Nota publicada online
Galería Vasari presenta “Kairós” un conjunto escultórico de María Causa. Hasta el 6 de mayo. ¡Imperdible!
Cuenta una antigua leyenda griega que Cronos, el patrón del tiempo lineal, dio vida a varios dioses del Olimpo pero, paradójicamente, se comió a varios de ellos para que no le disputaran su lugar. Fue Zeus, a quien no pudo devorar, quien mas tarde lo destronó y lideró el hogar de los dioses. De Zeus y de Tije, diosa de la fortuna, nace Kairós. Será por esto que se lo relaciona con el “tiempo oportuno”; es el tiempo de la inspiración y el que mejor nos conecta con nuestro interior.
Escultora, curiosa y gran viajera, Marita Causa hace pocos años se enfrentó a la inmensidad del desierto y se sintió “tomada” por la arena; descubrió que ésta era la materia con la que a necesitaba trabajar. Una materia que habla del tiempo y que encontró en su “momento oportuno” y recordó que “alguna vez quiso ser arqueóloga”.
Hasta ese momento trabajaba con objetos metálicos -recordemos sus monumentales esculturas realizadas con cacerolas-, pero el metal la agotó. Una situación familiar la reconcilió con la figura humana, bajó de escala de manera contundente y el trabajo se hizo más íntimo y también mas relajado ya que “la técnica con arena requiere mucho tiempo de secado”.
Gran acumuladora, disfruta del “encuentro con el objeto indicado”– una figura de porcelana china, huesos de búfala, canto rodado o piedras petrificadas- y también del modelado. Marita Causa va en contra del Renacimiento; ella no boceta ni proyecta, sino que la obra se va modificando, amasada por sus manos, conectada con su propio interior. Así nacieron sus “instantes petrificados". En algunos de ellos comenzó a surgir el color y la vida y aparecieron Fitozoomorfo II, con su cactus brillante o la “Portadora del Círculo Rojo”.
Encoronada II, nuestra obra elegida, es par de otro busto. Bustos de yeso que hablan de otra parte de la historia, de las instituciones. Con su cabeza inclinada, coronada con un sol y el lado derecho de su rostro pintado de azul, “simboliza nuestra Patira, una Matria, un tanto agobiada”.
Para la artista “Kairós” es una obra en sí misma, trabajar con arena es una excusa para hablar del tiempo: el tiempo cronológico y el tiempo oportuno. El tiempo (Cronos) pasa de manera implacable, todo lo erosiona y la montaña se vuelve arena. Pero cuando “el tiempo oportuno” irrumpe y, en el caso del “Kairós” de Marita Causa, el arte nos toca y nos transforma. Por los siglos de los siglos. ¡Así sea!