Lejos de ser un hombre de negocios tradicional, Donald Hess logró unir sus dos pasiones bajo el mismo techo, arte y vino. Dos pasiones que este suizo, nacido en Berna en 1936, supo cultivar y compartir a lo largo de su vida. Si bien heredó de su bisabuelo la tradición bodeguera, fue en 1978 cuando comenzó su propia experiencia vitivinícola al adquirir un viñedo en Napa Valley y poco después en Sudáfrica. Hoy ya son siete las bodegas que conforman el grupo a lo largo de cuatro continentes. En el arte inició su camino de manera totalmente intuitiva. Su padre solía decir que si quería tener algo en la pared abriera la ventana y observara: nadie puede hacer un paisaje como Dios, nos confiesa divertido Hess. Sin embargo confió en el milagro del arte creado por el hombre y se sintió conmovido por las obras de artistas como Van Gogh y Goya. La primera obra que adquirió fue un retrato firmado por Picasso y, a partir de entonces, se interesó siempre por artistas contemporáneos; uno de ellos fue James Turrell, el artista cuáquero, nacido en Los Angeles en 1943, que es conocido en el mundo entero por crear espacios en los que la luz se convierte en una experiencia estética.

Con un patrimonio de más de 1.000 obras de artistas internacionales, la Hess Collection instaló dos museos en las tierras de sus viñedos, uno en Napa Valley, California y otro en Paarl, Sudáfrica. Y fue, bajo la diáfana luz salteña, que le llegó el momento de levantar este tercer museo totalmente dedicado a la obra de Turrell de quien compró su primera instalación en los O60 y, convencido de que un coleccionista debe defender a sus artistas, lo siguió haciendo a lo largo de cuatro décadas.

Llegar a Colomé es todo un desafío. A dos horas de avión desde Buenos Aires y a cuatro de la ciudad de Salta, se encuentra la bodega más antigua de la región, fundada en 1831 y que Hess adquirió en 2001. La Estancia Colomé alberga viñedos con edades entre los 90 y los 160 años de edad; Hess, uno de los más entusiastas defensores y pionero en prácticas agroecológicas logró producir un excelente Malbec. Sus 125 hectáreas de viñedos, incluyendo los de la finca El Arenal, en Altura Máxima, son los más altos del mundo, ubicados a 3.111 metros sobre el nivel del mar.
También en Colomé eligió levantar el museo dedicado a la obra de James Turrell; un enorme cubo de piedra de 1.680 metros cuadrados con paredes curvas y aberturas al cielo, que alberga nueve instalaciones realizadas con luz -natural y artificial- como herramienta artística. Cada una de ellas se convierte en una increíble aventura para el espectador. Skyspace, ubicada en el centro mismo del museo, es un moderno anfiteatro que se "abre" al cielo y que durante el atardecer y anochecer se convierte en una inenarrable sinfonía de luces, entre el exterior y el interior, que nos transportan a un verdadero viaje espiritual y nos conecta con nosotros mismos.

" Lo esencial del arte es que emocione", asegura Hess y nos revela su secreto: " si veo una obra y, esa noche no me despierto pensando en ella, entiendo que no me pertenece.
Magdalena Abakanowicz, Francis Bacon, Robert Rauchenberg y Franc Stella, son algunos de los artistas que lo emocionaron".

AAD: ¿Con qué artistas argentinos le sucedió esto?
DH: Con la obra de Leopoldo Maler, Daniel García y Raúl Díaz, tres artistas que también integran mi colección.

AAD: ¿Cuál es la artista más joven de la colección?
DH: Silvia Gertsch, pinta detrás del vidrio, es suiza, hija de Franz Gertsch, otro excelente artista de quien también tengo obra.

AAD: ¿Cuál es el vino más joven?
DH: Amalaya, verdadera esperanza de milagro. La bodega se ubica a 1.800 mts. de altura en Divisadero, en el Alto Cafayate, allí cultivamos uvas Malbec, Torrontés, Tannat, Cabernet Franc, Syrah y Merlot entre otras que dan este exquisito vino de corte. Este es mi nuevo desafío si hablamos de vinos. Y, si hablamos de arte, ya estoy planeando la apertura de un cuarto museo en un futuro cercano.