Nota publicada online
El llamado diseño industrial tiene una historia y una ortodoxia bastante rígidas. Obviamente se ocupa de objetos que son productos (pero no de todos) y dado que el concepto de producto se ha usado para definir muchas cosas, así como el de diseño; lo mejor es determinar a que llamamos diseño cuando hablamos de él.
Estas reflexiones vienen a cuento luego de analizar dos eventos internacionales en los que el diseño es protagonista: el Salone del Mobile en Milán y el Design Day en Paris. Los del área inglesa, el London Design Festival y el ICFF en Nueva York, también participan de esta movida en la cual “la apariencia es el motivo principal y la funcionalidad tiende a ser menos importante”, al decir de los críticos (*).
Las dimensiones de los eventos son diferentes, el Salone tiene miles de metros cuadrados de exhibición de muebles y tiene una sección para jóvenes menores de 35 años: el denominado Salón Satélite donde se presentan propuestas originales. Pero la ciudad se llena con unas 200 o 300 exposiciones de diseño, muchos de ellos en galerías de arte y en dos zonas fuera del Salón, Tortona y Ventura Lambrate que tiene entre sus calles naves industriales que fueron empresas y que hoy son salones de exposiciones. Algunas bien grandes que agrupan a varios expositores, sean empresas, personas, países o escuelas de diseño. En todas hay una gran cantidad de muebles novedosos, lámparas y también hay objetos de pequeñas dimensiones; esto es lo que hoy se denomina diseño.
En París, unas 100 galerías de arte de arte albergan durante 5 días las novedades en diseño del mismo carácter que en Milán y lo mismo ocurre en Londres.
Entre los objetos que se presentan en estos lugares hay encarados una variedad de temas, casi siempre desde la búsqueda de la novedad funcional y formal; asientos que utilizan materiales no convencionales, lámparas que tienen una gran presencia y productos como vajilla para la “nueva cocina” como palos de amasar que cortan la masa, elementos para sacar un fideo, para ver si está “al dente”, platos para cortar manzanas, etc. Muchos de estos proyectos no llegan a producirse, la mayoría quedan en etapa de prototipos o modelos. Y por otro lado el diseño industrial se hace presente en otros campos, los electrodomésticos de las grandes firmas, Philips, Molinex, Braun o los autos Cooper, Renault, Citroen, Fiat, siguen produciendo sus propuestas. Pero podríamos llamardiseño de objetosa toda esa parafernalia de elementos de “buen gusto”, de buena presencia, de funcionalidad acotada en sus respuestas y su calidad, que no están en producción ni se producirán, pero que gustan.
Este diseño es importante porque es el que le permite a los diseñadores, sobre todo a los jóvenes expresarse, también críticamente en el centro del sistema del diseño.
La segunda razón es que de a poco va influyendo en las producciones mayores al ejercitar la aprobación estética de las nuevas imágenes y aceptar que una experiencia estética es valiosa aunque los objetos en sí sean prescindibles.
En París, en la Galería Bensimon se presentó una experiencia muy particular bajo la curaduría de Francois Blanc; éste vino a Buenos Aires a seleccionar 10 diseñadores para que sus propuestas fueran producidas por empresas francesas. Entre quienes expusieron sus trabajos estuvieron Federico Churba, con un sistema de guardado; también Eduardo Naso cuyasVenusconvertidas en bancos urbanos fueron realizadas en mármol. De Cristian Moahded se expuso una lámpara que ya está comercializando Habitat, pero lo que fue interesante, fue la operación doble que realizó Cristian con Ricardo Blanco, ya que revisitaron una silla de R.B., laTwisty cambiando algunas cosas lograron una pieza de gran presencia que se produce en un número acotado de ejemplares y se venden como masterpiezas sin repetir la serie. Esta operación que a veces se hace en arte es novedosa en el campo del diseño. El 29 de agosto fue presentada en el MALBA la misma operación con 8 sillas firmadas.
Biografías de los diseñadores
Ricardo Blanco (1940) es arquitecto recibido en la UBA. Comenzó su trayectoria en la empresa Stilka, desarrollando productos en base a tecnologías no convencionales para la época, como la madera laminada moldeada. En 1972 creó el emprendimiento Equipamiento de hoy. Para la empresa Indumar desarrolló más de 100 productos, entre ellos la silla plegable Plaka y el sillón Skel. Otros desarrollos destacados de su carrera son el mobiliario de la Biblioteca Nacional, equipamiento para hospitales y mobiliario para las escuelas municipales. Desde 1968 tiene una importante actuación docente. Fue Director de la carrera de Diseño Industrial, Director del Posgrado de Diseño de Mobiliario y desde 2008 Profesor Emérito y Doctor en Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales.
Cristian Mohaded (1980) es diseñador industrial, graduado de la Universidad Nacional de Arquitectura de Córdoba (FAUDI). Trabajó para empresas como Solantu e iMdi iluminación, para quienes diseño la línea de lámparas Volta. Contribuyó en el diseño y desarrollo de productos y espacios para la marca La Feliz. En el 2009, desarrolló un nuevo material en chapa madera y cuero reconstituido, con el que hizo su primer trabajo, una envolvente para las tazas AZ. En el 2010 presentó el Proyecto Cosa, basado en tecnologías utilizadas para la fabricación de cepillos industriales, que le permitió producir una línea de contenedores, espejos y lámparas. Hoy se dedica al desarrollo y diseño de productos para empresas de nacionales e internacionales. Cuentan con diseños de su autoría la galería S. Bensimon, Habitat, La Redoute, Voila BA, La Feliz e Imdi Iluminación.
(*) Diseño de Productos, Paul Rodríguez y Alex Milton
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