Nota publicada online
En diciembre se cumplen diez años de la apertura de la sede neuquina del MNBA, la única que ese museo posee en el interior del país.
Su director, el secretario de Cultura de la municipalidad de Neuquén, Oscar Smoljan, señaló que el festejo “es doble, ya que coincide con la donación de 64 obras que el gran artista plástico Juan Melé realizara a nuestro museo y que se suman a muchas que esta institución ha recibido a lo largo de una década de vida”.
Actualmente, el MNBA Neuquén presenta una muestra de obras de Melé, considerado como uno de los precursores de la abstracción geométrica y compañero de ruta de los primeros artistas concretos provenientes de las vanguardias de los años 40.
“Estos diez años nos han demostrado que la cultura, cuando es libre y gratuita como en el caso de Neuquén y de este museo, iguala socialmente porque el más desprotegido de los ciudadanos puede estar en un pie de igualdad de condiciones viendo una obra de Goya”, destacó.
El MNBA Neuquén abrió sus puertas en diciembre de 2000, con una muestra retrospectiva de Julio Le Parc, quien viajó expresamente a esta capital patagónica para supervisar el montaje de sus obras. Entre 2000 y 2004, el MNBA Neuquén funcionó en dependencias de otro museo, donde se presentaron muestras de artistas de la talla de Goya y Rembrandt.
En septiembre de 2004, al cumplir la ciudad de Neuquén cien años de vida, se inauguró el actual edificio, un complejo construido exclusivamente para funcionar como museo de arte y cuyo diseño le pertenece al arquitecto Mario Roberto Alvarez quien recibió ese año el primer premio de la Bienal Nacional de Arquitectura por ese proyecto.
La inauguración del nuevo edificio contó con una muestra de grabados de Pablo Picasso a la que se sumaron más de doscientas obras pertenecientes al patrimonio del MNBA cedidas por éste y que conforman actualmente la muestra permanente del museo neuquino.
Antes de abrir sus puerta, el MNBA Neuquén tenía ya su primera donación: un mural de Luis Tomasello, al que se sumó otro del fallecido Raúl Lozza y, más adelante, varias obras de León Ferrari, muchas de las cuales fueron donadas al patrimonio neuquino.