Nota publicada online

martes 25 de marzo, 2025
Gaby Grobo en CCRecoleta y Rubbers
Desde lo profundo
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Foto Carlos Furman
Foto Carlos Furman

Gaby Grobo. Desde lo profundo” la exhibición de pinturas y una gran instalación inmersiva, se presenta en la sala 13 del Centro Cultural Recoleta y, paralelamente, en Galería Rubbers, pinturas de la misma serie.

Mi lugar de origen me define; me invita a mirar el paisaje en el
que nací con una nueva perspectiva, libre de condicionamientos y prejuicios."
G. G.

 

Late. Cálida y húmeda, la tierra es como el útero materno. Allí se alojan todas las sensaciones, con sus perfumes y sus sonidos más secretos. Allí laten las raíces de Gaby Grobo. Ella concibe su obra en un viaje interior y desde allí rinde homenaje a quienes la precedieron porque “somos el fruto de aquellos que han caminado antes.”

Como sostiene Fernando Farina, curador de ambas muestras, “en sus pinturas confluyen sentimientos, historias y recuerdos a través de capas superpuestas que son realizadas con una materia espesa en las que condensa sus vivencias. Y no se trata de representar -aunque en ocasiones deje ver sutiles arboledas u horizontes- ni de poner en evidencia cuestiones simbólicas, sino de buscar las maneras de hablar de lo más íntimo a través del arte. Es el cruce entre un expresionismo que sale de lo más profundo con la conciencia de estar comunicándolo.”

Gaby Grobo nació en Carlos Casares y pintó desde siempre. Fue su madre quien la impulsó a tomar clases de dibujo y pintura desde pequeña. Estudió otras carreras relacionadas con la creación artística; su verdadera pasión por el arte se manifestó, decidió ser artista y emprendió su camino con convicción apoyada en la inspiración de maestros como Hugo Petruchansky con quien estudió los principios del arte contemporáneo. Comenzó a exhibir sus obras en diferentes lugares, tanto en Argentina como en ciudades importantes de Europa y Estados Unidos. “De Carlos Casares al mundo”, afirma contundente. En su búsqueda incorpora elementos de la naturaleza a los pigmentos, como la tierra. Tierra que, alquímicamente, “se constituye en sustancia y en tema, se acumula y habla de un lugar, de las raíces y de los orígenes”.

Foto Carlos Furman

Inquieta y con la necesidad de ahondar en la expresión y compartirla, su exploración la ha llevado a abordar el espacio, incorporar objetos significantes a sus pinturas y generar situaciones inmersivas para participar aquellas sensaciones que viene atesorando desde hace años. Así es como nace la imponente instalación de 52 metros que habita el Centro Cultural Recoleta y que busca sumergir a los visitantes en una experiencia sensorial inspirada en la naturaleza. Grobo se adueña los cantos de los pájaros, la lluvia y el viento, así como de los olores de pasto y tierra mojada, para alimentar la reflexión y la imaginación.

“Esta inmensa instalación representó un gran desafío personal, ya que es la primera vez que realizo una obra de tal envergadura,” cuenta la artista. La obra fue pintada en Carlos Casares, su lugar en el mundo. “La tuve que pintar en el campo, directamente sobre la tierra. La pinté en tramos de 10 metros y fue una experiencia muy corpórea.Literalmente puse mi cuerpo encima, caminé la obra, me senté en la obra, me acosté sobre ella. Y la realidad es que hasta que no la vi montada en el Recoleta, yo no podía dimensionar del todo cómo quedaba toda integrada.” A lo largo del proceso, recibió el apoyo del curador Fernando Farina, quien la ayudó a desarrollar su visión. La sala fue transformada con cambios en la iluminación y el espacio para crear un ambiente inmersivo que invita a los espectadores a reflexionar y permanecer. La obra, colgada a 360 grados, incorpora diversas texturas y materiales, lo que la llevó a experimentar resultados inesperados, enriquecidos por su exposición a las inclemencias del tiempo y la naturaleza.

En paralelo, y a muy pocas cuadras, inauguró una muestra en Galería Rubbers con obras de tamaños más convencionales pero no por ello menos impactantes. Existe un diálogo entre las dos muestras ya que ambas son parte de una misma concepción y que el curador seleccionó para exhibir en ambos espacios.

Grobo en su hacer aborda un universo que para ella es natural porque allí nació y creció: el del campo. Un campo vivo, una naturaleza arrolladora que la artista pretende captar a través de capas pictóricas incluyendo el propio hacer de la Naturaleza porque, en el tiempo de gestación de la obra “ocurrieron tormentas, se cayeron árboles y nidos de pájaros.”  

Desde lo profundo de Gaby Grobo no es sólo un espacio que invita a quedarse, sino que sugiere al visitante a que pueda meterse en su propio interior. “¡Finalmente esto está sucediendo! Me emociona cada vez que encuentro en la sala gente sentada, tirada, reflexionando, disfrutando. La verdad, me digo, ¡misión cumplida!

 

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