Nota publicada online
*Alicia Estela Beltramini Zubiri es Miembro activo de la Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte; College Art Association; Associaiton of Latin American Art
Guillermo Ceniceros (1939) nació en El Salto, Durango, México. Estudió en el departamento de diseño industrial de una fábrica de máquinas (empresa-escuela) en la ciudad de Monterrey. Allí aprendió dibujo técnico industrial, la precisión del dibujo técnico fomentó su inclinación por la geometría y su paso por la fábrica le facilitó la creación de herramientas personales para su trabajo.
En 1964 se instaló en Ciudad de México. Allí comenzó a trabajar con David Alfaro Siqueiros, de quien fue su ayudante en varios murales, tales como en el Poliforum. De su maestro aprendió la técnica del mural que luego implementaría en las diferentes obras que realizó. Aunque influenciado por su maestro, Ceniceros readapta las premisas del muralismo clásico, transformando la fuerza expresiva de Siqueiros en una narración dinámico-histórica, pues su intención es “complementar lo que en las escuelas se da sobre la mexicanidad”.
El poeta mexicano José Ángel Leiva expresa “El arte mural es, diríamos, connatural a nuestra forma de expresarnos, de ser, de inventaros”.
Guillermo opina que cada muro es diferente y le exige al artista una investigación histórica y un estudio de la arquitectura y el espacio y, agrega que la pintura mural a diferencia de las de caballete esta siempre expuesta a todas las miradas y los juicios.
Ceniceros realizó una serie de murales entre 1986-1990 entre los que se destacan los del metro Tacubaya: Del códice al mural (700 metros cuadrados), en el metro Copilco:el perfil del tiempo (1000 metros cuadrados), además de otros en la Universidad de Nuevo León, el banco de Comercio Exterior en la ciudad de Monterrey, en el Sindicato de Telefonistas de la ciudad de México y varios más en todo el ámbito de la República Mejicana.
El mural que analizamos, La Historia del Pueblo Mexicano a través de su vida constitucional, está ubicado en el Palacio Legislativo de San Lázaro de la ciudad de México y fue inaugurado en el año 2010 con motivo del aniversario del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.
Este mural de 438 metros cuadrados narra la Historia de México desde la época precolombina, la colonial y la constitucional hasta nuestros días.
El mural está dividido en tres cuerpos y fue realizado en tres etapas. En el panel central, primera etapa del mural, en la mitad superior aparecen dioses aztecas como Coatlicue,diosa madre de la tierra, le sigue el cuchillo ceremonial de los sacrificios humanos en honor de Huitzilopochtli, y más abajo el Ocelotl,vasija que contenía la sangre y el corazón del sacrificado, escoltado por el águila y la serpiente. Estas evocaciones de la cosmogonía tenochca están inspiradas en el dramatismo simbólico de su religión cuyo objetivo es infundir en la población terror religioso y admiración e impresionarla sobre el poder omnipotente de los dioses y así ser éstos usados como instrumento de control. Preside todo el panel la diosa azteca Coatlicue, que representa la madre tierra, este conjunto simbolizaría el origen de la mexicanidad, a la cual pertenecen los abajo representados, referencia que éstos no deben olvidar. Luego siguen los retratos de los héroes de la independencia, Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero e Ignacio Allende, en el centro Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Benito Juárez y Melchor Ocampo. Siguiendo los revolucionarios Francisco Madero, Emiliano Zapata, Francisco Villa y .Ricardo Flores Magon. |
Debajo de ellos un tríptico con arcadas, en cada una de sus partes están representados los constitucionalistas de 1824, 1857 y 1917.
En la parte inferior, cerrando cada segmento del tríptico, los tres escudos nacionales, de la república restaurada (Juárez); de la República Mexicana (1887) y el escudo Nacional actual (1968).
El panel central está pintado en colores tierra como fondo, destacando los figuras principales en colores claros con algunas tonalidades de dorados y rojos para equilibrar la composición.
Los personajes históricos estás pintados en color tierra sobresaliendo la cara y el torso. Los constitucionalistas tienen sus manos apoyadas sobre ejemplares de la constitución que están en la mesa.
Todas las figuras están dibujadas sobre un fondo geométrico formado por rombos de diversos colores.
El panel de la segunda etapa, ubicado a la izquierda del central está dividido en dos partes de color verde el superior y azul el inferior, que encierran cuatro circunferencias. La parte superior verde representa los últimos reyes aztecas junto a Malintzin o Malinche y Hernán Cortes. El autor eligió para este segmento al conquistador y a Malinche amante y traductora oficial de Cortés, ambos simbolizando el encuentro entre los dos culturas fundacionales del ser mexicano, debajo de ellos en la misma circunferencia el último emperador Cuauhtémoc.
