Nota publicada online
La legislatura porteña la declaró Personalidad Destacada en el ámbito de la Cultura a la fundadora de Arte x Arte quien recibió la distinción rodeada de familiares y amigos.
Aprendió a leer a los cuatro años y desde entonces se convirtió en una ávida lectora de la mejor literatura; estudió en la Facultad de Ciencias Econónomicas y se recibió allí sin nunca entender bien por qué; su fascinación por las ideas de Heráclito y Ortega y Gasset la llevaron a estudiar, investigar y enseñar filosofía durante 25 años; a los 40 empezó a estudiar artes plásticas y, tiempo después, teatro con Hedy Crilla y danza con Ana Itelman. En 1995 inauguró Arte x Arte, su propia galería en Belgrano, a metros del Museo Larreta, donde expuso la obra de artistas como Guillermo Kuitca, León Ferrari, Nicolás García Uriburu, Luis Felipe Noé, Oscar Smoje y Nora Correas, entre otros grandes. En 2002, meses después del peor estallido económico y social que atravesó la Argentina, mudó la galería a su actual local de 1.800 metros cuadrados en la calle Lavalleja y Arte x Arte se convirtió en la primera galería en instalarse en Villa Crespo, una zona que muchos años después se consolidará como un circuito relevante para las artes visuales de Buenos Aires, con cantidad de espacios de exhibición consagrados emergentes. Poco después creó con su marido la Fundación Alfonso y Luz Castillo, que sostiene las actividades de Arte x Arte y formaliza en trabajo de apoyo a la producción y circulación artística que venía desarrollando desde 1995.
No es raro, después de semejante recorrido en sus 88 años de vida, que el artista Eduardo Medici -uno de sus grandes amigos- haya definido a Luz Castillo como “una intensidad que se desplaza” en su discurso durante el acto en La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que el miércoles pasado la declaró como Personalidad Destacada en el ámbito de la Cultura. El acto, que se realizó en el Salón Alfonsín -colmado por un centenar de amigos, familiares, críticos, periodistas- contó con la presencia de la diputada autora de la iniciativa, María Cecilia Ferrero, y el ministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Enrique Avogadro.
“Tengo una amistad de 43 años con Luz -contó Medici en su discurso-. La conocí en Lirolay , yo estaba recorriendo galerías, subí y estaba Luz mirando una muestra y empezamos una charla que hasta hoy no terminó, y conociéndola a Luz, seguramente seguirá mucho tiempo”. Recordó que cuando la conoció, ya se había recibido en Ciencias Económicas, ya había sido profesora, ya había estudiado teatro, ya había estado muy entusisamada con la astrología. Siempre me llamó la atención -dijo- este hacer cosas pero también abandonarlas, pasar a otras, como buscando el territorio de la infancia”. Consideró que ese permanente buscar es el hilo conductor de toda su obra. “Yo hablaría de Luz como una intensidad que se desplaza. Este desplazarse no es solo para conocer lugares sino también para interrogarse en ellos. Uno se pregunta cuál es la meta, adónde quiere llegar, cuál es la obra de Luz”. Y se contestó: “Yo creo que la obra de Luz es la pasión”.
A su turno, Avogadro agradeció a la homenajeada “en nombre de la cultura de esta ciudad por todo lo que has hecho” y la consideró “una persona que contagia una pasión desmesurada, de una enorme voracidad respecto de todos los campos del arte”.
Segundos después de recibir la distinción, Luz Castillo señaló el diploma que le había entregado Avogadro y dijo con emoción: “Este pequeño rectángulo de papel blanco justifica mi vida, es por eso que les agradezco con todo mi corazón que me acompañen en este momento”.