Nota publicada online
El mimbre viene siendo su material preferido al momento de enlazar ideas en sus tramas, sin embargo, la curadora de la muestra Diana Saiegh sugiere que Madanes en esta oportunidad, pone en juego a la materia para articular ideas sobre el origen, el género, el contexto, los condicionantes, lo casual, lo determinante y lo arbitrario.
La ventaja de utilizar un mismo material, dúctil como la varilla de mimbre, ha llevado a Edgardo Madanes (Buenos Aires, 1961), docente y artista, a explorar situaciones que él mismo llama analogías porque se asemejan a la forma en que un ser humano tiende a integrarse dentro de una trama. Afirma que hay varillas no deseables porque tienen alguna anomalía que las vuelve inservibles y que construir formas con mimbre no es necesariamente explorar lo morfológico en sí mismo, sino asociarse a otros procesos mentales, que quedan en evidencia mediante los títulos de las obras.
El espacio de la Villa Carmen donde se exhibe El azar de ser, está utilizado muy bien pues se distribuye en estaciones de sentido, algunas con mucho esplendor de las formas instaladas, otras con la delicadeza de un minimalismo muy sugestivo. Tal el caso de las obras que están subiendo la escalera y que conforman agrupamientos en base a sus deficiencias: varillas con bifurcaciones o múltiples tallos doblados en el mismo punto. ¿Qué clase de fuerzas intervienen para modificar un tallo que normalmente crece derecho? La instalación que da comienzo al recorrido se presenta bajo el título Dar a luz. Se ingresa a una sala en penumbras para iluminar las formas que penden del techo mediante linternas, de este modo la luz vuelve visibles las formas y sus proyecciones, son aquellas piezas que estaban en su taller sin uso y aquí se organizan en una gran instalación lúdica. Pone a los espectadores en el mismo juego donde se reconoce: observar en profundidad y con detenimiento, las variaciones del tallo de mimbre. La génesis de esta instalación surge de un plan, ya que “era interesante rescatar todos los desechos que había en mi taller y ponerlos en esta situación de ser descubiertos a través de la luz y de la proyección en ese juego del pasaje de estar a ser, de estar ocupando un espacio, a ser activado en ese espacio”.
Sigue con Variaciones casuales. Un kilo de arcilla bajo las manos del aprendiz de alfarero, donde muestra el proceso de aprendizaje para construir una figura humana con las proporciones ideales de ocho cabezas. El resultado se exhibe en un recorrido donde cada pieza es cual intento fallido que deja evidencia de la torpeza del alfarero que no logra arribar a esas proporciones ideales. Toma la definición de Charles Darwin en el Origen de las especies, pues variaciones casuales son esas diferenciaciones que tal vez les han permitido a los seres vivos, sobrevivir y adaptarse. Una pequeña proyección de luz permite que dos figuras en alambre, suspendidas cerca de la pared, puedan reflejar una interioridad mucho menos construida y racional de lo que parece, perdiendo el sentido de la proporción ideal.
Otro título sugerente: Cubilete, se trata de una pieza de gran tamaño donde un cuerpo femenino y otro masculino se integran, pero pueden invertirse y dar prevalencia a uno u otro género. Haciendo una especie de analogía sobre el grado de arbitrariedad en la determinación del sexo en la procreación.
La instalación que da nombre a la muestra se exhibe en el piso superior y consta de dos gráficos donde pueden leerse parte de los procesos azarosos y arbitrarios conque Madanes fue concibiendo para esas formas que se asocian, se interceptan y se construyen sobre la base de un gran plan previo. Cuenta el artista: “Azar de ser es un proyecto que estoy elaborando hace muchos años pero que recién ahora lo puedo plasmar, de alguna manera todas las obras van reflexionando y nutriendo este proyecto. Las circunstancias de vida, el entorno, el azar y las acciones arbitrarias en nuestro ser se activan para construir nuestra identidad psíquica, espiritual, poética, cívica”. Para ello toma datos estadísticos de varios países como Finlandia, Argentina, Japón, y los organiza en un “proceso de construcción de un gráfico tridimensional para el proyecto el azar de ser. Retratos circunstanciales, azarosos y arbitrarios”. Así los datos se transforman en medidas que tienen las formas, que a la vez contienen otras formas. El espectador puede leer todo el plan o simplemente disfrutar de una instalación muy equilibrada.
Punto especial para describir una pieza donde ejercita otra forma de construir un gráfico tridimensional, usando una sola varilla y varios contrapesos de cemento, logrando que todas las pequeñas curvas que en su crecimiento fueron produciendo esa singularidad, se transformen en nodos desde donde se tensa para mantenerla en pie, de ahí la sugerencia del título: Padre, Madre, Tutor o Encargado. Vale la pena disfrutar de esta nueva muestra de Madanes pues lo que ves lleva a pensar en otros sustratos teóricos y reflexionar sobre la forma en que la vida nos sorprende día tras día.