Nota publicada online
La cifra impar
El título de la muestra azora al amateur, escaso frecuentador de fórmulas aritméticas-aún las más primarias- y renuente sempiterno a auscultar tales fórmulas en términos estéticos
Pero todo emprendimiento artístico, y su público o comentador, se sumergen en el principio de incertidumbre, esa acrobacia sin red contenedora.
Sigamos los rastros.
SUR, finis terrae, regida por una cruz inscripta en la cartografía celeste y acompañada por la
primera estrella, el lucero del alba, que los españoles llaman la miguera. Así nombran al amasijo que leudará el pan del día siguiente, el pan de cada día que se ruega en el Padrenuestro.
Y esta grafía, el dibujo, ha sido la marca argentina desde los inicios del país. Una persistencia noble desde la inicial expresión gráfica ,mordaz, de la prensa contestaría, en papel de estraza, que cuajó en la disidencia de los Artistas del Pueblo.
Pero no se agotó en ellos la rica cantera del dibujo argentino, de los nativos y los que adoptaron el destino sureño.
Y ese el primer nexo entre Aberastury, Vega, Barna , Makarius y Roux., el invitado y mentor.
Lo demás se inscribe en las afinidades electivas enunciadas por Goethe.
Haremos algunas conjeturas sobre la naturaleza tácita de estos vínculos, más allá de la amistad y la admiración que tienen, tenemos por -Guillermo Roux
Y no debe olvidarse que varios de ellos sostienen otras maestrías en paralelo.
Hasta el asombro provisto por Sameer Makarius, eminente fotógrafo, que se nos revela
en la nocturnidad expresionista ,crispada ,de una caligrafía angustiosa. Y el caballero
medido, elegante, soberano cámara en ristre ,convivía con el agonista que nos revela
la muestra.
También cabe interrogarse por los vericuetos-intelectuales y sensibles-de Taibe Nachman
que los convocó para advertirnos que el arte es un sueño eterno, perenne.
Gabriela Aberastury incurre en el dibujo único, pariente pero diverso a la condición de múltiple de su reconocida labor de grabadora. Hay razones para su elección entre ambos
recursos, entonaciones de lenguaje que permite el trazo sobre el metal estampado sobre papel o el soliloquio de grafito o pluma sobre la pulpa trémula del soporte..El diálogo es
una interrogación ontológica de alta tensión emotiva y estética.
Otra cima alcanza Inés Vega, prodigiosa creadora de la escultura blanda, maravilloso
maridaje entre recursos de costurero y empinadas imágenes oníricas. Su dibujo sobre
soportes usuales sostiene la magistral eufonía entre sueño y vigilia, el natural titeo entre
sueños propios y, tal vez ajenos, donde el soñante se sueña soñando, y admite sin perder
reserva y pudor, que compartamos su sueño digno de Calderón.
De otros sueños y de su interpretación alega Gabriel Barna, nacido en la legendaria y propicia Budapest .Barna se interna en los laberintos interiores de seres que ,a duras
penas, contienen esa multitud. Y expresa esa tensión vital con parsimonia gráfica y
unanimidad tonal. Presenta y reserva esa condición controversial con mesura y humanidad
evidente
Y llegamos a la estrella miguera, Guillermo Roux.
Por siempre será el atisbador de cerraduras, de las metamorfosis prodigiosas , surreales ,y también del muralista que entona en voz potente el canto cívico o la gloria real-ese otro
sueño-del teatro. Hoy se muestra recoleto, voluntariamente restringido al carbón, con algún
acento de color ,para consagrar la intimidad del fogón, de los dioses lares.
A todos ellos gracias por plasmar nuestros sueños
Elba Pérez, mayo de 2014