Nota publicada online
Curada por Facundo de Zuviría, la muestra reúne una selección de 250 obras -en su mayoría copias de época- de Horacio Coppola, Grete Stern, Annemarie Heinrich, Anatole Saderman, Sameer Makarius, Juan Di Sandro, Pedro Otero, Hans Mann, George Friedman y Alicia D’Amico, entre otros reconocidos fotógrafos que abrieron nuevos caminos en el campo de la fotografía nacional, además de otros referentes menos conocidos con obras muy originales. Hasta el 9 de junio en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.
“En el diálogo que es mirar, UNA imagema, ELEGIDA o ENCONTRADA, es la imagema-flor, la imagema-rostro, de una flor, de una cara. Así es, el mundo que miramos, nuestro mundo propio.” De esta manera poética comienza el texto que acompaña la fotografía que inicia la muestra. Un cajón abierto que revela su tesoro: una escuadra, una regla y un antifaz. El texto pertenece a Horacio Cóppola (1906-2012). El cajón abierto es el cuarto de su escritorio, muy pocas veces abierto. La escuadra, su escuadra de 5to grado, la regla –de ébano- de su abuelo y, el antifaz negro, el que alguna vez usó en algún carnaval. El cajón abierto se convierte en su “patio de los recuerdos,” una imagema captada por su Leica aquella noche de 1927.
Para Facundo De Zuviría, artista, ávido conocedor y curador de la actual muestra en Malba, esta foto es la llave de la modernidad y, Horacio Cóppola, es la mano que la gira dentro de la cerradura y nos abre a este universo inmensurable de la fotografía moderna. Una disciplina que, desde ese mismo instante, captado por la cámara del “padre de la fotografía”, peleó su lugar dentro de las bellas artes y que recién logró, orillando el siglo XXI.
El eje rector de la muestra, organizada cronológicamente, responde al concepto de modernidad. Como señala De Zuviría, cada una de las 250 fotos responden a la expresividad de cada autor, en ellas hay una clara búsqueda de un lenguaje visual; una reivindicación a la fotografía como hecho artístico. Se trata de una apasionante y concienzuda recorrida por la historia de la fotografía argentina.
La ciudad
La primera sala reúne distintas tomas de la ciudad de Buenos Aires realizadas por Cóppola con su Leica; una cámara que le permitió experimentar con distintos ángulos para construir su propio lenguaje a partir de elementos urbanos. Una vitrina atesora un par de ejemplares de la revista SUR, de 1931, en la que publica dos portfolios sin otra excusa que reproducir las fotos. No hay textos; apenas un título: Imágenes de Buenos Aires. Un concepto absolutamente innovador para la época. Un cuaderno con contactos de fotos realizadas ese mismo año, completan la escena.
La ciudad fue el foco de los vanguardistas de la década del 30: Juan Di Sandro, Grete Stern y Annemarie Heinrich nos devuelven la imagen de una Buenos Aires vital y pujante revelada en muchas de sus icónicas fotografías. Casi todas ellas copias originales de época.Como contrapunto, a través de dos actuales pantallas de video el visitante puede “hojear” dos fotolibros de época.
El retrato
En una vitrina encontramos el primer fotolibro de Anatole Saderman del año 35: Las maravillas de nuestras plantas autóctonas. Se trata de un trabajo que realizó por encargo y, en lugar de simplemente fotografiarlas con el propósito de documentarlas, las retrató en su estudio con estudiada iluminación, logrando formas, ritmos y texturas exquisitos. Otro fotógrafo europeo, Hans Mann, retrató a la manera de los artistas viajeros, a orillas del río Pilcomayo los aborígenes del Gran Chaco y editó dos pequeños libros con historias y cuentos de sus protagonistas.
La radio era la estrella de la época y sus divas eran conocidas a través de la revista Sintonía. Fue otro europeo, Sivul Wilensky, de gran creatividad y poco conocido en nuestros días, el encargado revelar sus rostros en este medio. Annemarie Heinrich, trabajó y aprendió con él hasta que puso su propio estudio. Otra retratista de celebridades e intelectuales, también llegada del Viejo Mundo pero con nuevas técnicas de color, fue Gisele Freund, quien inmortalizó a Bioy Casares, Borges y Mallea, seguramente por su cercanía con Victoria Ocampo. Curiósamente también fue la responsable de las fotografías de Eva Duarte de Perón publicadas en la recordada nota de la revista Life, donde se la muestra como una reina, motivo por el cual fue censurada y dejó de editarse por esos tiempos.
Otro núcleo reúne algunos de los maravillosos trabajos de la Carpeta de los Diez, estos artistas que buscan difernciarse en sus experimentaciones – fuera de foco, sobre impresiones y encuadres atípicos- de la nueva objetividad alemana tan defendida por Grete Stern y Cóppola. Un material documental imperdible acompaña estos trabajos. Se trata de los comentarios que hacen los distintos integrantes del grupo a trabajos, en este caso de Annemarie.
De Sameer Makarius, uno de los maestros de la década del 50, hay tres maravillosos fotogramas de los cinco expuestos en Galería Galatea por ese tiempo. La serie Bíblica, de sus negativos dibujados con tinta China y copiados en papel fotográfico, completan el panorama de época.
Cerrando la exposición, otro de los highlights son las casi desconocidas superproducciones de George Friedman. Fotografías realizadas y firmadas para las fotonovelas de la revista Idilio, provistas de todos los condimentos del cine. Y, como frutilla del postre, los increíbles cuarenta y seis sueños de Grete Stern, copiadas por la propia artista en el 96. Esta colección de fotomontajes realizados para ilustrar el “consultorio sentimental” de la misma revista Idilio, dirigida por Gino Germani, revelan la condición femenina de la época de profundo sometimiento.
Tres décadas de fotografía argentina. Un mundo propio para bucear en profundidad. Imperdible.
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En ocasión de la exposición, Malba edita dos publicaciones: un catálogo español e inglés (doble edición), que incluye la reproducción de las obras de la exposición, material gráfico y documental de la época y textos antológicos sin circulación actual, así como un texto del curador, una bibliografía selecta sobre el tema y notas biográficas de los artistas; y una publicación que reproduce los fotomontajes realizados por Grete Stern para la revistaIdilio, junto a un texto de Luis Priamo.