La segunda circunferencia del panel verde está formada por una serie de máscaras de las culturas originarias de México antiguo con ojos cerrados y boca abierta símbolo de la muerte. Los colores verde y azul definen la temática. Sobre el verde está el encuentro entre aborígenes y conquistadores y las máscaras prehispánica, en el azul los virreyes y la economía del virreinato.
La tercera circunferencia ubicada en el campo color azul, representa los 62 virreyes de Nueva España. El último el circulo, dividido en dos segmentos nos muestra en la parte superior las riquezas naturales de México como la minería, con la extracción de plata y oro; la agricultura y la construcción .En la parte inferior encontramos personajes destacados del virreinato, en el centro Sor Juana Inés de la Cruz, a los costados Bernardo de Sahagún, Alexander von Humbolt, Vasco de Quiroga, Toribio de Benavente (Motolinía) y Bartolomé de las Casas.
En este último círculo inferior le dio un papel protagónico a sor Juana Inés de la Cruz como la musa de la poesía americana en ese período, la monja está sentada en su escritorio con un libro en sus manos y encima de su cabeza dos ángeles sostienen un libro de poesía. En un extremo del mismo segmento está Fray Bartolomé de las Casas y el franciscano Motolinía, ambos se destacaron por sus escritos en defensa de los indígenas, en el extremo contrario están Humboldt que sostienen una libro cartográfico y Fray Sahagún rodeado de frailes escribiendo la Historia de Nueva España. Este panel inferior está pintado en tonalidades azules, aclarados u oscurecidos para dar idea de volumen en las figuras.
En la tercera etapa recoge el periodo constitucional que corresponde a la Independencia, Reforma y Revolución Mexicana. Al igual que los paneles de las etapas anteriores, está dividido en dos partes, la superior amarilla y la inferior roja. En el segmento amarillo hay dos círculos con personajes encerrados dentro de ellos, uno al lado del otro, en algunos casos la cabeza del que está en un extremo sobresale del circulo, en otros la cabeza está cortada por la línea del circulo. En el círculo superior ha dibujado 8 héroes de la independencia mexicana. En el círculo que le sigue están los 32 de sus protagonistas. Cabe destacar la presencia femenina de las heroínas independentistas.
En el segmento rojo encontramos los dos siguientes círculos, en el superior detalla los actuantes en la revolución mexicana y en el ultimo e inferior los movimientos revolucionarios. El ultimo círculo lo dividió en cuatro partes donde las figuras humana se repiten innumerablemente para representar lametáfora de la revolución, en esta lucha del pueblo para alcanzar sus ideales hay una extensa alusión especial hacia la mujer, como compañera y protagonista en los hechos revolucionarios.
Para realizar las imágenes y acontecimientos de este mural, Ceniceros debió recurrir a la ayuda de historiadores, algunas personajes debió imaginarlos para recrearlos pues no encontraba reproducciones de ellos. Este rediseño fue posible porque aplico la técnica del acrílico, la cual “...le permite hacer muchos cambios cuándo sea necesario, a diferencia el fresco, en el que no se pueden cambiar las cosas…” lo habilitó para modificar el personaje varias veces hasta construirlo completamente.
La Historia de Méxicoa través de su vida constitucionales un mural que continúa las anteriores expresiones pictóricas de Ceniceros en cuanto a las investigaciones sobre técnicas, temáticas y formas de expresión para realizarlo. Ceniceros ha realizado una crónica de los acontecimientos, siguiendo la impronta de los otros murales, teniendo siempre en cuenta que el mural va dirigido a la mayoría del público espectador que merece el mayor respeto.
Para Ceniceros en la pintura mural hay que invocar a dioses y fantasmas Que “pueden ser poéticos o enaltecedores de la vida, del paisaje, de la forma de la pintura, que tiene mil formas. Y en la pintura mural hay espacios para hacer esto para invocar los fantasmas que digo yo”.
Por eso en este mural invoca los fantasmas de los políticos desaparecidos y de las gentes anónimas del pueblo mexicano para honrarlos.
A diferencia de la simetría y llaneza de Diego Rivera, la agresividad de José Clemente Orozco o la enérgica violencia de David Alfaro Siqueiros, los murales de Ceniceros fruto de paciente y meticulosa investigación histórica y de la aplicación de nuevas técnicas pictóricas registran precisión y serenidad. Su monumentalidad y contenido impactan al espectador a la vez que cumplen con el cometido de artista de instruir y educar a través del arte.