Nota publicada online
La Asociación Amigos del Belas Artes es hoy un importante generador de recursos para nuestro Museo mayor y puede considerarse casi un centro cultural con una amplia oferta de cursos teóricos, talleres de artes plásticas y actividades especiales.
Desde Arte Online, convocamos a Julio Crivelli, su presidente, para conocer su visión en este momento tan particular para el mundo entero en el que lo virtual se instala en la vida cultural como una herramienta imprescindible.
¿Cuántos socios tiene hoy la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes?
-La Asociación cuenta hoy con 2700 socios de todas categorías. Nos interesa la mayor cantidad de socios, no solamente por su contribución, sino también por el vínculo participativo que se establece con la cultura y el Museo.
¿Qué nuevas estrategias están pensando o implementando para en estos tiempos que se nos cambió el mundo de la noche a la mañana?
-La primera estrategia consistió en mantenernos presentes y acompañando a nuestros socios desde el primer dia de la cuarentena. Se les enviaron "mimos" digitales, en forma de charlas cortas sobre una obra de la Colección dadas por el equipo de la Asociación, mini videos de obras, entretenimientos para niños y algunas trivias y juegos.
Paralelamente el COVID nos forzó a lanzar un proyecto que estabamos gestando hace mas de un año. Este se relaciona con brindar clases online, en forma digital a nuestros alumnos. La Asociación conto con más de 18.000 matriculas en 2019, y la cuarentena surgió ya iniciados varios cursos. Como estabamos preparados, éstos se pudieron continuar dictando sin interrupción en forma digital.
Fue y es un enorme desafío acometer los cursos digitalmente. Estamos tratando de ampliar la base a los museos de las provincias, y a sus asociaciones.
¿En esta línea están pensando en nuevas producciones?
-Si, sabemos que este formato online ya se instaló. Las encuestas entre nuestros alumnos muestran que aunque pudieran venir a la Asociacion este formato les es muy cómodo. Así que no sólo continuaremos creciendo en esa línea sino inviertiendo en el desarrollo de nuevos productos culturales donde tecnología y contenidos se encuentren.
¿Talleres y cursos Online?
Los talleres si se dan con la seriedad y el profesionalismo que acostumbra la Asociación y no son un tutorial de técnicas de dibujo o pintura, necesitan defintivamente de lo presencial. Como transmitir a un alumno la presión de un pincel, la carga de óleo, el espíritu que los inspira? Creo que de alguna manera es lo que separa el arte de la artesanía. Cursos si. Por ahora preferimos los cursos grabados ya que permiten libertad de asistencia y podemos verificar su calidad. Los webinar tienen la frescura de lo inmediato pero creemos que hoy hay una sobreoferta que esperamos se vaya depurando. El gran logro es haber podido llegar al interior del pais. Nuestros alumnos del interior son cada vez más. Además estamos haciendo acuerdos con distintas instituciones culturales y educativas del interior del país por las cuales sus socios o alumnos tienen beneficios.
¿Actividades interactivas?
-Estamos trabajando con una plataforma en especial. Va a a ser una buena sorpresa que vamos a lanzar con el fin de recaudar fondos, hacia principios de julio.
¿Cómo crees que se debería mantener “visibilidad”, sin correr el riesgo de abrumar al nuevo “usuario online”?
-Esto sólo se consigue segmentando al publico. Nosotros no enviamos todo el tiempo todo lo que ofrecemos a todos nuestros socios, alumnos y conocidos. Le enviamos lo que creemos le puede interesar o puede acceder
¿Qué cambios crees que se vienen para adelante en cuanto a muestras en los museos?
-Creo que por un tiempo se terminaron las exposiciones Blockbuster. Pensando positivamente habrá mas tiempo y espacio para apreciar la colección de un museo, una obra o una exposición. Menos volumen, más calidad. Pero creo que el rol de las exposiciones como estímulos de la cultura es imprescindible. Es un modo de recordar quiénes somos, como personas, como sociedad. Está de moda que los museos cambien su enfoque: que haya juegos, performances, como si la sociedad necesitase de excitadores menores para acercarse al museo. No creo mucho en eso. Creo que el contenido de un museo representa la identidad de una sociedad.
Las muestras con el tiempo y el paso de la pandemia volverán a ser como fueron siempre. Pero creo que el arte tendrá cambios a partir de este hito. Aunque el temor a la muerte siempre estuvo presente en el ser humano hoy somos más conscientes de nuestra finitud. Inevitablemente esto influirá en el arte.
Como coleccionista de arte, ¿cómo ves las ferias on line que reemplazaron en estos últimos meses a las ferias presenciales?
-Como dije, yo no creo que el mundo cambie tanto después de la pandemia. Las ferias online son una suplencia útil para estos tiempos. Pero al público en general y a los coleccionistas en particular, lo que nos gusta de las ferias es caminar entre las obras de arte, sentir ese influjo que sólo se vive a su lado, enfrente, mirándolas, emocionándonos. Y encontrarse con amigos, discutir las obras, los stands, la feria en general.
La experiencia solitaria de una persona frente a una pantalla jamás sustituirá la gregariedad de nuestra especie.
¿Las recorristes? ¿cuál fue tu experiencia?
-No se puede hablar de “recorrer”, sólo de mirar. Recorrer es la dinámica de la vida, mirar es la estática de la pantalla. Si, las vi, me admiró lo bien hechas que estaban. Pero se pierde al público en general. A la feria online entra quién tiene interés específico.
Se pierde esa contribución a la cultura colectiva que es la feria, la concurrencia gozosa de quiénes no van a comprar sino a vibrar con el arte.
¿Compraste o comprarías obra de arte online?
-Si algo me interesa vería la obra de verdad, en persona y allí decidiría la compra. La pintura y la escultura están concebidas para el contacto.
¿Qué ves de positivo y de negativo en esta modalidad?
La vida online ha permitido que la actividad cultural permanezca vigente, que esté presente en la vida de las personas en este momento de emergencia y dolor. También ha permitido la expansión de experiencias y actividades que llegaron para quedarse.
No veo nada negativo. Solamente es negativo pensar que la cultura será digital en el futuro. Lo digital es un instrumento, un medio de estimular, de llegar. Pero nada puede sustituir la presencia, tocar, ver de cerca, comentar, emocionarse, comparar, caminar entre las obras, sintiendo nuestro corazón lejos o cerca de ellas.
Lo digital está destinado a enriquecer, no a sustituir.