Nota publicada online
Contemporáneo 30. Elba Bairon
Ultimos días para visitar la mágica muestra de Elba Bairon en el Espacio Contemporáneo de la planta baja del Malba.
El proyecto especialmente concebido por Elba Bairon (La Paz, Bolivia, 1947) para el espacio Contemporáneo está conforma por un conjunto de ocho figuras a escala humana y realizadas en pasta de papel. Este proyecto, que le demandó mas de un año de trabajo en su taller, es la primera muestra individual de esta artista en un museo y puede visitarse hasta el 10 de marzo.
Esta instalación escultórica, que continúa la línea de la producción más reciente de Bairon (ganadora del Gran Premio Salón Nacional Nuevos Soportes e Instalación y del Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales 2012), se caracteriza por la sutileza poética, el misterio y la ambigüedad.
La muestra funciona como una disposición de pistas, de claves para que cada espectador construya experiencias. Como los dibujos en los cuadernos de niños para pintar, estas formas invitan a jugar, en el caso de Bairon, para crear historias. Todas las esculturas, con particular disposición en el espacio, crean una situación en conjunto, en fragmentos e individualmente. Todas las esculturas son blancas y más allá de su antropomorfismo, el resto de la información que nos proveen es ambigua y también sutil.
“Pareciera que todo reposa en un sueño. Que todos se han dormido o congelado para que nosotros podamos contemplarlos en paz. Estatuas de sal, que como la mujer de Lot han quedado mirando eternamente hacia atrás. Pero que por una extraña inversión de la trama, ese atrás es ahora el nuestro”, escribe el crítico Teo Wainfred en el ensayo del catálogo que acompaña a la exposición. “Es Bairon quien nos conduce siempre hacia esos territorios. Cada gesto en su obra imprime un boceto de lo que nuestros ojos podrían llegar a ver, nuestro cerebro a dibujar, nuestra experiencia a archivar para el futuro”, agrega.
La obra de Elba Bairon es un desfile de figuras cifradas, mediante las cuales la artista intenta llevarnos por el camino de la experiencia. “A este mundo nuestro, tan seguro de sí mismo, estas figuras quietas llegan para señalar con la punta de sus instrumentos metódicos, que todo puede ser de acuerdo a quien lo mire. (…) Elba es la única que conoce los antecedentes de estas imágenes. Qué cosa las han traído hasta aquí. Pero es a nosotros a quienes nos toca darle el soplo. La orden. El levántate y anda”, reflexiona Wainfred.