Nota publicada online
En el marco del proyecto Un día en la Tierra, que incluye sucesivas exposiciones, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires presenta El lugar del alma, de la artista colombiana cuenta con la curaduría de Victoria Noorthoorn, la colaboración de Clarisa Appendino la coordinación de Producción de Iván Rösler y con la Producción de Javier González King.
Desde el primer momento en que atravesamos las puertas de Moderno un aroma profundo, dulzón y persistente nos acompaña. Nos acompaña y nos llama. Es el aroma de las profundidades de la tierra. ¿Tierra en un museo? El lugar del alma es un ambicioso proyecto que la artista Delcy Morelos (1967) ha creado especialmente para el subsuelo del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Morelos es una destacada artista colombiana que ha desarrollado una larga trayectoria: desde una práctica del dibujo muy cercana al ritual, que se despliega en infinitas tramas orgánicas y abstractas de acuarela sobre inmensos planos de papel, hasta la creación de grandes instalaciones que transforman la experiencia del espacio de quienes se internan en ellas. En esta oportunidad eligió trabajar -a gran escala- con la tierra, un elemento que nos remite al origen de la vida y que nos conecta con más íntimas vivencias pero, también en muchos casos, como testigo del dolor y de violencias experimentadas por ella misma en su Tierralta natal, una zona roja, denominada así por la presencia de guerrilla y grupos paramilitares.
Inspirada en la colección de arte concreto del Museo Moderno –cuyas obras pueden verse en la exposición “Vida abstracta”– al llevar una composición abstracta a escala humana, y luego suspenderla. Son dos toneladas de tierra que entraron en una operación casi quirúrgica al museo, donde debieron tratarla químicamente para “limpiarla” de cualquier bacteria. Para la artista esta obra es también una evocación de los rituales de la Argentina andina y un homenaje a la Pachamama. Sumergidos en sus entrañas, en esta sala del subsuelo, el visitante puede disfrutar de una experiencia sensorial compleja y, en silencio, escuchar el sonido de la tierra.
El lugar del alma es un homenaje, una ofrenda a la Pachamama, a los saberes mágicos de las culturas ancestrales. Delcy Morelos endulza la tierra con clavo de olor, canela y cera de abejas; la artista conecta elementos del pasado con imaginarios del futuro y nos lleva a un espacio donde la memoria y la intuición se funden arrojándonos a un profundo estado de meditación.