de cinco videos de su obra que se presentan en el MALBA hasta el 25 de febrero.
La muestra "How it feels" de Tracey Emin en el Malba, está compuesta por el título de la exposición escrito en un neón violáceo-rosado, más cinco videos que la artista realizó entre 1995 y 2000. El montaje, propone un espacio compartimentado y unido al mismo tiempo. La separación de los vídeos en diferentes cuartos, está integrada por la oscuridad espacial de toda la muestra, provocada por la pintura azul oscurísimo de las paredes y, una melodía que sale de uno de los cuartos: "Riding for a fall" del jamaiquino John Holt. En la exposición, la luz proviene únicamente de los vídeos en donde aparece Tracey Emin exhibiendo un fragmento de vida. Love is a strange thing, es el primer video propuesto en el recorrido: Realizado en 2000, Emin crea un diálogo, una relación, entre un perro y ella en donde hablan del amor, o la imposibilidad del mismo. La ausencia de luz en la muestra, plantea un recorrido un tanto imprevisto, en donde los espectadores se encuentran en el espacio sin anticipar la presencia del otro. Ese desplazamiento incierto plantea una predisposición distinta frente a los videos de Emin. Ella es la única que aparece con claridad.
Hay dos vídeos de 1998: Homage to Eduard Munch and all my dead children, un tributo al artista de "El Grito" con sus formas humanas desintegradas y perturbadas, y, Riding for a fall, en donde Emin aparece con un sombrero y corpiño negros, montada sobre un caballo, en una playa, mirando a la cámara, moviéndose sin dirigirse a ningún lugar, acompañada por la canción de Holt. En el video How it feels Emin camina por Londres. Fuma, y además cuenta de su aborto. Alimenta a una ardilla y da más detalles de su aborto. "Siempre tendré que imaginarme la vida sin ese alguien", explica en un parque sin resultar melancólica. Finalmente, Why I never became a dancer, remite a sus épocas en Margate (UK), su adolescencia, en donde encuentra las causas por las que no fue una bailarina profesional. Las agresiones y frustraciones vividas por Emin, las decanta en videos que cruzan entre el grito desamparado de Munch, y la divertida ironía del enamoramiento de un perro, literal.