Mario Vidal Lozano (1957), salteño y de un estilo inconfundible -por el que ha sido distinguido a lo largo de su carrera con más de cuarenta importantes premios a nivel provincial y nacional- eligió la obra de Gerardo Wohlgemuth en su recorrido por Estilo Pilar.

“Me impactó la escultura por sus formas simples y su espacialidad, por la austeridad del color y de medios que utiliza. Me interesa el minimalismo en la representación y Gerardo logra un clima espacial ya que trabaja los vacíos y los silencios".

Sobre Gerardo Wohlgemuth

Arquitecto y artista plástico, Wohlgemuth comenzó hace 25 años a trabajar la escultura en la línea del Constructivismo Americano con Adrián Dorado. Descubrió la chapa de hierro por su maleabilidad y la calidez que surgen de sus óxidos.

“Mi obra es austera; tanto en forma, materialidad, y color. Adscribo al Wabi-sabi, la belleza de la imperfección. Como la poética del Haiku, se basa en el asombro y el arrobo que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza”, resume.

Fue reconocido con el Primer Premio del Salón Nacional de Artistas Plásticos en el año 2000, entre otros muchos premios. Recibió el Premio Estilo Pilar en la actual edición de la feria que se realiza en Lagoon Pilar y que puede visitarse de jueves a domingos hasta el 22 de mayo. 

Sobre Mario Vidal Lozano

Pintor nato, comenzó sus estudios de pintura en el Departamento Infantil de la Escuela Provincial de Bellas Artes “Tomás Cabrera” a los nueve años; egresó con el título de profesor de Pintura y Escultura. Entre los años 1982 y 1990 Vidal Lozano acumuló diez primeros premios nacionales.

En sus pinturas, sintetiza la máximo las formas, esculpe la línea con la propia tierra salteña, imprimiéndole a la obra toda su fuerza y su color; repite estos mínimos elementos y crea un lenguaje secreto de signos. Un lenguaje misterioso que nos remite a las antiguas culturas precolombinas y nos invita a la contemplación.

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