Nota publicada online
Juguetes, libros y objetos para niños de todas las edades -que no dejarán indiferente a los adultos que los acompañen- habitan El gato con bote, un espacio que abrió sus puertas este año, en el barrio de Palermo (Gurruchaga 1830). Pero la propuesta no termina ahí.
Porque al llegar a lo que parece el final de la tienda, uno se encuentra con un ámbito en el que las ilustraciones salen de las páginas de los cuentos y se despliegan en las paredes: montadas, iluminadas y transformadas en obras para mirar y recrear los infinitos mundos imaginados por autores y artistas.
El origen de la palabra “ilustrar” es “dar a luz al entendimiento”. Y precisamente la idea de “iluminar” y poner al alcance de niños y grandes el cuidadoso proceso artístico y creativo que está detrás de las ilustraciones y que suele llegar a los lectores a través del objeto libro, es eso lo que motivó a Patricia Monardo, directora del Gato con Bote, a imaginar un espacio de exposición para estos trabajos y los artistas que los realizan.
En esa línea, El Gato con Bote es un lugar pensado para la exposición de originales de ilustradores, que a su vez se ofrece como un espacio de exhibición para un género que se ha jerarquizado en los últimos años, y que no siempre tiene posibilidades de apreciarse fuera de las páginas impresas de los libros. “Nuestra intención es mostrar y difundir el trabajo de artistas destacados en el mundo editorial actual, nacional e internacional y acercar a los chicos, y también a los grandes, al arte en un ámbito y lenguaje que les es propio”, señala Monardo.
¿Cómo surgió la idea? “Nuestro proyecto nació en 2007 con la apertura de un local en Belgrano R. Allí comenzamos con una tienda de juguetes didácticos, artesanales y en su mayoría, de industria nacional cuya selección está basada en el diseño y en el objetivo de estimular la creatividad, el ingenio y el área emocional de los chicos”, dice Monardo. Luego, en mayo de este año, abrieron la sucursal de Palermo donde a los juguetes se sumó una cuidada sección de libros infantiles y, para enriquecer el concepto, El Gato con Bote Galería de Ilustradores. De este modo, Patricia pudo sumar su pasión por el arte en un espacio que funciona como galería, pero que se propone como un lugar de encuentro cálido, lúdico y descontracturado. Para ello no esta sola, la acompañan sus hijas, Nadia Monti y Catalina Monti en la dirección y Jimena Tello y Alejandro Mantecón como encargados de producción y montaje respectivamente.
La artista convocada para la primera muestra fue María Wernicke y la próxima exposición, “Pincel, papel y tijera” que se presenta a partir del jueves 3 de noviembre, incluye trabajos de 13 ilustradoras argentinas. Participan de esta muestra: Rocío Alejandro, Guadalupe Belgrano, Celeste Berlier, Gabriela Burín, Raquel Cané, Candela Ferdmann, Paola De Gaudio, Adriana Keselman, Anabella López, Magalí Mansilla, Geraldine Peterlini, Virginia Reverdito, Jimena Tello. Además, en diciembre podrá verse una selección de trabajos de Natalia Colombo. La producción de las muestras está a cargo de Jimena Tello, mientras que Alejandro Mantecón, se ocupa del armado y el montaje. Por otra parte, la propuesta expositiva del Gato con Bote se irá completando con una serie de talleres y actividades que enriquecerán el calendario y la programación del espacio en 2012.
Capítulo uno: María Wernicke
Un misterioso señor, enfundado en un enorme abrigo y coronado con una elevada galera recorre bosques invernales, navega sobre un enorme pez por paisajes color sepia o contempla una inmensa luna llena desde una ciudad distorsionada (que recuerda a la escenografía urbana de la película expresionista el Gabinete del Dr. Caligari, el film de 1919 de Robert Wiene). Este personaje “literalmente” salido de un cuento es el protagonista deUn Señor en su lugar, uno de los álbumes ilustrados por María Wernicke, cuyas obras se exhiben, por estos días en la primera muestra del espacio el Gato con Bote.
Como salidas de un sueño, las delicadas escenas desplegadas sobre papel se convierten en piezas que funcionan como pequeñas pinturas, cada una de ellas realizada con impecable destreza técnica. “Hay collages, trabajos realizados en acrílico, otros con témpera, lápiz o nogalina, materiales que alterno o mezclo según los climas de los textos con los que trabajé”, explica la artista. Y si bien las piezas pueden ser apreciadas en secuencias exhibidas en las paredes de la galería, los visitantes también pueden detenerse a mirar los libros y explorar las historias que dieron origen a esas escenas.
En total se trata de una selección de 32 ilustraciones provenientes de distintos libros de los últimos dos años, en los que María Wernicke asegura sentirse reflejada. Entre ellas también, cuatro ilustraciones para cuentos de adultos, de Javier Villafañe, publicadas recientemente en la revista Orsai. Todas pertenecen a libros muy queridos: Las peregrinas del fuisoyseré, Un señor en su lugar, Haiku, Rutinero, Lo que quiere una mujer, Sol de los amigos y El flautista de Hamelin.
Como corolario de la experiencia, una carpeta reúne trabajos inéditos de la artista. Pequeñas, simples e intensas cada una de estas piezas son como un haiku –título de uno de los libros que ha ilustrado la artista- pequeñas composiciones que permiten atesorar un extracto de su abundante creatividad.
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Más info
Gurruchaga 1830, Palermo
www.elgatoconbote.com.ar
moc.liamg@sorbiletobnocotag